Aunque la Técnica Alexander tenga ya un montón de años, sigue siendo una gran desconocida para la mayoría de la gente.
Quiero explicarte en qué consiste y cómo puede ayudarte.
Dejemos hablar a los expertos en Técnica Alexander
Yo sólo he sido alumno de Técnica Alexander, no profesor.
Ni por asomo, vamos.
Es por eso que, en vez de explicarte yo de qué trata esta técnica, te pongo aquí unos vídeos de dos expertos en la materia, Xavier Ortiz y Belén Cobos:
No he escogido a estos dos expertos por casualidad.
He estudiado con ambos durante todo el tiempo que pude (por desgracia tuve que dejarlo por causas ajenas a mí…), he notado en mi propio cuerpo los cambios que se producen desde la primera sesión cuando me he dejado dirigir por ambos.
No es que exista una Técnica Alexander para cantantes per se, si no que al ayudarte a escuchar y entender mejor a tu cuerpo, te das cuenta de cosas que antes ni si quiera existían en tu cabeza.
Una vez más hablamos de la propiopepción. Si te lo perdiste, lee el artículo sobre el nivel de atención.
Al poder detectar mejor lo que pasa en tu cuerpo, puedes detectar mejor lo que pasa mientras haces tus ejercicios de técnica vocal, o cantas una canción.
Recuerda que siempre estamos buscando la facilidad al cantar ante todo lo demás, ya que los grados de libertad que consigamos serán los que definan nuestra habilidad general.
El problema es que muchas veces, por puro desconocimiento, pensamos que lo que estamos haciendo está totalmente libre de tensiones y nos resulta muy fácil, cuando en realidad no es así.
Cuando creas que no puedes cantar de forma más relajada, descansa 5 minutos y vuelve a intentarlo. