Mapa del tesoro para fortalecer la voz de pecho

fortalecer la voz de pechoFortalecer la voz de pecho es fundamental para asentar los cimientos de tu voz.

Y es que, aunque es bastante común que como cantante te pase, obsesionarte con las notas agudas y sólo con ellas, es una mala idea.

Casi todos queremos hacer notas muy altas, pero no por ello hemos de descuidar el entrenamiento de la voz de pecho.

¿Quieres saber más?

Hay casos en los que, sin quererlo, te ves encasillado en una categoría vocal o en otra y sólo trabajas las notas que vas a cantar en las canciones.

Un ejemplo muy común es el de una soprano que sólo desarrolla su voz de cabeza para cantar notas agudas, descuidando totalmente su voz de pecho.

Este camino le lleva directamente a un desequilibrio vocal.

No intentar fortalecer la voz de pecho hace que te pierdas todos los beneficios que ese entrenamiento te da.

La X marca el lugar: ¿Qué tesoro encuentras al fortalecer la voz de pecho?

como entrenar la voz de pecho
AtribuciónNo comercialCompartir bajo la misma licencia Algunos derechos reservados por Stéfan

Un tesoro no siempre son sólo joyas o monedas de oro.

Y aunque esas cosas siempre vienen bien, el tesoro que encontrarás al fortalecer la voz de pecho es algo que te durará toda la vida y te llevará a tener otras cosas que también quieres.

Más potencia en tu voz

Nunca viene mal tener más potencia, tanto en las notas agudas como en las graves.

Fortalecer la voz de pecho hace que personas que tienen una voz débil o floja puedan aprender a alzarla sin hacerse daño, sin tensiones.

Esto quiere decir más volumen para tu voz sin dañarla.

Menos fallos de afinación

Una voz inestable se encuentra con problemas de afinación al cantar, incluso en las notas más graves.

Si trabajas en fortalecer la voz de pecho, vas a conseguir reducirlos al máximo y eso te dará más confianza, no sólo en tu voz, sino en ti mismo.

Uniformidad

¿Cuando cantas notas graves se te escucha muy bajito y en las notas agudas se te escucha a más volumen?

Esto es un problema, porque en las canciones hay tanto partes graves como agudas y no siempre puedes tener detrás a un técnico de sonido que vaya aumentando el volumen de tu micrófono o reduciéndolo dependiendo de lo que estés cantando en ese momento.

Si entrenas tu voz de pecho, al aumentar la potencia de tu voz, te será mucho más fácil aumentar el volumen de las partes graves sin gritar y eso le dará uniformidad a tu voz.

Estabilidad y consistencia

¿Te ha pasado alguna vez que al hablar te sale un «gallo» o flip?

Este es un problema muy común cuando hay una falta de consistencia.

La musculatura de las cuerdas vocales está débil y no es capaz de mantenerse en la coordinación que necesitas en cada momento.

Esto hace que en un momento determinado se pierda esa coordinación de golpe y aparezca un «gallo».

¿No sería genial que eso no te pasara más que de manera muy puntual?

Con todas estas riquezas que te he descrito, estoy segura de que te interesa encontrar el tesoro ya mismo. 😛

Y aún y así, no lo es todo.

Con una voz de pecho bien definida, el camino hacia las notas agudas se allana muchísimo.

¿Te vienes conmigo a por el tesoro? 😉

¿Qué camino tienes que seguir?

Como cualquier mapa del tesoro que se precie, el mío también tiene indicaciones precisas, así que ahí van 🙂

Indicaciones especiales: Cómo emitir la voz

Primero de todo, unas indicaciones para que sigas el camino correctamente.

Al emitir la voz, tienes que evitar tanto que suene airosa como que suene demasiado seca.

Para saber exactamente cómo tiene que ser, equipara la sensación con la que tienes al hablar.

Tiene que ser así de cómodo, así de fácil.

Dicho esto, he de puntualizar que no todo el mundo habla de la mejor manera posible.

Lo peor es que no solemos darnos cuenta de esto porque estamos acostumbrados a hablar de una manera determinada y para nosotros es lo normal.

Puede ser que seas consciente de este problema o puede ser que no.

