Cantar sin esfuerzo, con el mismo nivel de esfuerzo que utilizas para hablar, no sólo es posible, sino que es lo que debería ser cantar.
Porque hacer más esfuerzo del estrictamente necesario te lleva a sufrir cuando deberías estar disfrutando, a no atender a la letra que estás diciendo y en definitiva, a no dar lo mejor de ti al cantar.
Así que, ya que te tengo aquí, en el templo de Los Senseis del Canto, te voy a dar una guía para que por fin consigas cantar sin esfuerzo.
En este episodio vas a descubrir
- Por qué hacemos esfuerzo al cantar.
- Cuáles son los pilares del esfuerzo vocal.
- Cómo evitar hacer más esfuerzo del necesario.
- Y todo esto con ejercicios prácticos.
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Transcripción del episodio
Por qué cantamos con esfuerzo
Lo primero que vamos a ver es por qué cantamos con esfuerzo.
El peor enemigo de un cantante para cantar sin esfuerzo es su condición de humano. Si eres humano, tienes cerebro (la mayoría de las veces) y eso te lleva a tener una idea preconcebida de cómo tiene que sonar tu voz y de cómo tienes que emitir el sonido.
Solemos creer que para cantar hay que hacer algo diferente a cuando hablamos, y evidentemente así es, sino no estaríamos cantando. Pero el caso es que no es tan diferente como podrías llegar a pensar.
Buscar ese algo diferente, tan diferente a la voz hablada es lo que te hace utilizar más esfuerzo del necesario.
Cada persona es un mundo, así que para cada persona este nivel de esfuerzo varía.
De hecho, esto funciona como los límites de velocidad.
Es peligroso circular a más de 120 km/h por autopista, pero también es peligroso circular a menos de 60 km/h.
De igual forma, tan malo es para la voz utilizar demasiado esfuerzo como utilizar demasiado poco.
La percepción del esfuerzo
Así mismo, cómo percibimos el esfuerzo es diferente de persona en persona.
Me he encontrado muchas veces con personas que forzaban mucho su voz y al hacerles cambiar y hacer el ejercicio con menos esfuerzo me han dicho “pero esto es falsete”.
Por otro lado, también me he encontrado con personas, que utilizaban demasiado poco esfuerzo y al hacerles usar más me decían “pero estoy forzando la voz”.
Entonces, ¿cómo sé cuál es el nivel de esfuerzo idóneo?
Trabajando en los pilares del esfuerzo vocal: la compresión y las tensiones
La compresión cordal ganó mucha popularidad tras la publicación del libro de Seth Riggs, Singing for the Stars.
Lo que significa este término es básicamente el nivel de aducción cordal. O dicho de otra forma que entienda todo el mundo: cuán juntas están tus cuerdas vocales al emitir el sonido.
Si están demasiado juntas o demasiado separadas vas a hacer más esfuerzo que si están en un nivel de aducción medio.
Te voy a enseñar 3 niveles de aducción (ESCUCHAR EL AUDIO PARA OÍR LOS EJEMPLOS): Demasiado – Demasiado poco – Medio
Y obviamente, en los dos extremos, el de demasiado y el de demasiado poco, hay grados, así que siempre tienes que buscar el medio.
La compresión cordal es el pilar del esfuerzo vocal, pero no es el único elemento que de entrar en desequilibrio te hace hacer más esfuerzo del necesario.
El otro gran elemento son las tensiones.
Las tensiones funcionan de esta forma:
Crees (inconscientemente) que no vas a poder emitir el sonido, así que utilizas otros músculos que no tienen función en el canto para ayudar a esa emisión del sonido.
Da mucha rabia, porque aunque sabes que no tienes que hacerlo, lo haces sin querer.
La buena noticia es que puedes cambiar las cosas si averiguas qué es lo que estás haciendo de más.
¿Cómo cantar sin esfuerzo o cómo evito hacer más esfuerzo del necesario?
Puedes saber, después de hacerlo, que has estado forzando porque sientes los síntomas de haber forzado: irritación en la garganta, ganas de toser, una leve inflamación…
Pero saberlo en el momento es casi imposible a no ser que tengas bastante experiencia. Así que te tienes que centrar en intentar que no pase.
Primero tienes que dar con la vocal correcta, porque según como la hagas puedes estar haciendo más esfuerzo del necesario desde la primera nota.
Sé que esto puede parecer confuso, pero en realidad no lo es tanto.
Se trata de hacer la vocal de la manera más relajada posible.
Dicho así parece fácil, pero lo que sucede es que hay puntos en nuestro rango en los que hay un cambio de coordinación vocal y ese cambio tiene que ocurrir sí o sí.
Esto nos puede confundir y hacernos cambiar más cosas de las necesarias, sobre todo si sabemos que tenemos que permitir un cambio, porque solemos buscar el cambio activamente más que simplemente permitirlo.
Al buscar ese cambio activamente es cuando la vocal cambia.
Dependiendo de tu percepción del esfuerzo habrá que partir de una vocal o de otra y eso no lo podemos saber aquí y ahora, sin tratar tu voz, pero sí podemos utilizar una vocal un tanto intermedia para que veas un ejemplo.
La “i”. Esta vocal la puedes decir de varias formas y también con diferentes grados de aducción.
Los tres grados de aducción para la “I” serían: Demasiado, demasiado poco y medio (ESCUCHAR EL AUDIO PARA OÍR LOS EJEMPLOS).
Por ejemplo, si empiezas así (ESCUCHAR EL AUDIO PARA OÍR EL EJEMPLO) vas a empezar forzando. Así que tienes que partir de esto (ESCUCHAR EL AUDIO PARA OÍR EL EJEMPLO).
Intenta pasar varias veces de la una a la otra, para conseguir quedarte con la correcta.
Si consigues mantener esta vocal de esta forma durante toda la escala, estarás haciendo el ejercicio con el mínimo esfuerzo. (ESCUCHAR EL AUDIO PARA OÍR EL EJEMPLO).
Tienes que fijarte en que no cambie nada dentro de tu boca: fíjate en tu paladar y en la raíz de tu lengua y concéntrate en que no hagas nada más que emitir el sonido, sin cambios.
Como los chicos y las chicas tenemos los cambios en sitios diferentes, vamos a verlo con dos escalas diferentes.
Ésta para los chicos: (ESCUCHAR EL AUDIO PARA OÍR EL EJEMPLO).
Repetimos varias veces para que te concentres en no hacer nada de esfuerzo extra.
Y ésta para las chicas: (ESCUCHAR EL AUDIO PARA OÍR EL EJEMPLO).
Repetimos varias veces para que te concentres en no hacer nada de esfuerzo extra.
Si consigues mantener la vocal intacta durante la escala ya tendrás mucho ganado, pero es posible que te cueste mantener el nivel de aducción en un nivel medio todo el rato, porque es bastante frecuente.
En ese caso tendrás que trabajar en tu compresión cordal paralelamente, intentando mantener lo que has aprendido aquí y ahora.