Sin tener un mapa en la mano, saber en qué punto del camino te encuentras es difícil, o incluso imposible.
Pero ese es el menor de los problemas de no tener un mapa…
El mayor problema es que las probabilidades de que llegues a tu destino son muy bajas.
Prácticamente nulas…
¿Cómo cambiamos eso? ¿Cómo consigues tu mapa?
El Sensei sabe de todo… también puede enseñarte algo sobre esto
- Cómo saber si realmente estás sufriendo un bloqueo en tu progreso
- El qué
- El cómo
- El cuánto
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Transcripción del episodio
Cuando uno empieza a trabajar en desarrollar una habilidad nueva lo hace porque se visualiza utilizando esa habilidad y le encanta verse así.
Los instrumentos musicales en general son buenos ejemplos de ello.
Recuerdo cuando yo empecé con el piano, que me imaginaba como mis dedos recorrían las teclas rápidamente, sacando melodías preciosas.
En el momento en el que empiezas a practicar, la realidad entra en escena.
Te das cuenta de golpe que si haces eso que imaginabas, las melodías no son tan preciosas como tú creías.
Y a bote pronto no sabes cómo hacer que lo sean.
Esto es perfectamente normal.
Y hay dos verdades que surgen de esto:
- Que si lo dejas en ese punto y no vuelves a tocar un piano, no vas a mejorar.
- Que si vas practicando concienzudamente, antes o después harás un avance.
Con la voz pasa algo parecido.
Si el primer día que te escuchas cantar te echas las manos a la cabeza, está claro que si no lo vuelves a intentar no vas a mejorar.
Pero supón que sí estás esforzándote por aprender a cantar y aún y así no mejoras.
¿Qué puede estar pasando?
Eso es lo que vamos a ver en el episodio de hoy.
Porque si crees que no estás mejorando, estás más cerca de abandonar, y el Sensei se preocupa mucho cuando eso pasa.
No quiere que te rindas ni abandones tus sueños.
¿Es cierto que no estás mejorando?
Lo primero que tienes que hacer es ser realista y valorar si realmente estás o no estás mejorando.
Por ejemplo, imagina que tu voz tiene que hacer un viaje desde el extremo más occidental de Portugal hasta el extremo más oriental de Rusia.
Es un largo viaje, y en esta representación nuestra, al llegar a Rusia vas a ser la bomba como cantante, sin embargo, en Portugal tu voz es un desastre.
¿Cómo estaría tu voz al llegar a España?
Debería estar mejor, pero seguramente seguiría siendo un desastre.
Esto no significa que no estés mejorando, sólo significa que acabas de empezar y aún tienes mucho recorrido por delante.
De hecho, la mayor parte del camino.
No te rindas por eso, porque es totalmente normal.
Tienes que darte el tiempo necesario para mejorar.
Sólo con que haya una pequeña cosa que te salga mejor que al principio ya vale la pena, porque esa cosita, por pequeña que sea, te acerca más a tu destino.
Pero si me dices que estás entrando en Rusia y aún y así tu voz sigue siendo un desastre, entonces sí hay algo que va mal.
Quizás eso no sea Rusia y esos pingüinos no deberían estar ahí…
¿Qué puede estar pasando?
Hay algunos aspectos imprescindibles para tu mejora.
No seguir alguno de ellos te ralentiza o hace que directamente no avances.
Son el “qué”, el “cómo” y el “cuánto”.
#1: ¿Qué practicas?
Esto es vital, porque lo que practiques es lo que vas a mejorar.
Por ejemplo, si practicas fallar en algo, al final lo consigues.
Si practicas sin saber lo que quieres conseguir o cómo conseguirlo, probablemente te quedes a mitad del camino.
Por ponerte un ejemplo que yo viví en persona.
Me pasé horas, días y meses practicando el único ejercicio que me dieron en mis primeras clases de canto.
Cómo aguantar una “s” el máximo tiempo posible.
Conseguí aguantar bastante, hace tantos años que no te sé decir cuánto.
Pero eso no cambió nada de nada en mi voz.
Se me seguía acabando el aire porque el problema no estaba en mi respiración.
Si haces ejercicios de respiración porque fuerzas tu voz, o porque desafinas, o porque te salen gallos, o incluso porque se te acaba el aire, no lo vas a solucionar con ejercicios de respiración.
Lo que necesitas es reconocer cuál es tu principal problema e ir a por él.
No quieras arreglarlo todo a la vez.
No busques ejercicios genéricos de canto, busca ejercicios específicos para lo que quieres arreglar.
Y para asegurar el tiro, estudia regularmente con un profesor.
#2: ¿Cómo practicas?
Si ya es importante lo que hagas, aún es más importante cómo lo hagas.
No puedes estar practicando tus ejercicios mientras haces otras cosas que requieran tu atención.
Si te pones a practicar, tienes que estar al 100%, centrarte en el objetivo que estás buscando con ese ejercicio en concreto, concentrándote en conseguir los sonidos que tienes que conseguir.
Imagínate que te pones a practicar una canción y hay una parte que no te sale, por el motivo que sea.
Si te la “saltas” no vas a conseguir lo que quieres, que es cantar la canción.
Conseguirás cantarla toda menos esa parte, así que no mejorarás.
Lo que realmente necesitas es pararte en ese trozo de la canción y repetirlo las veces que haga falta, primero más despacio y poco a poco más rápido, hasta llegar a la velocidad normal de la canción.
También una vez hayas adaptado el tono a tu voz, tienes que asegurarte de cantar la parte problemática en ese tono, ni más grave ni más agudo de lo que es.
Te lo digo porque es un error bastante común.
Te paras en ese trozo, lo cantas sin música y sin darte cuenta lo has bajado de tono, por lo que de repente parece que ya te sale, pero luego pones la música, con el tono real y vuelve a salirte mal.
Lo mejor que puedes hacer para evitar esto es practicar con la pista instrumental y si es necesario ralentizar el tiempo para poder asimilarlo mejor.
¡Recuerda que Audacity tiene esta función!
Pero no te quedes sólo con practicar canciones.
Tienes que practicar con ejercicios.
Los ejercicios se utilizan para atacar a problemas concretos que pueda haber en tu voz para arreglarlos.
Con el ejercicio te centras en un problema y vas a por él, a solucionarlo con todas tus armas.
Luego puedes aplicar eso a la canción.
De hecho, debes hacerlo.
Igual que no sólo debes practicar canciones, no sólo debes practicar ejercicios.
Las dos cosas son necesarias para el correcto desarrollo de tu voz.
#3: ¿Cuánto practicas?
Este punto va a medir tu nivel de mejora de manera abrumadora.
No importa si un día consigues que algo te salga si ya no lo vuelves a intentar hasta el mes siguiente.
Será casi como partir de cero.
Tampoco te sirve pegarte sesiones maratonianas de 10 horas de práctica sin descanso, porque eso agotará tu voz y llegará un momento en el que no estarás al 100%.
Eso hará que busques hacer los ejercicios de otra manera, menos beneficiosa para ti.
Aparecerán tensiones y aún será peor para tu voz.
Así que ni tanto ni tan poco.
Lo normal y saludable es practicar cada día, todo lo que puedas, pero con muchos descansos.
15 minutos seguidos y toma un descanso de un par de minutos.