Cómo expresar emociones al cantar, ¡pero no hagas llorar al gatito!

cómo expresar emociones al cantarUna de las cosas más difíciles con las que te encuentras al cantar es conseguir que los demás se emocionen.

Es algo que hay que trabajar por separado de la técnica una vez no tienes problemas con ella.

Todos sentimos y por tanto, todos podemos aprender a expresar nuestras emociones al cantar si nos deshacemos de algunos bloqueos que nos lo impiden.

En este episodio de El Sensei del Cantante quiero ayudarte con eso para que tú también puedas conseguirlo.

¡Cosas que descubrirás al escuchar este episodio!

  • Qué te bloquea al intentar expresar tus emociones al cantar.
  • Mi guía personal para practicar la expresión en cada canción.
  • Un ejercicio práctico con una canción.
  • ¡Un concurso de belleza muy reñido! 🙂

Ahora también puedes seguir el podcast El Sensei del Cantante en Apple Podcasts, Google Podcasts, Spotify, Amazon Music y SoundCloud, desde tu navegador o smartphone.

Transcripción del epsiodio

Cantar es una forma de comunicación, ya sea contigo mismo o con los demás.

A veces nos ponemos a cantar sin darnos ni cuenta, mientras hacemos actividades que tenemos en piloto automático: en la ducha, mientras limpiamos la casa, hacemos la cena, conducimos…

A mi modo de ver, en ese momento estás hablando contigo mismo.

La canción que estés cantando refleja mucho de cómo te sientes en ese momento. O eso o se te ha quedado enganchada de tanto escucharla.

Cuando quieres transmitir tus emociones a los demás te encuentras con una serie de obstáculos que te lo ponen más difícil.

Así que en el episodio de hoy vamos a ver:

  • Qué obstáculos aparecen para que no puedas transmitir emociones al cantar.
  • Una vez eliminados esos obstáculos, qué herramientas existen para poder expresar tus sentimientos a los demás.
  • Un ejercicio práctico con una canción.

Existen obstáculos que te impiden transmitir al cantar que sólo te distraen a ti.

Puede ser también que distraigan a tu público y también puede ser que os distraen a los dos a la vez, pero de ti y de tu reacción puede depender que sea una distracción fugaz o que te definan por ello.

Perder el tempo

No ir al mismo ritmo que la música te hace perderte y que llegue un momento en que te tengas que reposicionar.

Lo que está claro es que desde el momento en el que te das cuenta vas peleando contigo mismo para solucionarlo.

Ya he visto varios casos de personas que al intentar cantar con sentimiento cantan la canción mucho más lenta.

La practican un montón de veces, siempre sin la música y parece que quede muy bonita, pero al poner la música se pierde toda la magia, porque parece que vayan a rastras para cantarla a tempo.

Como por ejemplo en esta canción: (El ejemplo está en el audio)

Y si intentas cantarla así con la música…: (El ejemplo está en el audio)

¡Y ya te has perdido!

A veces el público no percibe esto, no se da cuenta, pero tú te encuentras con el problema de que pierdes el ritmo y al final sí se nota.

Para solucionar este problema, tienes que intentar practicar siempre con música o con un metrónomo.

Si necesitas más ayuda con esto, en el episodio 28 de El Sensei del Cantante tienes unos cuantos consejos que te van a venir muy pero que muy bien.

Perder el tono

Al intentar cantar con sentimiento puedes encontrarte con que pierdes el control de tu voz, y no sólo eso, sino que además empiezas a desafinar.

Esto es porque al intentar transmitir emociones haces algunas cosas que resultan perjudiciales para tu voz.

Puede ser que lo que hagas sea gritar para intentar transmitir un subidón, una emoción de énfasis.

Pero tu laringe sube, estás cantando medio tono más agudo y muy fuerte y sientes que hay algo que no va bien.

Has subido demasiado el tono y además estás gritando, con lo que tu voz suena muy estridente.

Tu público lo percibe igual, les suena estridente y desafinado y aunque no sepan distinguir lo que está pasando, lo que tienen claro es que no les gusta.

Otra de las cosas que puede que hagas es poner una voz muy airosa, para intentar transmitir una emoción de tristeza o de dulzura.

