Adele y el estigma de la lesión vocal

adele y el estigma de la lesión vocal

Esta es una traducción de un artículo-reflexión de una otorrinolaringóloga de renombre de los Estados Unidos, la Doctora Reena Gupta, acerca de las lesiones vocales.

Aunque lo primordial para evitar estas lesiones es hacer un buen entrenamiento regular y con lógica, me ha parecido muy interesante compartirlo aquí en el blog porque explica cómo se sufren estas lesiones a nivel psicológico.

No estoy de acuerdo del todo con el artículo, ya que soy de la opinión de que Adele, a pesar de ser una cantante buenísima, utiliza una técnica dañina.

Ya lo comentamos de pasada anteriormente aquí.

Pero te dejo ya con la traducción de este interesante artículo, y también puedes leer aquí el original.

¡Que lo  disfrutes!


Cuando me enteré de que Adele había cancelado las dos últimas actuaciones de su gira, me sentí muy triste por ella. Sé lo duro que ha trabajado para soportar su lesión vocal, recuperarse y volver a subirse al escenario. Ahora se encuentra en una posición indeseable – en medio de otra conversación sobre una lesión vocal.

Aunque me habría gustado esperar lo contrario, el espectro habitual de respuestas de la comunidad se hizo oír: una aparente división al 50% entre la empatía y el juicio. Esta reacción produce un serio problema en la comunidad de cantantes. Cada día, atiendo al menos a un cantante que se ha ido dejando pasar el tiempo para venir porque tenía miedo de ser diagnosticado con una lesión.

Su miedo está arraigado en muchas cosas. La primera es que sus voces son toda su identidad, su música es su vida. El canto no es simplemente algo que hacen. Es lo que son. Toda su razón de ser se ve amenazada cuando descubren que están lesionados.

La segunda capa es el miedo al juicio, y es este juicio el que los incapacita. No quieren un diagnóstico porque serán los próximos en el punto de mira del mundo del canto. En la comunidad de la voz, la sentencia viene rápida y furiosa. «Esto no habría ocurrido si …» Si hubiese practicado más. Si hubiese estudiado conmigo. Si no compusiese música tan difícil. Si utilizase pistas de acompañamiento… es interminable.

Me he esforzado para entender este fenómeno, porque sé que si los cantantes no se hiciesen esto los unos a los otros, el resto del mundo no se atrevería a hacerlo tampoco. Cuando los cantantes se critican entre sí, abren la puerta para que el mundo vea a un cantante lesionado como débil, en lugar de lesionado. Esto no sucede en ninguna otra situación en donde el cuerpo se utiliza a nivel profesional. Cuando Tom Brady se rompió su ACL y MCL (ligamentos de la rodilla), los otros jugadores de fútbol, entrenadores y médicos no le culparon de una mala técnica, de llevar su cuerpo al límite, ni dijeron que la lesión era inevitable. La comunidad se une en torno al atleta, y admite que estos son los peligros de llevar partes de tu cuerpo al límite, y se reúne a su alrededor alentándolo en el camino hacia la recuperación. Vale la pena señalar que se incorporan períodos significativos de descanso en el calendario de un jugador de fútbol, reconociendo que el cuerpo necesita un descanso cuando se le exige mucho.

La misma afirmación se aplica a los cantantes: el cuerpo necesita un descanso cuando se le exige mucho. Pero de alguna manera los cantantes están en un mundo donde esto se les niega. Llevan al límite una parte más delicada, sus cuerdas vocales, de forma aún más extrema. Esta es la misma parte del cuerpo que puede ser devastada por algo tan simple como un resfriado. Pero cuando un cantante tiene que cancelar, tomarse un respiro, o hacer un parón vocal para descansar, le llueven preguntas sobre su técnica, resistencia, estilo de vida y capacidad.

