Menos es más

En el canto es muy importante saber que a menudo, menos es más.

¿Cuántas veces has intentado alcanzar una nota aguda y te has puesto rojo del esfuerzo, te ha dado carraspera y has tenido que dejar de hablar durante un rato?

Yo llevaba muchos años haciendo clases de canto y escuchando a cantantes con mucha potencia en los agudos, pero nunca conseguía llegar a esas notas con potencia sin hacerme daño.

Lo que me decía mi profesor de entonces era: «¡¡tú métele más volumen!!» pero eso sólo hacía que me hiciera daño y tuviera que reposar la voz unos días.

¡¡Me estaba enseñando a «estirar la voz de pecho»!!

Más adelante, cuando descubrí Speech Level Singing se desveló el gran secreto:

¡Cantar tiene que ser fácil!

No te tienes que poner rojo del esfuerzo, ni se te tiene que marcar la vena en el cuello, ni le tienes que meter más volumen a medida que subes de nota.

¿A qué te refieres con menos es más?

Como ya hemos dicho, menos es más, así que para empezar a encontrar la coordinación correcta, la clave es practicar a bajo volumen y muy poco a poco ir subiéndolo, a medida que tus cuerdas vocales van siendo entrenadas para soportar mejor la presión del aire.

No tengas prisa, ya sabes, ¡menos es más!

A veces es cuestión de semanas o incluso de meses.

En cuanto notes que algo se pone difícil, en el sentido de que te estás haciendo daño o notas molestias, es que hay algo que no está bien.

Para, descansa ¡¡y baja el volumen!!

Un buen ejercicio para recuperarte es hacer el sonido de la «R» de «carro».

Vigila que la punta de tu lengua quede detrás de los dientes delanteros (a mucha gente le ayuda poner una «D» o una «T» antes de la «R») y pon los labios en forma de «U» (como si fueras a pronunciar esta vocal).

Ahora empieza a hacer escalas hacia arriba y hacia abajo.

Este ejercicio también puedes utilizarlo para «calentar» la voz de manera saludable 🙂

 

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