Para muchos, entrar a estudiar canto en el conservatorio es el máximo logro a conseguir, porque piensan que ahí tendrán la mejor formación y aprenderán lo que en ningún otro sitio van a poder aprender nunca.
Y sí, van a aprender lo que es sufrir.
Si quieres perseguir una carrera como cantante profesional de música clásica, estudiar en el conservatorio te puede abrir muchas puertas, pero debes ser consciente de a qué te vas a enfrentar una vez estés dentro.
En cambio, si la música clásica te importa poco, mi recomendación es que ni te acerques al conservatorio y busques a un profesor que sepa lo que hace.
Nota: en este artículo voy a hablar exclusivamente del conservatorio de canto clásico, con información de conservatorios de España, que es lo que conozco.
Utilizan métodos de enseñanza arcaicos
Respiración, diafragma y postura es en lo que basan toda su enseñanza.
Se resisten a reconocer los descubrimientos acerca del funcionamiento y docencia de la voz, o simplemente ignoran que existen porque no se preocupan de renovarse y seguir mejorando como profesores.
Pero podemos ir incluso más lejos.
Yo empecé estudiando con un profesor de canto del Liceu de Barcelona durante 1 año, semana tras semana, y una vez le pregunté una duda sobre el funcionamiento de la voz.
Se limitó a contestarme “Eso no me suena que sea así”, mirándome como si fuera tonto por preguntarlo, y nunca se molestó en descubrir la respuesta a mi pregunta.
Con los años, también he tenido la oportunidad de hablar con algunos profesores de canto de conservatorio, y suelen ser MUY cerrados a todo lo que es diferente a lo que enseñan, aunque funcione mejor.
Se escudan en la disciplina para abusar de las personas
No estoy exagerando, en absoluto.
El mundo de la música clásica se caracteriza por ser muy duro, y los profesores de canto lo llevan al límite.
Seguro que conoces esa figura del profesor estricto y disciplinado, al que se le ha olvidado cómo sonreír, el que nunca está contento con lo que haces y el que tiene sus “alumnos estrella” que son a los únicos que trata bien.
Esa figura existe, y es bastante habitual.
Yo mismo sufrí este tipo de maltrato, teniendo que aguantar que mi profesor de canto se riera de mí más de una y dos veces por hacer mal alguno de los ejercicios que me pedía.
Si crees que eso es enseñar, te aseguro que no, y también te puedo asegurar que no es la forma más efectiva de aprender, y mucho menos la más divertida.
Yo porque soy como soy y lo mandé a paseo, pero hay gente que tiene problemas de autoestima por culpa de sufrir este tipo de comportamientos.
ELIGEN a su alumnado con pruebas de acceso
Como hay menos plazas que gente interesada en estudiar en el conservatorio, es muy lógico que se hagan pruebas de acceso para hacer una criba.
¿Qué pasa con esto? Que se quedan con los que ya saben cantar, y encima con los que mejor lo hacen.
¿Para qué coger a gente que lo hace mal, no?
Tiene sentido, hasta cierto punto, porque al final es una gran máquina del engaño funcionando a la perfección:
El conservatorio tiene muchísimo prestigio, por lo que entrar a estudiar ahí es lo mejor que te puede pasar. Sólo con que haya un cantante sobresaliente y consiga una carrera impresionante en el mundo de la música, aumenta el prestigio del conservatorio y la rueda vuelve a empezar.
Además, es curioso como muchos alumnos del conservatorio acaban siendo profesores en el mismo conservatorio…
¿Prestigio?
Todo esto pone en duda para qué te sirve ese prestigio que tiene el conservatorio.
Esta máquina que es el conservatorio no produce buenos profesores. Produce profesores que quieren vivir cómodamente gracias a que cantan bien, a pesar de no saber enseñar.
Ese prestigio no te ayuda a ti, les ayuda a ellos a conseguirlo.
Si hay alguna garantía detrás de este prestigio, es la garantía de que como no seas el mejor de todos, no vas a aprender nada y lo vas a pasar mal.
Esto me recuerda mucho a la historia que cuenta Seth Riggs sobre cómo lo echaron de la National Association of Teachers of Singing (Asociación Nacional de Profesores de Canto), y en vez de parafrasearle, voy a pegar aquí un fragmento de una entrevista con él (extraído de aquí):
Entrevistador: Fuiste expulsado de la NATS. ¿Por qué?
Seth Riggs: Hay una regla en NATS que dice que si un estudiante ha dejado a un profesor y acude a ti dentro de seis meses a un año, se supone que tienes que llamar a ese profesor e informarle de que el estudiante ha acudido a ti y ver si hay cuentas pendientes con él o ella. Por supuesto, muy pocos profesores siguen esta regla de llamar al profesor anterior y, me encontré en una situación en la que hacía 18 meses desde que un estudiante había dejado a su profesor anterior, por lo que no tenía motivos para seguir la regla. Fue una situación políticamente motivada. Estaba en desacuerdo con otros profesores de voz sobre la pedagogía. Yo todavía era un profesor relativamente joven y decía claramente lo que pensaba acerca de lo que yo entendía como defectos en lo que se estaba enseñando. Hice lo mejor que pude para ser respetuoso esperando en las reuniones [de NATS] hasta que los miembros más importantes decían sus opiniones, y luego decía la mía. Imitaba lo que estaban haciendo sus alumnos y luego les prescribiría, de una manera extremadamente concisa, soluciones muy precisas para esos problemas, utilizando una coordinación diferente. En cierto modo, los puse en evidencia. El presidente se me acercó después de una reunión y me dijo; «Ahora veo por qué te odian. Nunca había visto a un profesor usar su voz de esa manera, imitando lo que el alumno hace incorrectamente y luego demostrar una manera mejor de forma tan eficiente». Además, cuando veía gente cantando muy mal, rompiéndoseles la voz en los puentes y desparramando las vocales en el rango agudo, hablaba de ello con otros profesores durante el descanso. Pensaron que estaba siendo sarcástico, pero yo creía que estábamos allí para involucrarnos en esos problemas y ayudar a las personas. También alcé mi voz sobre el hecho de que estaban aceptando a muchos vocal coaches como miembros que se hacían pasar por profesores de canto. Hice muchos enemigos, y cuando tuvieron la oportunidad de deshacerse de mí, lo hicieron gracias a un tecnicismo.
Entrevistador: ¿Por qué esa actitud hacia muchos profesores de canto?
Seth Riggs: Porque no están enseñando una pedagogía que sea propicia para que el estudiante cumpla con sus objetivos. La mayoría de los jóvenes no tienen absolutamente ningún interés en la ópera. Les meten en la cabeza que si puedes cantar ópera, puedes cantar lo que sea. Menuda sarta de tonterías. Si una mujer desarrolla una voz mixta apagada en su sistema nervioso central y no puede extender su voz al registro de pecho sin que se le rompa la voz, tiene muy poco o nada que hacer en el mundo no clásico, y eso es lo que casi todo el mundo quiere escuchar, canto no clásico. No es ético que los profesores de canto impongan sus metas a los estudiantes y les enseñen una forma de cantar que los haga incluso menos capaces que antes de cruzar las puertas de sus estudios, de sobrevivir en el área de canto que los estudiantes desean perseguir.
Tienen un programa de estudio inamovible
Al ser una institución tan grande, sus estudios están divididos en grados, y en cada grado está muy claro lo que hay que estudiar.
El problema es que las personas no funcionamos por grados. La voz no funciona por grados.
Cada persona tiene un conjunto de virtudes y carencias muy específico, y necesita trabajar aspectos concretos de la voz, de formas distintas.
En el mejor de los casos, esto significa que vas a aprender en 10 años lo que podrías aprender en 2, y vas a tener que estudiar muchas cosas que ya sabes hacer.
En el peor de los casos, cosas que ya haces bien te van a decir que están mal, y todo lo que te enseñen no te va a ayudar a mejorar.
Muchos cantantes vienen a nosotros muy frustrados por este tipo de enseñanza.
Tienes que estudiar muchas más cosas a parte de la voz
Si lo que quieres sólo es ser mejor cantante, prepárate, porque estudiar en el conservatorio significa estudiar otras cosas.
Por ejemplo, en el conservatorio de Barcelona tienes que elegir un segundo instrumento que estudiar.
Aunque también tienes que aprender cosas como solfeo, lectura de partituras, etc.
No digo que todo esto sea algo malo de por sí, pero si lo haces sólo para poder estudiar canto en el conservatorio cuando realmente todo lo demás no te gusta… te vas a frustrar y vas a acabar muy quemado.
Y no, todo esto no lo necesitas para ser un cantante profesional.
Tienen normas estúpidas
Una estudiante de conservatorio me explicó una vez que no le permitían vestir con zapatillas deportivas durante las clases.
Incluso me han explicado historias de profesores que les prohíben a las chicas tomar ciertos métodos anticonceptivos.
Que la música sea tu vida me parece de lo mejor que te puede pasar, pero llevarlo a ese extremo pienso que es enfermizo.
Hola.
Me gustaría comentarte mi absoluto desacuerdo con el artículo en general.
