Saber si tu profesor de canto te está ayudando realmente parece fácil.
Si aprendes a cantar es que sí, si no aprendes es que no.
Sin embargo, no es algo muy rápido de descubrir así que voy a intentar darte algunas pistas para que lo sepas antes de perder mucho más tiempo y dinero con esa persona.
Hay varios aspectos que tienes que tener en cuenta.
Que tu profesor funcione en uno de estos aspectos, no necesariamente significa que te vaya a poder ayudar.
Tiene que ser un compendio de todo.
¿Cómo tiene que ser la comunicación entre tu profesor y tú?
Vamos a ver a qué pistas tienes que prestar atención para valorar el nivel de comunicación de tu profesor contigo.
Pista número 1: Que le entiendas cuando te explique las cosas
No que creas entenderlo, que lo entiendas de verdad.
Esto es más difícil si te dice que te imagines que el aire es azul, o si no se le da bien explicar.
Pero es que es realmente importante que lo entiendas, porque si no no vas a avanzar igual de rápido.
No tengas miedo de decir que no has entendido algo.
Eso no significa que seas peor, sólo que no lo has entendido.
Tu parte del trabajo es entender lo que te explican, pero la suya es conseguir que lo entiendas, así que si no lo haces ha de buscar otra manera para que lo hagas.
Si lo supieras todo serías tú el profesor, así que no te avergüences de pedir aclaraciones cuando haya algo que no entiendas o te parezca raro.
Pista número 2: Que sepas en todo momento el micro-objetivo a conseguir
No ha de faltar la comunicación entre vosotros.
Siempre tiene que explicarte qué está buscando.
Como profesora, sé que hay personas a las que no les gusta que les expliques nada, simplemente que les digas lo que tienen que hacer y seguirlo.
Pero esto no significa que no pueda haber nada de comunicación.
Es importante que el profesor y el alumno se concentren en conseguir lo mismo a corto plazo, es decir, en el ejercicio.
Por poner un ejemplo, si tu profesor está buscando que relajes la laringe, pero tú estás buscando que tu voz suene más dulce, es posible que los objetivos se choquen.
¿Qué nivel de empatía necesita tener un profesor?
La empatía es la capacidad de tu profesor para entender lo que te pasa a ti por la cabeza.
Y no es que tenga que ser clarividente, pero si el punto anterior falla y estáis buscando cosas diferentes, un buen profesor te parará y se centrará en comprobar que realmente has entendido ese microobjetivo que estáis buscando.
Y tú realmente tienes que notar diferencia entre lo que estabas haciendo antes de que te parase y lo que haces después.
Si no la notas y tu profesor te dice que está bien ahora, entonces algo va mal.
Para y dile que no notas diferencia.
Si prefiere seguir consciente de que no está bien del todo pero no te quiere agobiar pidiéndote que hagas algo que aún no te sale, está bien, pero que te lo diga.
Esto te lo digo porque a veces, como alumnos, queremos que salga perfecto.
No es que sea malo, sólo que a veces no es el momento de seguir trabajando ese aspecto, porque de repente puede haberse convertido en más importante otro objetivo.
A veces, «suficientemente bien» en vez de «perfecto» es lo necesario para continuar.
Pista número 1: Que la relación entre vosotros sea buena
Puede que pienses que esto no es importante, pero sí que lo es.
No estoy diciendo que te tengas que pasar las clases entre chistes y risas, pero sí que se note que tanto a ti como a él/ ella, os apetece estar ahí en ese momento.
Esto me recuerda a mi primera profesora, que se notaba que prefería estar en cualquier otro sitio que ahí conmigo.
Era muy seria conmigo, muy seca y lo que es peor, parecía que yo tuviera la culpa de todo lo que no me salía bien.
“¡Es que tienes mucho aire en la voz!” – me decía.
Lo peor de todo, es que yo no sabía nada, así que pensaba que eso debía ser culpa mía, o que yo era defectuosa.
Para mí era frustrante porque no veía una solución, y para ella también lo debía ser, porque no sabía ayudarme.
Así que se limitaba a contar los minutos hasta que yo me iba.