Lo que te pasa aquí es que apenas se te escucha, empiezas a notar como te quedas sin aire y no puedes terminar las frases porque te ahogas y al final acabas desafinando también.

Aunque les pueda gustar el sonido de tu voz, el público lo percibe como que no tienes mucha capacidad pulmonar.

Para solucionar este problema, tienes que ensayar la canción un millón de veces, para recordar que al llegar ese punto de énfasis tienes que mantener la compostura, en cierto modo, para no perder la técnica.

En cuanto al sonido airoso, también tienes que testear el nivel de aire que le quieres poner a la canción.

Recuerda que en el episodio 34 de El Sensei del Cantante te dimos algunos trucos para conseguir esto.

Que no sea tanto aire que no te permita terminar la frase.

No saberte la letra

Puedes transmitir emociones sin saberte la letra, sobre todo si prestas atención a la música y te dejas influir por ella.

Incluso puedes cantar una canción triste con alegría o una canción alegre con tristeza.

El sonido de la música también transporta esos sentimientos, no están todos en la letra.

Sin embargo, una muy buena manera de transmitir emociones es a través de lo que dice la letra.

Si te la lees y sabes de lo que habla o tienes tu propia interpretación, es mucho más fácil que al cantarla hagas sentir a los demás ese “algo” que estás sintiendo tú.

Pero la letra es un arma de doble filo.

Porque si te quedas en blanco en mitad de un bolo pierdes totalmente el feeling que habías conseguido.

Si repites algo que ya habías dicho o dices una palabra que no encaje, en general nadie se va a dar cuenta, pero tú sí.

Y ahí ya te has despistado y has perdido el rumbo.

Y eso sí lo van a notar.

Así que vas a tener que entrenar tu cara de póker.

¡¡Que no, que es broma!!

Pero sí te la vas a tener que aprender muy bien para evitar esos momentos incómodos.

Hay algunos cantantes que optan por leerla, pero entonces pierdes cualquier posibilidad de transmitir emociones.

Tus ojos están mirando un papel y pierdes la conexión con el público.

Es como si estuvieras hablando con alguien y no le miraras a los ojos.

Y esto nos lleva a otro gran problema para los que nuestro primer idioma no es el inglés pero nos gusta cantar en ese idioma:

La pronunciación

Existen dos perspectivas sobre este tema basadas en si eres o no consciente de una mala pronunciación.

Cuando eres consciente de que no estás pronunciando como se debería pronunciar vas a estar más pendiente de intentar hacerlo correctamente que de transmitir el mensaje.

Y si no eres consciente de que está mal pero es evidente para quien te esté escuchando, se van a fijar más en cómo estás pronunciando que en el mensaje que estás intentando transmitir.

Porque luego hay una tercera opción, que es la más frecuente, que estés pronunciando mal pero que nadie se entere: (El ejemplo está en el audio)

Ojos que no ven… ¡garrotazo que te pego!

Lo cierto es que en el mismo momento en el que estás cantando es mejor no ser consciente de que pronuncias mal, porque no puedes hacer nada por corregirlo in situ.

Pero sí es bueno que lo sepas después, porque en base a ese conocimiento puedes trabajar en mejorar.

Lo más importante es que practiques mucho el idioma para solucionar esto o al menos para tener más confianza en tu pronunciación y poder emplearte a fondo en transmitir el mensaje.

Lee mucho en voz alta para ganar soltura con el idioma.

Y un tip rápido para que des el primer pasito:

Hacer todas las vocales más cerradas, como si las dijeras a través de una U: (El ejemplo está en el audio).

Tu propia timidez

Ser tímido es un rollo.

No sólo no dejas que los demás vean dentro de ti, sino que además ni siquiera te permites a ti mismo hacer lo que quieres, porque te juzgas.

Piensas: Si hago esto se van a pensar que me estoy flipando… ¿dónde voy poniendo esta cara? ¿Dónde voy cantando así? Tengo que mantener la compostura.

¡Y no! Hay que dejarse llevar, hay que callar esa vocecita incómoda que te está frenando todo el día.

Como en los asuntos del amor, hay que arriesgarse.

Ah… a día de hoy yo sigo luchando contra esto.

Y lo que mejor me funciona es olvidarme de que estoy grabando e intentar ser yo misma.

Así, como ahora mientras te hablo.

