¿Por qué no mejoro por más que practico?

Por qué no mejoroCuando te esfuerzas mucho en algo pero no consigues mejorar, puedes llegar a pensar que ese algo no es lo tuyo.

Como siempre, lo referente a la voz no es una excepción.

Es normal que te sientas frustrado, porque estás en un camino, pero no estás avanzando por él.

Aún y así, antes de tomar la decisión de dejarlo, tienes que hacer un pequeño trabajo de investigación.

Tienes que averiguar por qué motivos no estás mejorando.

¿Cuánto tiempo llevas?

En según qué casos los cambios van a ser lentos, así que puede que te parezca que no estás mejorando, cuando a lo mejor sí lo estás haciendo.

Es posible que simplemente necesites más tiempo.

Por ejemplo, cuando empiezas a estudiar canto, si partes de cero:

  • No puedes afinar
  • No reconoces las notas
  • Te cuesta aprenderte las escalas
  • Tu voz suena muy bloqueada

Si te ves cantando canciones pronto, por ejemplo antes de que pase un año, seguramente en unos meses te rendirás.

Porque en un caso así, el progreso es más lento.

El primer año se lo tienes que dedicar a conseguir todas estas cosas, aunque es posible que no consigas que tu voz deje de sonar bloqueada hasta mucho después.

El primer gran hito es cuando empiezas a ser capaz de reproducir las escalas musicales, cada vez con más acierto.

Cada vez te cuesta menos acertar la primera nota de la secuencia y poco a poco vas ganando seguridad.

Y puedes estar haciendo bien las escalas al cabo de un tiempo, pero cuando se introduce una nueva secuencia de notas, vuelves a necesitar un tiempo para aprenderla.

Parece un no acabar.

De lo que no eres consciente en el momento en que introduces un elemento nuevo es de que cada vez tardas menos en aprender a controlarlo.

Cada nueva escala la percibes como una cuesta en el camino.

Pero si cada vez te cuesta menos aprender nuevas secuencias de notas estarás cada vez más cerca de poder cantar una canción, porque las canciones no son otra cosa que secuencias de notas.

Para poder empezar a mejorar el sonido de la voz necesitas haber superado estas cosas, necesitas afinar, poder reproducir una nota al escucharla, hacer correctamente las escalas.

Y para eso necesitas por lo menos un año.

A partir de ese año, empezarás a poder trabajar en el sonido de tu voz, para que sea mejor, más libre.

Así que puede ser que no estés mejorando, pero puede ser que sí.

Lo ideal es que guardes un registro grabado de tus prácticas para poder comparar a lo largo del tiempo y ver la progresión de manera objetiva y realista.

Objetiva: sin fijarte en lo mal que lo puedas hacer todavía.

Realista: siendo consciente del tiempo que necesitas para hacerlo realmente bien y concediéndotelo.

¿Cómo practicas y cuánto practicas?

Por otro lado, si no mejoras puede ser por culpa de cómo practicas.

Tienes que practicar a diario.

Tienes que concentrarte en lo que estás haciendo, no vale hacer los ejercicios de cualquier manera.

Tienes que tener unos ejercicios específicos.

Los dos primeros puntos son importantes, pero están muy claros.

Haz los ejercicios a diario y hazlos bien.

¿Pero cómo sabes qué tienes que hacer?

No vale hacer unos ejercicios cualquiera.

Tienen que estar enfocados en mejorar aspectos concretos de tu voz.

Puede pasarte factura entrenar unos ejercicios cualquiera.

Por ponerte un ejemplo lo voy a comparar con un deporte.

Imagina que quieres muscular tus piernas y haces ejercicios para los brazos.

Acabarás con unos brazos muy musculosos, pero tus piernas estarán exactamente igual.

Y esto en realidad no es un problema.

El problema es cuando encima nadie te corrige el cómo lo estás haciendo.

Porque ahora supón que sí estás haciendo ejercicios para las piernas, por ejemplo, sentadillas.

Si las haces de manera incorrecta puedes dañar tus rodillas.

Necesitas a alguien que te diga cómo hacer ese ejercicio correctamente.

Con las sentadillas puede parecer más fácil, porque tú puedes ver a alguien haciendo sentadillas correctamente y ves cómo sus rodillas no pasan la linea de sus pies, simplemente tienes que imitar eso.

Pero puede que no te hayas fijado en que lo que dobla son las piernas, no la espalda.

Y si tú doblas la espalda, acabarás con muchos dolores.

A lo que quiero llegar es a que hay muchos detalles que influyen a la hora de hacer bien un ejercicio, tanto físico como vocal.

Y para añadir dificultad al aprendizaje vocal, la voz no es tan visual como el deporte.

Sí puedes ver la cara de la persona, puedes ver su cuello y su cuerpo en general, pero no puedes ver lo que están haciendo sus cuerdas vocales.

Así que imitar es aún más difícil en este caso que en el de las sentadillas.

Porque te puedes guiar por el sonido, pero no sabes en qué medida se tiene que parecer lo que tú estás haciendo y lo que está haciendo esa otra persona.

Has de tener en cuenta varias cosas antes de imitar un ejercicio de otra persona:

Cada voz es diferente y suena diferente

Si intentas parecerte a otra voz o sonar como ella, cuando tu voz es muy distinta, no vas a sonar natural.

Lo más probable es que añadas tensiones en tu laringe para intentar sonar como esa otra persona.

Lo que tienes que hacer es liberar la naturalidad de tu voz y dentro de esa naturalidad sonar lo mejor posible.

Depende del tiempo que lleves practicando unos ejercicios concretos, van a sonar de una manera o de otra

Así que tu profesor o el que ha grabado el ejemplo de un ejercicio lo habrá practicado durante mucho tiempo, mientras que tú estás empezando.

Así que si sientes que no progresas, prueba un cambio en tus ejercicios y si tienes la posibilidad de hacerlo, deja que un profesor te guíe.

¿Seguro que no estás mejorando?

Como te comentaba al principio del artículo, a veces no somos conscientes de los avances que estamos haciendo.

Porque parece que siempre sea volver a empezar.

Si ya tienes controlado un ejercicio y entonces tu profesor te lo cambia, te da la impresión de que vuelves a estar en la casilla de salida, pero no es así en realidad.

Porque vas a tenerlo controlado mucho más rápido que la otra vez.

También es posible que tu profesor vuelva a ejercicios que ya habíais hecho en el pasado.

Esto no significa en absoluto que hayas vuelto a empezar o que no hayas progresado.

Los ejercicios se han de hacer cuando se necesitan, no tienen por qué seguir una progresión cronológica.

De hecho, si llevas un registro de cuando empezaste y lo comparas con cómo haces ahora los mismos ejercicios te darás cuenta de que están mejor, siempre que sigas una rutina de ejercicios correcta, la hagas de manera constante y concentrado en lo que haces.

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  • elena dice:

    Excelente! ..Como siempre 😀

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