¿Te sientes sólo en la oscuridad con tu voz?

solo en la oscuridad con tu vozSi te sirve de consuelo, no eres el único.

El camino del cantante puede ser muy solitario y oscuro.

Tanto Esther como yo queremos que este camino se haga menos solitario y con algunos colorillos con nuestro blog, podcast y demás, pero no te voy a engañar:

Por mucho que hagamos nosotros o cualquiera, es un camino que tienes que andar solo.

Y cuando estamos solos, nos sentimos perdidos.

Aunque eso no quiere decir que no pueda ayudarte 🙂

Quiero hacer contigo una parada en el camino, porque quiero darte una Estrella Polar para poder guiarte en esos momentos inciertos.

¿Desafinas mucho y no ves cómo tu voz puede servir para cantar nada?

Sin temor a equivocarme (demasiado), el 80% de las personas que tienen problemas al cantar están preocupadas por la afinación.

Afortunadamente hemos creado algunos recursos gratuitos que te pueden ayudar a mejorar en este aspecto.

Primero, entrenando tu oído con nuestra app.

Y segundo, entendiendo el porqué del problema y empezando a hacer algunos ejercicios con este episodio de El Sensei del Cantante.

Puede que sólo desafines en algunas notas (probablemente en las agudas), lo cual es una señal bastante clara de que no las estás cantando de la forma correcta.

De las notas agudas hemos hablado mucho, mucho, MUCHO.

El caso es que también puede ocurrir sólo en las notas graves O_o

Pero la cuestión es la misma: el fallo NO reside en tu oído. Reside en tus cuerdas vocales.

Sí, es posible que tu oído no esté acostumbrado a la música y que te cueste reconocer notas, saber cuándo dos notas están afinadas y demás, pero no es algo que cueste mucho aprender (sí, se puede aprender).

Te lo voy a explicar con un símil que seguro que conoces: montar en bicicleta.

Yo me acuerdo cuando empecé a aprender a montar en bicicleta y también recuerdo las leches que me pegué.

Era imposible mantener el equilibrio, pero no era porque mis manos no fueran capaces de aprender a manejar el manillar, o porque mis pies no sirviesen para pedalear.

Era porque NO SABÍA qué tenía que hacer para que aquel cacharro del demonio no me tirase al suelo una y otra vez.

Pero una vez aprendí, ostras… ¡aquello iba solo!

También aprendí a nadar tarde (a los 10 u 11 años), y la sensación fue la misma.

Me metía en la piscina y me tenían que sacar con un palo con redecilla de esos, para que no me ahogara.

Pero cuando aprendí… la cosa iba sola de nuevo.

Cuando dejas de forzar tu voz y aprendes a coordinarla correctamente, la afinación se va arreglando por sí sola (excepto en contados casos).

Así que sí, es normal que la afinación te cueste y sé que es desesperante, porque una mala afinación es lo que más arruina a un cantante, pero sigue en ello.

Al final irá solo.

¿Sabes que algo está fallando pero no sabes el qué ni cómo arreglarlo?

Si no tienes ni idea de qué está pasando, necesitas que alguien te ayude.

Si ya estás trabajando con un profesor de canto, llevas tiempo con él/ella y no ves resultados, no dudes en cambiar.

No hay nada de malo, y tu profesor no se debería ofender, porque su meta debe ser que cantes mejor y ayudarte con ello.

Es como eso de “Si de verdad me quieres me dejarás marchar” xD

Si estás estudiando con un programa de canto, pide ayuda a su creador antes de cambiar de programa.

Si estás estudiando con ejercicios sueltos que encuentras aquí o allá, es necesario que te pases por aquí.

¿Buscas y rebuscas en Internet y encuentras mucha información contradictoria?

¡Bienvenido al mundo actual de la enseñanza vocal!

Este mundo está plagadísimo de mitos y de antiguas creencias que han quedado más que obsoletas, pero que muchos se empeñan en mantener vivas.

Lo bueno y lo malo de Internet es que todo el mundo puede decir la suya.

Es bueno porque todos podemos aportar nuestro grano de arena, y es malo porque eso genera mucho ruido y al final no sabes qué creerte.

Tienes tantos conceptos y tantos ejercicios en la cabeza que es muy difícil (¿imposible?) saber cuál es el primer paso que tienes que dar.

Para mí, el primer paso está claro: simplificar.

¿Qué haces cuando tienes una ecuación compleja? Eliminar elementos para simplificarla.

Una forma muy rápida de simplificar es quedarte sólo con una fuente de información y seguir sus enseñanzas al pie de la letra.

De esa forma podrás trabajarla, podrás entenderla y comprobar los resultados.

Si no te convence, descártala y empieza con otra.

Además de esto, asegúrate de que te estás guiando por la lógica y por tus propias experiencias con esa fuente.

¿Buscas y rebuscas en Internet pero no sabes cómo aplicar lo que encuentras (o lo aplicas mal sin saberlo)?

Una vez más, necesitas ayuda externa.

De la misma forma que no aprendiste a escribir en la soledad de una cueva, es muy fácil que no sepas qué tienes que hacer con tu voz para mejorarla.

¿Por qué no aprender de otras personas que se han dedicado a entender esos problemas y a solucionarlos?

En mi opinión, tienes que empezar a ver a Internet como un libro, no como a un profesor.

Un libro sólo te da información en un sentido: de fuera (el libro) a dentro (tú).

Un profesor añade otra dirección: De dentro (tú) a fuera (el profesor).

De ese modo él/ella te puede ayudar a corregir el rumbo.

¿Un día parece que has mejorado pero al siguiente sientes que no ha sido así?