Si tu voz hablada es muy airosa

Lo sabrás si:

  • Se te acaba el aire al hablar y te quedas sin aliento a menudo
  • Se te reseca mucho la garganta cuando llevas un rato hablando
  • Te cansas cuando hablas durante mucho rato
  • Te quedas disfónico con facilidad

En este caso, los staccato son tus amigos: Tienes que cortar el aire en cada nota.

Utilizar consonantes oclusivas como la P o la K, puede ayudarte, igual que las vocales abiertas como la A o la E.

De hecho, la sílaba KA te puede venir muy bien para reforzar tu voz de pecho.

Si tu voz hablada es muy tensa

Lo sabrás si:

  • Te duele la garganta o la mandíbula después de hablar un rato
  • No vocalizas bien
  • Te quedas disfónico con facilidad o a veces incluso totalmente sin voz
  • Hablas demasiado alto

Hay algunas de estas cosas que sólo puedes saber si te grabas y te comparas con otras personas.

Siempre hazlo de manera objetiva, ¡no seas duro contigo mismo de manera gratuita! 😉

En estos casos tienes que trabajar mucho en relajar tu voz.

Primero, asegúrate de que dejas que el movimiento de tu mandíbula sea natural.

Tienes que dejarla caer, que no se quede clavada y tus dientes no se queden juntos mientras cantas.

Para inspirarte, acuérdate de los muñecos de ventrílocuo, que mueven su mandíbula arriba y abajo 😀

Intenta que no haya cortes en seco entre sílabas, que haya fluidez.

Te pueden ayudar consonantes que no corten el aire, como la S o la F y vocales cerradas como la U o la O.

La sílaba FU puede ser tu gran aliada.

El punto de partida: Tu nota más cómoda

Para empezar, hay que ver cuál es tu nota más cómoda.

Habla y quédate con la primera nota que sale de tu boca.

Ahora localízala en un piano.

¡Ya sabes por donde empezar!

Las notas que se encuentran alrededor de esta son las que sueles utilizar cuando hablas, así que son las que tienes más entrenadas.

Esas notas te van a servir de base para fortalecer la voz de pecho y posteriormente poder trabajar a fondo el resto de tu voz.

Puedes utilizar escalas musicales cortas para afianzar esta zona de tu voz, de tres notas por ejemplo:

4 semitonos a la derecha: Notas más agudas

Sigue haciendo la misma escala pero ves semitono a semitono subiendo unos 4 semitonos.

Si te sientes cómodo, prueba a subir un poquito más, pero en cuanto notes un cambio, pasa al siguiente apartado.

8 semitonos a la izquierda: Notas más graves

Ahora tenemos que desandar el camino y movernos 4 semitonos más a la izquierda, o sea, en total 8 semitonos a la izquierda.

Así habremos trabajado 4 semitonos por encima de nuestra nota cómoda y 4 semitonos por debajo.

Cuando notes que no puedes seguir bajando semitonos, es el momento de parar.

¿Cómo sería esto? ¡Un ejemplo!

Por ejemplo, para un chico cuya nota más cómoda fuera el F3, estos serían los pasos:

¿Cómo seguir avanzando?

Prueba a hacer otras escalas parecidas, y cambiar a otras sílabas siguiendo las indicaciones que te he dado antes.

Poco a poco irás notando cómo tu voz va mejorando y vas adquiriendo todos los beneficios de los que te hablaba más arriba.

Cuando logres fortalecer la voz de pecho es hora de ponerte a trabajar en tu voz de cabeza.

Si quieres ver el mapa para encontrar tu voz de cabeza, haz clic aquí.

Y si te ha gustado este artículo, ¡comparte el tesoro con tus amigos en tus redes sociales y hazlos ricos a todos! 🙂

Imagen: AtribuciónNo comercial Algunos derechos reservados por jonmarlow

  • osmiro dice:

    excelente articulo me ha servido mucho mi voz es muy airosa y parte del problema creo que radica en que trabajo mi voz de mi nota mas cómoda hasta notas mas altas, pero ya se que debo trabajar notas mas graves. muchas gracias por sus aportes son muy útiles , saludos desde Colombia

  • >