Ejercicio de relajación para cantantes

Ejercicio de relajación para cantantesLos cantantes sufrimos mucho estrés y muchas tensiones, así que necesitamos relajarnos mucho.

Aprender a controlar lo que hace tu cuerpo a veces puede ser muy útil, para ser consciente de cuándo estás haciendo un esfuerzo extra.

Así que, como no, el Sensei me ha pedido que te enseñe cómo hacerlo con un ejercicio muy sencillo.

Si estás en mitad de alguna actividad, te recomiendo que no escuches el episodio hasta que tengas un momento de calma.

¿Qué aprenderás en este episodio?

  • Si aún no la has probado, tendrás una pequeña porción de lo que es la meditación.
  • Aprenderás un ejercicio de relajación muy útil.
  • Tomarás consciencia de tu cuerpo, desde los pies a la cabeza.

¡Qué lo disfrutes!

Ahora también puedes seguir el podcast El Sensei del Cantante en Apple Podcasts, Google Podcasts, Spotify, Amazon Music y SoundCloud, desde tu navegador o smartphone.

Transcripción del episodio

Los cantantes, como el resto de los humanos, solemos sufrir tensiones.

Pero para nuestra actividad, la relajación del cuerpo es fundamental, así que no nos podemos permitir las molestias que las tensiones nos generan al cantar.

Es bastante útil practicar la meditación y aprender a relajar los músculos de tu cuerpo.

Si nunca lo has hecho, hoy vas a descubrir una manera de hacerlo que puedes poner en práctica cuando quieras.

Como consejo personal, es muy efectiva cuando estás en la cama dispuesto para dormir.

Empieza por tumbarte o reclinarte.

Primero, vamos a acompasar nuestra respiración.

Concéntrate en tu respiración, e intenta seguir un ritmo.

Inspira lenta y profundamente.

Y expira.

Una vez más.

Inspira lenta y profundamente.

Y expira.

Nos ponemos en sintonía con la música utilizando un ohmmm.

Inspira y di: ohmmm

(Escuchar el audio para oír el ejercicio).

No dejes de acompasar tu respiración.

Inspira lenta y profundamente.

Y expira.

Vamos a buscar que relajes tu cuerpo desde la punta de los pies hasta tu cabeza.

Inspira y mientras lo haces encoge los dedos de tus pies.

Con la expiración, relájalos.

Continúa por arquear tus pies, llevando la punta hacia adelante mientras inspiras.

Y relaja mientras expiras.

Vamos a continuar subiendo por tus piernas.

Aprieta los músculos de tus gemelos mientras inspiras.

Y relaja al expirar.

Ahora tus muslos.

Contráelos mientras inspiras.

Y relaja al expirar.

Inspira mientras aprietas tus glúteos.

Expira, dejando ir toda la tensión.

Vamos a hacer un grupo con tus piernas y tus pies.

Inspira y aprieta todos los músculos de tus piernas y tensa los pies a la vez.

Al expirar, deja ir toda esa tensión.

Pasamos al torso.

Contrae tu abdomen mientras tomas aire.

Y expira, liberándote de la tensión.

Aprieta el pectoral.

Y relaja al expirar.

Ahora tu espalda.

Aprieta los músculos de tu espalda mientras inspiras.

Expira y relaja.

Como hicimos con las piernas, vamos a hacer una contracción de todos los músculos de tu torso que ya hemos liberado: abdomen, pectoral y espalda.

Contrae todos a la vez mientras inspiras.

Relaja y deja salir el aire junto con todas las tensiones.

Ahora haremos un grupo con tus piernas y tu torso.

Aprieta a la vez todos los músculos que ya hemos trabajado:

Tus piernas, tus pies y tu torso.

Y relaja al expirar.

Vas sintiendo como la tensión abandona tu cuerpo.

Y pasamos a tus brazos.

Encoge los hombros mientras inspiras.

Relaja mientras expiras.

Seguimos por el bíceps y el tríceps.

Apriétalos mientras inspiras.

Deja ir la tensión al expirar.

Ahora el antebrazo.

Ténsalo mientras inspiras.

Relaja al dejar salir el aire.

Dobla las muñecas hacia atrás y pon los dedos rígidos, como si fueran unas garras, mientras inspiras.

Y relaja mientras expiras.

Vamos a ocuparnos de todo el brazo entero.

Encoge los hombros mientas aprietas el bíceps, el tríceps, el antebrazo. Dobla también las muñecas hacia atrás poniendo los dedos rígidos como una garra.

Y relaja.

Haremos lo mismo que antes y acumularemos el trabajo que llevamos hecho.

Tensa los pies, las piernas, el torso y los brazos.

Aguanta esa tensión mientras aguantas la respiración.

Y expira liberando toda la tensión.

Nos queda la parte más delicada del cuerpo: la cabeza.

Tensa tu cuello mientras inspiras.

Aguanta unos segundos la respiración y la tensión.

Y expira, relajando.

Y pasamos a tu cara.

Vamos a recrearnos aquí.

Pongamos la atención en tu mandíbula.

Empújala hacia adelante, como poniendo cara de mono.

Y relaja.

Ahora vamos a bostezar.

Intentaremos inducir un bostezo real, pero si no te viene, no te preocupes.

Abre la boca y toma aire, como si bostezaras.

Y expira mientras vuelves a cerrar la boca.

Empuja tus labios hacia afuera como si lanzaras un beso al aire.

Y expira, relajando tu cara.

Frunce el ceño.

Y relaja la tensión, expirando.

Y ahora, toda tu cara:

Empuja tus labios hacia afuera como si lanzaras un beso al aire y a la vez frunce el ceño.

Mantén la posición un segundo y deja ir, liberando la tensión de tu cara.

Para acabar, vamos a acumular todo el trabajo.

Aprieta todos los músculos que hemos utilizado de tus pies, tus piernas, tu torso, tus brazos y tu cabeza.

Y relaja.

Voy a darte unos segundos para que tomes consciencia de la nueva sensación de haber relajado los músculos.

Poco a poco vamos recuperando un estado de actividad para tu cuerpo.

Voy a hacer una cuenta atrás para que vayas poniendo más alerta tu cuerpo, mientras mantienes tu relajación.

5: empiezas a estar más alerta.

4: Un poco más alerta.

3: Vas recuperando la atención.

2: Ya casi estás alerta del todo.

1: Estás completamente alerta, pero relajado.

Imagen: Algunos derechos reservados por Ⅿeagan

  • Omar A. dice:

    Me gustó demasiado 😀

  • Hugo dice:

    Gracias por ofrecer tus conocimientos, son muy valiosos !!, desde ya muy agradecido. Un abrazo.

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