Para empezar, no es lo mismo cantar que ser músico. Si quieres ser músico, tendrás que estudiar el resto de asignaturas: armonía, historia de la música, lenguaje musical, análisis…
Si lo que quieres es cantar «de oído», como suele decirse, evidentemente no es necesario que vayas al conservatorio. Para eso puede estudiar con un profesor de canto y sabrás SOLO cantar (en el mejor de los casos), pero no todo lo demás que puedo confirmar que te aporta una base imposible de adquirir solamente aprendiendo la técnica de canto (sea cual sea).
Por otro lado, la experiencia de uno o dos alumnos no puede generalizarse y considerarse el ambiente habitual de un conservatorio. Tengo 27 años y estudio en el conservatorio desde que tenía 7. Empecé y terminé el grado profesional de viola y más tarde comencé con canto y llevo 4 años. En 20 años solo he conocido a cuatro profesores que sigan el perfil que señalas. También estudié la carrera de Periodismo y puedo asegurarte que en 4 años encontré muchos más con este perfil.
Por supuesto que hay malos profesores, como los hay en la universidad (pública o privada), en los institutos (públicos y privados) y en las escuelas de música privadas, por poner varios ejemplos.
Respecto al acceso. ¿Acaso con unas PAU no se elige al mejor? Ocurre así en todos los estudios en que la oferta es menor a la demanda. No entiendo que se vea negativo realizar unas pruebas y coger a «los mejores».
Por último, esto no libra de todo mal a los centros de música públicos, pues estoy de acuerdo con que el currículo es muy mejorable, así como también muchas normas (por lo general, marcadas por el sistema educativo de la provincia en cuestión).
Sin acritud, es sólo una opinión más.
Gracias por dejarme expresarla.
Un saludo.
Muchas gracias por tu opinión, Inca.
Completamente de acuerdo que este panorama está en más lugares y no sólo conservatorios. Sin embargo, desde las experiencias que he vivido y me han explicado, existe un cierto aire elitista que suele deteriorar aún más la autoestima de los alumnos.
Sobre tu experiencia, la verdad es que me alegro que no haya san sido tan mala, aunque 1 mal profesor cada 5 años me sigue pareciendo una cifra demasiado alta. Por otro lado, las experiencias que me han llegado no son sólo de 1 o 2 alumno. No creo haberlo dicho en ningún sitio, pero aprovecho para aclararlo aquí: son experiencias mías, de Esther, y bastantes alumnos. De hecho, a día de hoy nos siguen llegando historias nuevas.
Sobre las pruebas de acceso, tiene sentido desde cierto punto de vista, por supuesto. Si hay exceso de demanda hay que filtrar de alguna forma. Mi problema con esto son dos cosas:
1. Si sólo cogen a gente que canta bien, el foco de enseñanza cambia mucho. Se centran más en enseñar a interpretar las canciones que a mejorar los aspectos técnicos. Y no está mal! Pero estaría bien que lo dejaran claro, porque por muy bueno que seas, siempre hay cosas a mejorar (y esto también se nos aplica a los profesores de canto).
2. Cuando rechazan a alguien, suelen acompañarlo de un «dedícate a otra cosa». De nuevo, volvemos al aspecto elitista, y la gente queda destrozada. Lo sé porque tenemos alumnos que alguien les dijo una vez que no valían para cantar (no necesariamente fueron profesores de canto, pero los hay), y que ahora que están jubilados quieren volverlo a intentar y… vaya! Resulta que sí que valían. Imagínate haber desaprovechado 30, 40 o 50 años sin hacer algo que te apasiona tanto como para volver a intentarlo después de tanto tiempo.
Si quieres ser músico (instrumentista o cantante, pero también compositor, ser capaz de tocar una canción sin haberla escuchado apenas o nada, etc.), sin duda yo lo recomiendo, pero no veo que sea 100% necesario y no todas las personas que quieren cantar quieren también hacer todo eso. Por no decir que puedes ser cantante profesional (eso se considera ser músico?) sin saber solfeo. Sin ir más lejos, uno de los mejores guitarrista que he conocido no tenía ni idea de solfeo.
Y aunque no puedo asegurarlo al 100%, existen artículos que dicen que Pavarotti no podía leer partituras:
https://www.deseret.com/1997/7/21/19324656/pavarotti-confesses-he-cannot-read-music
Si lees este otro artículo, parece que no es el único: https://elpais.com/diario/1997/07/21/ultima/869436001_850215.html
En resumen, lo único que quiero es que quede muy claro para qué querrías ir a estudiar a un conservatorio, y cuándo no deberías ir.