Un cantante de gira a menudo hace 3-4 noches seguidas de conciertos, con apenas un día libre entre ellos. Ese día se lo suele pasar viajando, en lugar de disfrutando de un sueño reparador. Un cantante de teatro musical hace 8 actuaciones en una sola semana. Y sin embargo, no hay forma de encontrar tolerancia por parte de sus compañeros. Nadie se manifiesta respaldando a Adele, admitiendo que también han sufrido alguna una lesión vocal. Ellos también tuvieron que cancelar. Ellos también sintieron que se les exigía demasiado. Tienen miedo de defenderse porque no quieren soportar lo que Adele ha tenido que soportar. Sin embargo, si todos los cantantes se manifestaran de manera significativa, es imposible que el juicio contra ellos continuara.

Cuando aconsejo a un paciente con una nueva lesión, paso menos tiempo hablando con ellos acerca de su lesión en sí. Cada vez más, me enfoco en quitarle la carga de la culpa. Puedo ver cómo dudan de sí mismos, y su devastación cuando hay un bulto en sus cuerdas vocales. Es difícil para mí deshacer años de desinformación, pero lo intento porque el peso de esa auto-recriminación y la duda es sofocante. Pero peor aún es que cuando salen de mi oficina, deben quedarse todo eso para sí mismos. No pueden hablar con sus compañeros porque tienen miedo de cómo serán vistos por ellos. Están destrozados.

Realmente creo que no es tan malicioso como parece. Los cantantes oyen hablar de lesiones vocales y eso los pone en una situación de miedo y vulnerabilidad. ¿Y si eso me pasa a mí? El mecanismo de defensa se dispara y el cantante concluye razones por las que esto le sucedió a Adele, pero que nunca le pasarán a él o a ella. Al decir que Adele lo hizo mal, y al no hacer esas cosas «equivocadas», el cantante puede sentir el control. Si continúan haciendo todo bien, no sufrirán las mismas lesiones que ella. Se dicen a sí mismos que la lesión no ocurre necesariamente como resultado de llevar su delicado instrumento hasta el límite. Es un error. Uno que no están cometiendo.

Es completamente comprensible, pero el daño que se hace a los cantantes como industria es profundo. Significa que los cantantes «empujan» cuando están enfermos, diciéndose que están «rodeando» una enfermedad. El resultado es que no cancelan un concierto cuando es lo que un laringólogo les recomendaría.

La realidad es que la lesión ocurre en los cantantes más talentosos, hábiles y proficientes del planeta. Le ha pasado a Adele. Cuanto antes dejemos de culpar a la víctima y comencemos a permitir que los cantantes cancelen, descansen cuando lo necesiten y tengan una lesión que requiera cirugía, más segura será toda la comunidad cantante. Atraparemos lesiones vocales mucho antes, las evitaremos, y abogaremos por un calendario profesional más misericordioso.

No puedo decir cuán fervientemente aplaudo a Adele por hacerlo público. Podría haber decidido esconder la verdad. Pero en lugar de curarse en salud, admitió que es un ser humano que se dedica a un deporte extremo y ahora está lesionada. Su confesión es un bálsamo para la comunidad de cantantes que deben agradecer, en lugar de refutar con afirmaciones de «mejor técnica». Les pido a los cantantes que opero que hablen sobre sus lesiones los unos con los otros. Estoy muy orgullosa de los que lo hacen, porque libera a otros cantantes del cautiverio del juicio. Cada cantante que es sincero acerca de sus luchas ayuda al próximo a ser abierto y permite a toda la comunidad que los apoyen en su recuperación, al igual que cualquier atleta merece. Espero que Adele haya iniciado una conversación que nos conduzca a un lugar donde podamos proteger a los cantantes, permitiéndoles que sigan regalándonos con la música que valoramos.

  • Luis M. Rossi dice:

    Me encanto ese tema, es perfecto las explicaciones. es cierto que nosotros los que vivimos ese arte nos pasamos de contentos e ignoramos las reglas y terminamos con problemas, si son dos horas de ensayo lo recomendable. queremos llevarlo a cuatro, o queremos iniciar sin calentar. en fin me siento satisfecho con ese bloc de enseñanza, muchas gracias

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