La voz es el instrumento más complejo que hay.
Por un lado hay personas que nacen con talento innato para cantar y otras que no.
Por otro lado, personas que nacieron con talento pueden terminar cantando mal por diferentes circunstancias y personas sin talento pueden aprender a dominar su voz desde cero.
Además, nuestra voz va cambiando a lo largo de nuestra vida.
De hecho, muchas veces podemos deducir la edad de una persona sólo escuchando su voz.
Aquí voy a hablarte sobre lo que voy a llamar tormentas vocales, esos problemas ajenos a la técnica vocal que pueden dañar las voces de las personas.
Son como una tormenta que te moja aunque lleves un paraguas porque te viene agua desde distintos flancos. 😛
Las personas que se ven afectadas por alguno de estos problemas suelen tener más dificultades a la hora de cantar y tienen que tener un especial cuidado, pero no significa que no puedan hacerlo.
Grados de tormentas vocales
Hay muchas tormentas vocales, pero algunas son especialmente perjudiciales para la voz.
Otras afectan sólo de manera temporal.
Vamos a empezar por las más livianas:
Tormentas de verano
De repente cae un buen chaparrón y lo deja todo empapado, pero dura muy poquito rato y sale el sol enseguida.
Son cosas que te hacen sentir molestias en la voz, sobretodo al cantar.
Pueden ser de dos tipos:
- Las de «tú te lo has buscado»
- Las que son inevitables
Las primeras, tú ya sabes que te dañan la voz, pero aún y así lo haces por el motivo que sea.
Fumar, respirar humo, beber alcohol, ponerte el aire acondicionado a tope, no beber agua…
Las segundas, no puedes evitarlas, pero duran poco tiempo:
Estás enfermo, tienes la menstruación, no has dormido bien, estás muy cansado, estás estresado…
Todo esto son cosas muy malas para la voz.
Lo bueno es que las primeras son cosas que puedes controlar de algún modo y las otras duran poco tiempo.
Si no sabes cómo controlarlas, échale un vistazo a este artículo.
Tormentas que no terminan
Hay algunas tormentas vocales con las que tienes que vivir toda la vida.
Sabiendo esto, vas a tener que poner un especial cuidado en proteger tu voz.
El asma, las alergias, la hipertrofia de cornetes, el reflujo, el bruxismo, …
Estas tormentas las causa tu cuerpo sin que tu puedas evitarlas.
Hay algunas que puedes tratarte o incluso operarte, pero otras que van a estar ahí siempre.
Las tres primeras son afecciones en las vías respiratorias que te van a hacer más difícil cantar.
En el caso del asma, tu flujo de aire puede ser menor en determinados momentos, lo que puede hacerte difícil llegar al final en las canciones.
Además, si utilizas un spray inhalador, debes saber que hay personas a las que les deshidrata mucho, por lo que debes compensar esa deshidratación.
Las alergias y la hipertrofia de cornetes suelen hacer que tu cuerpo genere más mucosidad, lo que suele ser bastante incómodo a la hora de cantar, ya que la mucosidad no permite que nuestras cuerdas vocales puedan juntarse correctamente.
Esto puede hacer que fuerces la voz, en un intento de conseguir más potencia para tu voz, lo que aún te generará más mucosidad. 🙁
Debes evitar las cosas que te causen la alergia y si no lo sabes o son cosas que no puedes controlar y contra las que no puedes medicarte, has de poner especial énfasis en mejorar tu técnica vocal, de manera que no fuerces tu voz a pesar de la mucosidad.
La hipertrofia de cornetes puede producirse a causa de una alergia, aunque también por no cuidarte (por ejemplo ¡fumando!) y se puede remediar con una operación, aunque si no se elimina la causa, volverá a aparecer.
El reflujo es terrible para un cantante.
Hace que nuestra garganta se exponga a ácidos de nuestro estómago.
El ácido quema, así que imagina cómo afectará a tu voz.
Hay personas a las que les causa reflujo cualquier cosa que coman, mientras que a otras sólo algunas.
Existen medicamentos que puedes tomar para contrarrestar sus efectos, aunque si eres de los afortunados a los que sólo le afectan algunos alimentos, ya sabes lo que tienes que hacer: ¡no comerlos!
El bruxismo hace que aprietes tus mandíbulas una contra la otra sin querer.
A los cantantes nos afecta porque nos resta movilidad mandibular, lo que hace que no podamos vocalizar bien.
Para las notas agudas es fatal, puesto que necesitamos tener toda la cara relajada para poder darlas.
Esta tensión mandibular hace que nos sea mucho más difícil llegar a esas notas.
Existen las llamadas férulas de descarga, que nos ayudarán a descargar un poco esa tensión durante la noche.
La causa de este problema, suele ser mental.
El principal desencadenante es el estrés.
Así que a las personas que les afecte, no les vendría nada mal practicar alguna actividad física como el yoga para aliviar todo ese estrés.
Y ya para acabar y aprovechando que estoy hablando de problemas psicológicos, no me quiero dejar una tormenta vocal muy importante.
Nuestro propio cerebro, a veces, es un gran impedimento a la hora de cantar.
Puede hacer que un día, de repente, no sepas cómo hacer las notas agudas.
La raíz de este problema suele estar en que te has infravalorado, por el motivo que sea, y te has llegado a creer incapaz de hacerlo bien.
Por eso es vital que te valores a ti mismo y no permitas que te afecten las críticas que quieran hacerte daño, las que no sean constructivas, ¡descártalas!
Espero que te haya ayudado este artículo y ¡que lo compartas si así ha sido! 🙂
Imagen: Algunos derechos reservados por MattysFlicks
¡Hola! Muchas gracias, esto es muy interesante…
Gracias a ti, Natalia 🙂