Muy bueno! Concuerdo, he notado que el canto popular es subestimado, y si no es de forma particular, no hay espacio para su enseñanza formal, siempre es lírica, y si hay espacio, es como decis vos, aprendiendo un instrumento armónico, lenguaje musical, entre otras habilidades, que si bien ayudan, esas son materias troncales, es decir, hay que dominarlas muy bien, o no avanzas nunca. Es super frustrante, y ni siquiera la gozas de lo que haces, pero el prestigio lo vale todo? Jajaja hoy soy muy consciente que no, el innovar, buscar alternativas, investigar, experimentar con el cuerpo las bondades del canto, eso es lo que nos llena, nos hace vibrar y mejorar como profesionales. Me encantan sus artículos, soy de Argentina, y estamos en una situación muy similar respecto al tema. Gracias por todo lo que enseñan!! Saludos enormes!!
Totalmente de acuerdo! El prestigio no lo vale todo.
Pienso que deberían existir más consultores vocales para trabajar la parte técnica de la voz.
Gracias por compartir tu opinión!
No creo que este ataque personal contra la técnica tradicional sea necesaria. Lo que muchas personas piensan equivocadamente acerca del canto lírico no va a cambiar tan fácilmente. Usted maestro por favor continúe su labor de ayudar, esto no vale la pena en verdad.
No es ningún ataque personal. De hecho no es ningún ataque, aunque entiendo que se pueda sentir como tal.
Yo sí pienso que puedo ayudar a alguien a replantearse cosas. No digo cambiar sus ideas, pero sí a pensar «hay algo más a parte de lo que me han dicho?». Y pienso que puede ayudar porque en el año 2005 me llegó información que ponía en entredicho todas estas enseñanzas y gracias a ello conseguí encontrar otras formas de entrenar la voz, mucho más lógicas.
Gracias por tu comentario, Fernanda 🙂
No diré o generalizaré tanto como que sea malo el Conservatorio. Imagino que dependerá de que profesores le toquen a un@. Pero en mi caso particular, sí que me ocurrió lo que comentas.
Empecé de niño en un Grupo regional. Nos llevaban en un autobús, nos «soltaban» y repartían en el pueblo, a comer a casas de desconocidos y a cantar. Aprendías básicamente observando a los que eran un poco mayores y sabían. Pero explicar, me explicaron muy poco o nada. A pesar de la fama de la «Escuela».
En alguna ocasión que pregunté qué era eso «del tono» que le decían al director de rondalla u orquesta:
«Este niño canta en Re, en Sol…» solo me decían «Cuando seas mayor, ya lo sabrás». ¿¿??
Así que hala, a echarle «intuición» delante de cientos y cientos de personas.
A la vez unos años en una escuela de música municipal, a aprender solfeo. Pero con el tiempo obligaban como comentas a coger un instrumento de banda; viento o percusión o a la calle.
Cuando entré en el conservatorio, ya tenía un nivel muy alto. Al principio fue un paseo.
Pero ay… que me cambió la voz. Y la «profesora» funcionaria, en vez de orientarme o entenderlo, se dedicó a putear y ridiculizarme. De golpe, ya no era capaz de hacer los dictados. Me los sabía en la teoría, pero era incapaz de cantar o llegar a ciertas notas. Un calvario y ese año lo dejé ahí. Suspendiendo, claro.
Fui profesional, se puede decir que con esa base de niño y el resto de forma autodidacta. Fui aprendiendo por mi cuenta.
En los 80’s y antes, no había muchas escuelas de canto. Menos en pueblos.
Curiosamente compañeras cantantes profesionales que he tenido, eran joteras que normalmente «hacían dúos».
Para la voz principal de niño o niña, se valoraba mucho las voces que yo llamo «chillonas». Lo siento si ofendo.
Ningun@ de aquellas «primeras voces con mucha técnica, pero chillonas» conocí luego como Profesional.
Tampoco tuve el privilegio de conocer voces profesionales salidas del Conservatorio.
Todas las voces que he conocido eran las voces tirando a más graves, que hacían los dúos. Curioso.
El hacer muchos dúos de niñ@, hace que luego en la «vida real» salgan solas muchas cosas que interesan.
Porque tampoco explicaban como hacer dúos. Solo te fijabas en como lo hacían los más veteranos y lo repetías.
Tod@s los «profesores-as» que he tenido, ciertamente se han comportado como funcionari@s desmotivad@s.
Para mí, también es interesante cuando menos aprender bien solfeo y leer partituras, aunque no es imprescindible para cantar incluso profesionalmente si se tiene buen oído.
Saludos 😉
Lo primero de todo, siento que tú también hayas sufrido esto.
Lo que dices resume muy bien un problema: muchos profesores son profesores sólo porque se les da bien cantar de forma natural. De ahí que cuando no saben ayudarte, se enfadan, se frustran y te echan la culpa a ti por no saber hacer lo que ellos saben hacer de forma natural.
Y sin duda, aprender solfeo es muy interesante y animo a hacerlo si te gusta, pero como bien dices, no es un requisito indispensable para ser cantante profesional.
Muchas gracias por compartir tus vivencias! 🙂