¡¿Cómo puede ser?!

Frustrante, lo sé… pero no desesperes.

Si ayer encontraste algo nuevo en tu voz que te hacía cantar más cómodamente, céntrate en eso y no en que hoy no lo encuentras.

Encontrar nuevos caminos en la voz no es como encontrar un objeto y tenerlo localizado.

Cuando encuentras algo nuevo en tu voz, se irá tan rápido como vino.

Esto es debido a los hábitos vocales de cada uno.

Están fuertemente instalados en nuestras cabezas, y es difícil quitarlos de ahí.

La forma de poder quitarlos y recuperar ese algo nuevo es volver a buscarlo.

Cada vez que lo encuentres se te volverá a escapar, pero cada vez tardará más tiempo en hacerlo, hasta que se haga permanente.

La única trampa que debes evitar es forzar esa sensación que encontraste.

Puede ser que pienses: Recuerdo que pensaba que tenía la voz en los ojos y la lanzaba hacia fuera.

Es una sensación perfectamente válida, pero esa sensación era un efecto de una producción vocal mejor.

Esto quiere decir que sólo cuando utilizas mejor tu aparato fonador, sientes esa sensación, pero eso no quiere decir que cuando sientes esa sensación estás utilizando mejor tu aparato fonador.

Menudo lío, ¿no? Espero haberme explicado 🙂

Además de todo esto, es una sensación que irá cambiando con el tiempo, a medida que tu voz evolucione.

No te cases con ella.

¿Consigues mejorar regularmente, pero parece que nunca vayas a ser capaz de cantar?

Dije que el camino del cantante es solitario, pero lo que no te dije es que es largo.

Largo de narices.

Esto es especialmente frustrante si aún no tienes el nivel suficiente como para cantar una canción.

Tú puedes sentir claramente que cantas de forma más cómoda, que tu sonido es mejor, que afinas más, etc.

Pero nada, que no hay forma… te grabas cantando una canción y sigues sonando mal.

Parece que no importa lo que hagas, siempre acabas con desilusión.

Es muy muy lógico que te sientas así, porque al final lo que quieres es cantar.

No te importa tanto si sientes tu voz más cómoda o no.

Pero tenemos que cambiarte esta forma de pensar.

Sí que importa cómo sientes tu voz cuando cantas, porque es la mejor guía que tienes como cantante.

Si cambias tus metas de “tengo que sonar bien” a “tengo que cantar más cómodamente y disfrutar”, es mucho más fácil energizarte con tus propios progresos.

Cada grado de libertad conseguido será una victoria, y cada victoria, aunque sin darte cuenta, te estará dando un mejor sonido y te estará haciendo mejor cantante.

¿Sabes qué es lo mejor de todo?

Que si te centras en esto, estarás construyendo una voz sana (libre de lesiones vocales) y que cantar no será una lucha contra tu propia voz.

Aunque no te lo parezca, muchos cantantes que suenan bien, tienen este problema, y es realmente grave.

¿Por más que entrenas, el sonido de tu voz no cambia (sigue sonando mal)?

Para ayudarte con esto tengo que preguntarte algo:

¿Te grabas regularmente y te guardas esas grabaciones?

Si no lo haces, no tengo mucho más que añadir 🙂

Piensa que estás las 24 horas del día con tu voz, por lo que cada pequeño cambio que ocurre en ella pasa desapercibido.

Si has podido ver crecer desde cero cada día a un niño o a un animal, sabrás a qué me refiero.

¿Te suena esto de cuando eras niño?:

“¡¡Aiii Maricrúuuu, cómo ha crecío er niño!!”

Y por alguna extraña razón, acto seguido tenías los mofletes al rojo vivo…

¿La gente de tu alrededor no te apoya?

Esto me da mucha pena y me pone de mal humor.

“A palabras necias, oídos sordos”, dicen, y creo que es una muy buena frase.

Si te encuentras en esta situación, te pido que te leas este artículo.

A mí me abrió los ojos (no exagero).

¿Cómo saber si vas por buen camino?

Aunque puedas solventar todos estos problemas que te he expuesto, la duda te asaltará muchísimas veces.

No importa que estés trabajando con un profesor de canto, o con un programa, o incluso que sientas mejoras en tu voz.

Todo eso da igual, la duda te asaltará.

Cuando esto ocurra, la única solución que he encontrado es seguir andando y “dar un salto de fe”.

Por una parte, si tienes profesor y te dice que estás en el buen camino, confía en su palabra.

Por otra parte, tienes las sensaciones físicas que tienes al cantar.

Si ahora estás cantando más cómodamente que antes (ayer, el mes pasado, el año pasado, …), es muy buena señal.

¿Has encontrado una nueva forma de cantar?

Vamos a suponer que has conseguido sobreponerte a todo y has seguido trabajando en tu voz.

Un buen día, sientes algo nuevo mientras practicas o cantas, y tienes la sensación de que has encontrado el Santo Grial, la Piedra Filosofal, ¡el Wookie de los huevos de oro!

¡Genial! Pero no te quedes ahí.

Esto lo he dicho muchas veces, pero creo que es lo suficientemente importante como para repetirlo otra vez:

Siempre puedes encontrar una forma más fácil de cantar.

Que ahora hayas encontrado X y te sea todo mucho más fácil, no quiere decir que no puedas encontrar Y, aún más fácil y con mejor sonido.

¿Te faltan fuerzas para continuar el camino?

Recuerda:

Al final todo saldrá bien, y si no sale bien, es que aún no es el final.

¿Te animas a compartir? 🙂

>