Personas a las que les gustaría cantar pero no saben si sirven para ello.
Instrumentistas a los que les gustaría cantar en su propia banda, ya sea por no poder encontrar cantante o por la ilusión que les hace, pero de nuevo no saben si sirven para cantar.
Padres a los que sus hijos les piden ir a clases de canto, pero no saben si sería perder el tiempo, porque quizás no sirvan para cantar.
Y la lista sigue y sigue…
¿Estás tú también en ella?
“¿Sirvo para cantar?”… Te estás haciendo la pregunta equivocada
Es normal que te la hagas, porque la voz es algo tan desconocido para muchos que hasta parece algo misterioso.
Pero es importante que sepas que no “sirves o no sirves”, porque cantar es una actividad física que se puede aprender.
Dicho de otra forma: ¿Sirves para cantar? Sí. ¿Sabes cantar? Puede que aún no.
Pincha aquí si quieres saber por qué sí puedes aprender a cantar.
Pero en mi opinión hay algo más importante que debes resolver antes de entender que sí puedes aprender a cantar, o si ya cantas, que puedes hacerlo mejor.
Para mi es un aspecto fundamental, y te lo voy a explicar ahora mismo.
¿Estás dispuesto a conseguirlo? ¿Cueste lo que cueste?
Aprender a cantar lleva su tiempo.
No existen métodos milagrosos, curas inmediatas ni magos cuando hablamos de esto.
Sólo existen caminos que nos acercan y caminos que nos alejan, y no hay carteles del estilo “para conseguir cantar con potencia coge la autopista VP-1 durante 100KM”.
Si estudias con criterio, sabiendo lo que haces y por dónde tienes que ir, te perderás menos, pero el camino sigue siendo largo.
Un profesor de canto que realmente te sepa ayudar suele ser imprescindible.
Si estudias a lo loco sin tener claro lo que tienes que hacer, el camino se hará interminable.
Todo esto es una incógnita que no se puede resolver hasta que has llegado a tu destino.
Y cuando llegues a ese destino, querrás llegar a otro, y así sucesivamente.
Lo que sí está claro es que te encontrarás a ti mismo en muchas ocasiones preguntándote si seguir practicando y trabajando tu voz vale la pena, porque crees que no avanzas y que no podrás cantar nunca.
Te aseguro que no serán pocas.
Es en esos momentos en los que verás si sirves para cantar realmente o no, porque tendrás que cambiar esa pregunta por otra:
¿Realmente vale la pena dejarlo?
Cuento de Navidad de Charles Dickens
Personalmente es un cuento que me ha gustado desde siempre, y siempre me ha hecho pensar.
Es por eso que te recomiendo que lo leas, o lo veas, o lo escuches, ya que hay mil y una adaptaciones a muchos formatos.
Si quieres una versión muy resumida (sin todo el peso emocional), aquí tienes la versión de Wikipedia.
También existen algunas películas (incluso para niños) que están disponibles en Internet.
Una búsqueda en Google hará el trabajo sucio por nosotros 😛
Cuento de Navidad de Charles Dickens desde el punto de vista de un cantante
¡Como lo oyes!
Este cuento da mucho que pensar, y está directamente relacionado con ahogar tus sueños.
Jacob Marley
Jacob Marley era el espíritu que se le presentaba al protagonista, Ebenezer Scrooge, para anunciarle la visita de los fantasmas de las Navidades pasadas, presentes y futuras.
Las cadenas de Jacob Marley representaban todo el egoísmo, desprecio que tenía hacia las personas, …
Para mi, Jacob Marley representa a cualquier persona, que conozcas o no, que por una razón u otra dejó de perseguir lo que más quería para conformarse con una vida gris.
Sus cadenas son sus sueños incumplidos, todas las ocasiones donde quiso decir sí en vez de no, o donde quiso decir no en vez de sí.
Si te planteas si sirves para cantar o no, seguramente es porque cantar es importante para ti, y esas cosas no suelen ser pasajeras.
Si le das la espalda a ese sueño sólo porque crees que no sirves, antes o después recibirás la visita de Jacob Marley.
El fantasma de las Navidades pasadas
El fantasma de las Navidades pasadas te muestra sombras de lo que fue.
Te recuerda tiempos mejores, decisiones que tomaste que ahora ves claramente que no tuviste que tomar, …
Todas esas experiencias te enseñaron lo que realmente vale la pena, lo que es importante para ti, pero a menudo lo olvidamos.
Esas experiencias te recuerdan lo que es ser feliz, estar contento contigo mismo (aunque por aquel entonces puede que no lo supieses), …
Esa es tu ancla para que no te dejes llevar nunca por la marea.
La marea de las personas que te hacen estar descontento contigo mismo.
El fantasma de las Navidades presentes
El fantasma de las Navidades presentes te muestra cómo viven otras personas las Navidades.
Sus problemas, sus alegrías, sus ilusiones, …
Pero lo más importante es que también te muestra que otras personas viven felices haciendo lo que les mueve, lo que realmente les importa, y para muchas de ellas es cantar.
Lo que no puedes ver son todos los momentos malos que pasaron luchando por ello, las dificultades, las decisiones difíciles que anteponían sus sueños a las opiniones de los demás, el decir no a una vida que no querían, …
Es fácil no caer en la cuenta de que a esas personas les ha costado un esfuerzo llegar ahí.
Es fácil caer en el error de pensar que lo han tenido todo fácil y que si tu lo tuvieses igual de fácil también serías así de feliz.
Ellos también han tenido decenas, cientos o miles de ocasiones donde se preguntaron si valía la pena seguir al pie del cañón, y en todas y cada una de ellas respondieron sí.
El fantasma de las Navidades futuras
El fantasma de las Navidades futuras te muestra lo que será si no cambias el rumbo de tu vida a lo que quieres.
Te muestra cómo será tu vida si optas por negar lo que realmente eres, lo que necesitas para vivir a nivel emocional.
Decir sí a un trabajo muy bien pagado pero que te consume todo el tiempo libre que podrías dedicar a cultivar semillas de las cosas que te hacen sentir vivo y bien.
Decir sí a una relación sentimental que te obliga a abandonar las acciones que necesitas emprender para seguir hacia delante con quien eres, con cómo quieres ser.
Posponer lo que sabes que no debes posponer.
Al final, si niegas lo que eres puedes convertirte en el próximo Jacob Marley.
La Navidad son tiempos de recapitulación y de marcación de nuevos objetivos.
Aprovecha y marca tú los tuyos, espero que en base a lo que te he explicado aquí, si es que eso te ha movido a luchar por la voz que quieres 🙂
No te olvides de que puedes ayudar a otras personas a luchar por sus voces si compartes este artículo 🙂
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