Eso no lo hace un profesor con el que debas quedarte.
¡Ojo! Que vaya mirando la hora no significa que no quiera estar ahí, muchas veces lo hará para ayudarse a distribuir el tiempo de clase que os queda y no llegar tarde a su siguiente clase.
Pista número 2: Que no te exija que lo hagas perfecto
Un poco lo que te decía antes de la perfección, pero desde el punto de vista del profesor.
Parece contradictorio, porque si estás en clase es para aprender y debes saber lo que sería perfecto y cómo llegar a ello.
Tu cerebro debe aprender a procesarlo y a base de practicar cada vez te saldrá mejor.
Es prácticamente imposible que te salga bien a la primera.
Tu profesor/a ha pasado por eso también, así que debería entender cómo te sientes y lo frustrante que es que te exijan que hagas algo que no puedes.
Es como lo que te contaba antes sobre mi primera profesora.
Ella me decía: “¡Es que tienes mucho aire en la voz! Canta con menos aire”.
¿Cómo iba yo a hacer eso si ella no me lo enseñaba?
Sería como pedirte que llegaras a un lugar donde nunca has estado, cuando su trabajo es llevarte hasta allí.
¿Te imaginas que te subes a un taxi, le das una dirección al taxista y éste no te lleva porque no sabe cómo hacerlo, se enfada contigo por no llegar al destino y encima te cobra?
Parece ridículo, pero para mí, esto es lo mismo.
¿Qué conocimientos técnicos debe tener tu profesor?
Realmente parece lo más importante y lo más difícil de reconocer para ti como estudiante.
Porque precisamente estás ahí porque tú no tienes esos conocimientos técnicos.
¿Pero cómo descubrir si tu profesor los tiene o no?
Pista número 1: Que le encuentres la lógica a todo lo que te diga
¿Qué cosa más sencilla verdad?
Es la única regla que tienes que aplicar.
Buscar la lógica.
Si algo de lo que te cuente no tiene ninguna lógica, entonces está mal.
Recuerdo que una alumna me dijo que su profesora anterior le dijo que no tenía que comer nada 3 horas antes de ir a las clases.
¿Qué lógica podría tener esto?
Intentando buscarle la lógica, lo único que puedo llegar a entender es que esta señora sufra de reflujo o algún problema de digestión.
Por tanto ella se ha dado cuenta de que si espera 3 horas antes de ponerse a cantar está más cómoda, así que aplica esa norma a todo el mundo, tenga reflujo o no.
Para ella tendría lógica tener que esperar 3 horas antes de ponerse a cantar, pero para un estudiante que no tenga reflujo no problemas digestivos no.
De hecho, para alguien que necesite comer muy a menudo porque tiene problemas de tensión sería incluso perjudicial tener que esperar esas 3 horas.
Pista número 2: Que notes pequeños cambios en tu voz desde la primera clase
Esto es realmente importante, porque demuestra que esa persona sabe lo que hace.
¿Y qué significan pequeños cambios?
Cualquier cosa, aunque sea pequeña.
Por ejemplo, que aprendas a dar una misma nota de dos maneras diferentes y que entiendas cuál de las dos maneras es mejor.
Esto no significa que en la primera clase ya te vaya a salir de manera automática esa nueva manera.
Si te abre los ojos a nuevas posibilidades ya habrás hecho un avance más grande de lo que imaginas.
Por último, recuerda que sois un equipo
Por muy bueno que sea tu profesor de canto, no te olvides de tu parte de responsabilidad en tu propio progreso.
De nada sirve que te de los mejores ejercicios para tu voz, en el momento exacto y de la duración exacta, si luego no los practicas.
Y si eres profesor de canto, este artículo te resultará interesante.
Si nos quieres contar tu historia, ¡hazlo desde la sección de comentarios! ¡Y gracias por compartir! 🙂
Imagen: Algunos derechos reservados por Michael Wacke
Es genial,que suerte,lei el articulo y dsecubri que tengo una excelente COACH VOCAL,y disfuto mucho mis clases.
Qué bien! Felicidades!