Siempre nos centramos en trabajar en los ejercicios, en tratar de determinar qué problema vocal estamos teniendo, intentamos atacar desde varios flancos para ver qué es lo que mejor resultado nos da.
Todo esto día tras día de forma disciplinada, pero aún y así hay veces en las que no sentimos ningún avance.
No siempre es así, pero a veces la respuesta es recostarse en el sillón y dejar descansar la voz.
¿Cómo aprendemos las personas?
Aunque es una pregunta un poco general, muchas veces hablando con gente me doy cuenta de que no soy el único que se encuentra con estos bloqueos durante el proceso de aprendizaje de cualquier materia.
Es algo muy común, y en la mayor parte de las veces he coincidido que lo que me ha abierto las puertas del entendimiento, tanto a nivel intelectual como sensorial, ha sido el dar un paso atrás y descansar.
Esto no se limita solamente a aprender cosas o mejorar habilidades.
También conseguimos resolver problemas simplemente descansando.
¿Cuántas veces se te ha ocurrido cómo solucionar ese problema del trabajo mientras estabas en la ducha o intentabas dormir?
¿Cuándo debo dejar descansar la voz?
¡Depende! Personalmente no creo que haya una respuesta absoluta a esta pregunta y creo que se trata de una mezcla entre conocerse a uno mismo y de prueba y error.
Personalmente no me permito dejar descansar la voz a no ser que el asunto esté realmente chungo.
Mi forma de ver las cosas es que primero es mejor agotar todas las posibilidades que se me ocurren antes de dejar descansar la cabeza para ver si vienen mejores ideas.
A mi entender, esto tiene sus ventajas al igual que sus inconvenientes.
Pienso que la ventaja es que en cierto modo te aseguras de hacer todo lo que está en tu mano para solucionar el problema, lo cual te deja en el punto de que si no lo has arreglado con todo lo que has probado, la solución sea la que te queda por probar, en nuestro caso, dejar descansar la voz.
Veo como inconveniente que puede llevarte más tiempo solucionar el problema si la solución era dejar descansar la voz desde un principio, aunque tampoco creo que sea tan blanco o negro.
Lo que quiero decir es que también puede ser que parar sólo sea la solución cuando ya has bombardeado el problema en cuestión con todo lo que se te ocurre.
Si paras y vuelves a intentarlo en unos días sin antes haber hecho todas esas pruebas, es posible que las hagas entonces, obteniendo los resultados no deseados.
¿Cuánto tiempo debo dejar descansar la voz?
Parece que hoy he elegido un tema difícil de tratar porque, de nuevo, no creo tener una respuesta absoluta 🙂
Como antes, pienso que lo mejor es probar y ver qué pasa.
Por poner un ejemplo reciente, estos cuatro últimos días no he podido ejercitar mi voz.
Sí la he usado para hablar normalmente y decir algunas tonterías, pero podríamos decir que he podido dejar descansar la voz.
Esta mañana me he puesto delante del piano y he empezado a practicar.
Lo primero que he notado es que mi voz no quería colaborar.
Estaba lenta, pesada y bastante cabezota, pero como ya sabemos que hay que tratarla con paciencia, eso es lo que he hecho.
Escala arriba, escala abajo, volumen bajito, ejercicios fáciles, … el objetivo era despertar la voz y hacerle ver que se habían acabado sus vacaciones.
Después de unos minutos he ido notando como la cosa volvía a su cauce, pero de una forma distinta a la de hace unos días.
Lo que he notado es menos tensión en general lo que me daba una sensación mayor de facilidad.
Algo bastante agradable de experimentar.
En otras palabras…
Lo que vengo a decir con todo esto es lo que muchos conocemos como tiempo de asimilación.
No es nada nuevo, forma parte del proceso de aprendizaje, pero aún y así creo que es útil que lo hablemos aquí, ya que con la voz parece que todos esperemos que los resultados sean inmediatos.
Como siempre te decimos, es un hecho aceptado que para adquirir un dominio mínimo de un instrumento musical es necesario practicar varias horas a la semana durante unos pocos años, pero cuando se trata de la voz lo vemos de forma diferente.
Aprovecho para recordarte que esto no es cierto y que debes dedicarle tiempo.
Espero que pruebes a darle más respiros a tu voz para que sientas los beneficios. Si te ha gustado el artículo, ¡compártelo en las redes sociales! ¡Gracias!
Muchas gracias por este artículo Carlos. Es justo lo próximo que quería preguntaros cuando nos viéramos. Yo soy bastante “cuadriculado” y cuando se me mete algo en la cabeza es muy difícil que me saquen de ahí. Me pasa con todo lo que me propongo (aunque no siempre lo consigo), y por supuesto lo de entrenar mi voz para cantar no es una excepción.
Hago religiosamente mis ejercicios (vuestras clases) cada día con una disciplina férrea. Pero me frustro y desmotivo cuando después de un tiempo veo que sigo con los mismos problemas (lo que tú comentabas de quedarse bloqueado). Y “tanto va el cántaro a la fuente, que al final se rompe”. Tal vez deba darme un día a la semana de descanso; o dos, no sé. ¿Qué opináis? ¿Entrenar una hora diaria no es demasiado para alguien que no es profesional? Mmm… puede que no deba tomármelo tan en serio porque tal vez esa no sea la cuestión.
Por ejemplo, hasta hace unos días iba a correr todos los días (poco: 20-25 minutos), hasta que empecé a notar un pequeño dolorcillo en la rodilla y tuve que dejarlo unos días. Ahora sigo yendo pero sólo 3-4 veces a la semana. He notado que no he perdido el fondo que había conseguido (incluso he mejorado mi resistencia) y ahora no “machaco” tanto mis articulaciones, dejando que mi cuerpo se recupere de una sesión a otra y “asimile” el entrenamiento. La verdad es que me va mejor. ¿Me recomendáis que haga algo parecido con la voz?
Gracias y hasta pronto.
Gracias por tu comentario, Alfonso!
Te entiendo perfectamente, me pasa lo mismo que a ti.
A mi entender, entrenar una hora al día es ideal, aunque es mejor que entrenes menos tiempo pero más veces a lo largo del día, ya que el trabajo que hacemos es más bien de coordinación muscular, y para ello no hay nada mejor que la repetición continua. Por lo general, es la forma más rápida para reeducar a tu cuerpo, aunque pueden haber personas que funcionen mejor trabajando de otra forma.
Mi recomendación sería que hagas lo mismo que has hecho con lo de salir a correr: prueba a bajar la frecuencia o la intensidad y observa los resultados. Si vas a mejor, premio! Si ves que no, ves probando hasta dar con tu rutina ideal =)
Muchas Gracias os haré caso , soy cantante lirico contratenor (estudiante jajaj tengo 17 años ) y todos los días canto muchísimo (entre ejercicios, las obras , y luego escucho música y no me aguanto jaja -esq Handel me vuelve loco-) y me estoy empezando a agobiar un poco , seguramente necesite un pequeño descanso .
jajaja! Te entiendo bien 🙂 10 minutillos de descanso absoluto entre tus prácticas harán maravillas 🙂