¿Hasta qué punto es real lo de tener talento nato para cantar?

talento nato para cantar

Me encanta cantar pero no tengo talento nato para cantar, yo tengo una voz horrible, yo no canto ni en la ducha…

Todas esas frases las he escuchado por activa y por pasiva.

Sobre todo en boca de personas para las que ya soy su última opción para aprender a cantar.

Durante toda su vida han intentado dar el paso, pero no tener talento nato para cantar o no tener una voz bonita les ha frenado.

Una de las barreras más fuertes es pensar que cantar es un talento y que tú no lo tienes.

Pero aunque cantar pueda parecer un talento, más bien es una habilidad y te voy a explicar por qué.

A mí me dicen muchas veces que tengo talento nato para cantar, y me irrita que me digan que he nacido con este talento.

Porque no es así.

De hecho, tengo un vídeo de mí a los 6 años que demuestra lo contrario, pero no te lo pienso enseñar. 😛

Para empezar, yo no sabía nada sobre técnica vocal.

Me creía ciegamente lo de que puedes cantar con el diafragma y pensaba “creo que ahora mismo estoy cantando con el diafragma…”.

Y para hacerlo apretaba la barriga.

Ahora sé que esto no es así.

Lo cierto es que fui muy lenta en mi desarrollo como cantante, pero sin saberlo empecé a entrenar mi voz desde pequeña.

Ya te he dicho antes que a los 6 años ya me gustaba cantar y ¡me dejaba grabar!

Sólo cantaba y cantaba a todas horas.

En mi vida siempre estuvo presente la música.

Mi padre cantaba y lo disfrutaba mucho y cuando no cantaba, escuchaba mucha música.

Cada día se escuchaba música en mi casa, era algo natural.

Y en el colegio también nos hacían cantar cada día.

Así que yo crecí en ese ambiente, un ambiente musical.

Y el caso es que en mi tiempo libre, cuando acababa los deberes, lo único que me ocupaba era escuchar música y escribir letras de canciones.

Letras que ahora cuando leo me hacen reír, pero que por aquel entonces eran muy importantes para mí.

Tenía un radiocasete con el que grababa los éxitos de la radio y después transcribía las letras a mano para poder cantarlas.

Sí sí, hasta las letras en inglés (y yo no sabía inglés).

Pero así iban pasando los años, y yo seguía cantando a todas horas.

Y en mi época no había ordenador ni Smartphone, así que lo único que tenía era mi radiocasete.

No podía buscar las letras de las canciones ni las podía imprimir.

No podía conocer todas las bandas ni todos los cantantes, sólo los que salían por la radio.

Pero aún y así conseguí avanzar y cuando tenía 17 años tenía una voz bonita.

No era una cantante increíble, pero afinaba bien.

Y no recuerdo a nadie que me dijera que tenía talento nato para cantar, sólo a una amiga mía, ¡pero ella no cuenta porque me quería! 😀

Aunque me costaba mucho cantar fuerte, siempre cantaba baladas y canciones muy suaves con mi voz airosa, por supuesto, siempre en soledad.

Me daba muchísima vergüenza.

Pero todo en mi vida me llevaba siempre hacia la música.

Por cosas del destino empecé a cantar con un grupo de amigos, aunque nunca pasamos de los locales de ensayo y me daba tanta vergüenza que casi siempre cantaba con los ojos cerrados.

Aún y así me lo pasaba genial y me gustó tanto que cuando aquello acabó, a la primera oportunidad que tuve de entrar en una banda la aproveché, por más vergüenza que me diera.

Empecé como coro y me sentía arropada por el cantante, porque yo no tenía que hablar con el público. :p

Pero luego el destino me llevó a ser cantante solista en otra banda y cuando empezaron los directos, empezaron las críticas.

Tienes una voz bonita, pero… mucho aire, mal inglés, hablas fatal con el público, te mueves raro…

Lo pasaba fatal con todo aquello y me daba mucho respeto el escenario, porque escuchaba atentamente todas las críticas y dolían.

Pero las utilicé para saber qué tenía que mejorar.

Al fin y al cabo, no había nacido con un don, estaba modelando mi voz a base de trabajo duro.

Este trabajo a veces se me hacía cuesta arriba, porque había cosas que no sabía cómo arreglar por mi cuenta.

Pero seguí trabajando cada día a mi manera y sin apuntarme a clases de canto porque mis padres no me hacían caso.