O lo que me funcionó para los directos, hacer el papel de mi vida interpretando a una chica extrovertida y nada tímida.

Si te quedas con una cara estudiada y rígida va a ser imposible transmitir nada, ¡es como si cantase una estatua!

¡Y no lo dudes! Esto es algo que también vas a tener que practicar.

El último de los puntos de bloqueo, con mucho cariño, es la cara de tu madre

Y diciendo madre me refiero a esa persona que te mira desde el público y que te quiere muchísimo.

Y yo te hablo de ella porque al menos mi madre se queda mirándome fijamente y muy seria mientras actúo, y no puedo evitar pensar: ¿Por qué me mira así? ¿Lo estaré haciendo bien? ¿Estaré haciendo el ridículo? Quizás debería quedarme más quieta…

El caso es que la vocecilla de las narices vuelve a fastidiar y te distrae de transmitir lo que querías.

Y yo no sé si esto será muy común o sólo me pasa a mí, ya me lo contarás en los comentarios, pero yo probé hablar con ella para preguntarle por qué me miraba de esa manera.

Me dijo que estaba muy concentrada para no perderse nada.

Y como le dije que eso me había despistado, la siguiente vez estaba muy seria, pero cuando la miraba sonreía.

La verdad, ¡un poco de repente! Pero al menos lo intentó.

Lo que funciona muy bien es mirar hacia otra persona o hacia otra parte.

Y hasta aquí los bloqueos.

Y generalmente quitarlos ayuda muchísimo.

Pero si necesitas un empujoncito extra, te queda que te de algunas ideas para trabajar en esto de transmitir las emociones.

Así que te desvelo mis secretos:

Secreto nº1: Leerte la letra y decidir qué significa para ti

Te la tienes que leer unas cuantas veces para no confundirte con el sentimiento.

Si va de amor y nunca has estado enamorado, relaciona esa emoción con alguien a quien quieras mucho: tu madre, tu padre, un hermano, un amigo, tu mascota…

Si va de una pérdida y nunca has perdido a nadie, piensa por un momento cómo sería tu vida sin esa persona o ese bichillo al que tanto quieres.

¿Me sigues?

Tienes que adaptar la temática a ti, porque vas a ser tú quien cante esa canción.

No puedes hablar sobre las emociones de otra persona, tienes que hablar de las tuyas propias.

Secreto nº2: Escuchar la música y comprobar si sigue significando lo mismo

La letra y la música van de la mano, pero a veces cambia un poquito el significado si simplemente lees la letra a si además escuchas la música.

Por ejemplo, puede ser una canción en la que estás hecho polvo porque has roto con tu pareja.

Si sólo lees la letra piensas que tienes que estar súper triste.

Pero quizás al escuchar la música hay una parte en la que aparece una pequeña esperanza que no percibiste al leer sólo la letra.

Ahí tendrás que hacer un cambio, no podrás seguir sintiéndote tan triste, porque hay esperanza para el futuro ya sea con esa persona que perdiste o con otra nueva o simplemente quieres tanto a esa persona que deseas su felicidad.

Secreto nº3: Tienes que meterte en el sentimiento en cuestión

Vale, puedes decidir si la canción para ti es triste, alegre, te genera rabia… pero a la hora de cantarla no logras que se note nada y te vas distrayendo constantemente con otras cosas.

Así que tienes que conseguir sentir exactamente eso que quieres que los demás perciban al escucharte.

Si no se te da bien hacerlo de manera natural, y supongo que por eso estarás escuchando este episodio, tendrás que inducírtelo.

Para ello necesitas traer al presente un momento de tu pasado que evoque una situación parecida a la emoción que quieres.

Y aunque haya quien dice de las personas muy jóvenes que no han vivido lo suficiente como para poder cantar con emoción, yo te digo que eso son chorradas, porque tengas la edad que tengas, has vivido muchas situaciones en tu vida.

Situaciones que te han llevado a tener sentimientos de diferentes tipos.

Y aunque no sean exactamente los sentimientos que describe la canción, pueden ser parecidos.

Por ejemplo:

Si se habla sobre perder un amor o una disputa de enamorados, puede tratarse de una pelea con tu mejor amigo o amiga.