Cantaba canciones de todo tipo y me escuchaba a todas horas, de manera muy objetiva, intentando quedarme con lo que había por mejorar.

Si tenía la suerte de que alguien grababa el concierto en vídeo, lo miraba atenta estudiando mis gestos, mis caras… siendo crítica y eligiendo cambiar esto o lo otro para la próxima vez.

Y aunque ahora sé que sólo cantar canciones no es la manera correcta de educar tu voz, a mí me fue muy bien.

Sobre todo para conocer mi propia voz y aprender a cambiar lo que no me gustaba.

Aunque había cosas que mi técnica no me permitía cambiar, por mucho que yo quisiera.

Hasta aquí, sólo otra amiga que también me quería y me quiere mucho, me decía que yo tenía talento nato para cantar.

Pero luego algo cambió.

Empecé a estudiar con buenos profesores y a corregir técnicamente los errores que cometía.

Empecé a estudiar para ser profesora y entendí mucho mejor todo.

Y todo el trabajo previo que había hecho, junto con el nuevo le dio un nuevo giro a mi voz.

Y ahora todos los que me escuchan me dicen que tengo talento nato para cantar.

Pero ahora sabes que no es así.

Podía tener cierta facilidad para afinar, una voz muy musical y muchas, muchísimas ganas de trabajar en mi voz, pero no nací así.

Fueron las circunstancias de la vida y mis propias decisiones las que me fueron llevando al punto donde estoy ahora.

Y te cuento todo esto para que te des cuenta de que aunque algunas personas parece que hayan nacido con un don, seguramente, como a mí, hay una serie de circunstancias que les han llevado donde están.

Puede que como yo crecieran en un hogar muy musical.

Puede también que les apasionara tanto cantar que lo hicieran a todas horas.

Eso se traduce en práctica, práctica y más práctica.

No puedes compararte con algo así si tú nunca has cantado antes.

¡Y ojo! Con esto no estoy diciendo que sin haber tenido una infancia muy musical cantar sea imposible para ti.

Si la hubieras tenido, probablemente cantar sería más fácil y llegarías a tu objetivo más rápido.

Pero esto es exactamente igual que un idioma.

Tiene más ventajas para aprender un idioma una persona que haya crecido con sus padres hablando ese idioma o varios idiomas, que alguien que parte de cero.

Pero si tú practicas mucho muchísimo, puedes acabar hablando ese idioma igual de bien.

Así que si realmente te gustaría, pero crees que no puedes porque no tienes talento nato para cantar, déjate de tonterías y ponte en marcha.

Desde el punto en el que estás sólo puedes avanzar y avanzar.

Únicamente recuerda que tienes que cuidar tu voz y no forzarla, porque eso sí te haría retroceder.

No mires atrás ni te lamentes por lo que no has tenido, alégrate de tener lo que tienes y lucha por tener lo que quieres.

Imagen: Public Domain Dedication (CC0) Algunos derechos reservados por Bernard Spragg

  • Luis M. Rossi dice:

    Muy certero , a mi me ha pasado algo similar , y hoy en dia me he puesto a pruebas, por ejemplo con una cancion a ritmo de merengue que le hice a un candidato politico y compuesta por mi, pude observar que a las gentes les gusto incluso hicieron buenos comentarios delante de mi sin saber realmente quien lo cantaba, hace aproximadamente 8 meses y se que si lo hago de nuevo quedaria mucho mejor por que en ese transcurso he aprendido mas y con ustedes, gracias y que Dios les siga bendiciendo.

  • NATALY DIAS dice:

    HOLA me llamo Nataly, quería agradecerles no he escuchado en orden los episodios pero los que he sacado están muy buenos y me ha sacado de muchas dudas, es mas estoy aprendiendo cosas que no conocía.
    MUCHAS GRACIAS Y VOY A PRACTICAR MAS Y MAS…

  • Tania dice:

    Hola 😀
    Tengo 13 años, y no crecí en ambiente musical, pero canto diariamente, canto sin darme cuenta, y muchísima gente me dice que tengo un «don», pero no lo creo así, por eso estoy aquí, porque pienso que puedo mejorar mucho, y a eso vengo, me ayudais mucho, y a veces me resolveis dudas que no sabía ni que tenía?

    Muchas gracias por todo?

    • Es muy bueno que a pesar de que se te dé bien quieras mejorar. Eso te hará aún mejor o lo más importante, conservar muchos años lo que tienes.

  • >