Y ahora un ejercicio práctico

Vamos a trabajar con una canción triste, pero preciosa, una que personalmente, nada más escucharla se me saltan las lágrimas: No estás de Ana Torroja.

He elegido esta porque es muy fácil empatizar y meterse en situación con esta canción.

Va sobre perder a una madre.

Tengas la edad que tengas, es algo que a casi todos nos afecta y nos pone tristes.

Sé que puede parecer muy duro meterte en este sentimiento, sobre todo si has sufrido una pérdida así, pero no lo estás haciendo como un juego.

De alguna manera, es también una terapia.

Esto es muy personal, pero como alguien que ha perdido a un padre, te puedo decir que para mí este ejercicio fue en cierto modo un consuelo y que me ayudó a vivir con ello y a no quedarme para mí la tristeza que sentía.

Aunque estuviera sola en casa mientras la cantaba y no estuviera compartiendo la emoción con nadie, salía de mí y eso es muy bueno.

Y si no has sufrido una pérdida así, que espero que no, si aún no tienes un nudo en la garganta sólo de imaginártelo, voy a ayudarte a entrar en el sentimiento.

Cierra los ojos y recuerda los momentos bonitos que has vivido con tu madre o con esa persona a la que quieres

(El ejercicio está en el audio)

¿Tienes un nudo en la garganta? Yo sí, la verdad…

Una vez dentro de este sentimiento, puedes cantar la canción, metiéndote en cada recuerdo, en los tuyos, no tienes que imaginar a un extraño.

Si repites el proceso unas cuantas veces, al final, cada vez que escuches esta canción vas a meterte en el sentimiento y vas a poder transmitirlo al cantarla.

Imagen: Atribución Algunos derechos reservados por Wonder woman0731

  • joel parra dice:

    Son demasiado buenos sus métodos y consejos, Dios les bendiga por enseñarnos saludos desde Venezuela

  • josue arevalo dice:

    Que bueno es saber que hay personas como ustedes los cuales comprenden a todos los que amamos esta forma de expresión. Y que están dispuestos a compartir sus conocimientos por el solo hecho de ayudar. Muchas bendiciones y felicidades

    • Muchas gracias Josue! Para nosotros es genial saber que hay personas que se benefician de lo que publicamos 🙂

  • Juan dice:

    Me alegra poder recibir tantos consejos de ustedes sobre el canto, a pesar de la distancia es como si estuviesen pendientes de cada uno de nosotros y saben lo que necesitan. Gracias por sus enseñanzas y sigan por ese sendero: «no hay mayor felicidad que compartir lo que sabes con aquellos que lo necesitan».
    Juan Paita – Perú

  • Nodier Giraldo Giraldo dice:

    Hola Esther, Muchas gracias por tan importantes consejos, son de gran ayuda. Me identifiqué con muchas de las dificultades que se tienen para transmitir las emociones y más cuando somos un poco tímidos y nos dejamos llevar por el subconsciente acusador que bloquea lo que queremos hacer por temor al qué dirán.
    Tendre muy encuenta todos sus consejos.

    Muchas gracias, Que tengas un lindo dia.

    Cordialmente

    Nodier Giraldo Giraldo
    Barranquilla Colombia.

  • YERI dice:

    Muchas gracias por tus consejos

  • Mandi dice:

    Esa vocecilla… ¡es tremenda! jajajja

  • Rocio F dice:

    Muchisimas Gracias Chicos como les agradezco!! En mi pequeña ciudad no tengo oportunidad de conseguir orientacion vocal profesional, pero leyendo y escuchando sus lecciones ¡Como he aprendido! Saludos desde Venezuela! El problema con el que estoy trabajando es la colocacion correcta de las voz, que me ostiga incluso cuando hablo! Pero si estoy viendo mejoras~~

  • Daniel Ceratti dice:

    Hola Esther.
    Grandes consejos para los que amamos cantar. Han sido todos muy útiles. Algunos (muy pocos) los practicaba por intuición. Al verlos reflejados en tus enseñanzas y comentarios pude mejorarlos con práctica.
    Gracias Daniel Ceratti

  • Ma de Lourdes Hdez dice:

    Esther, gracias por esta lección. Aunque algún punto ya lo practicaba, otros que has comentado me han servido bastante. ¡Siempre nos aportas algo útil y nos entiendes!

  • >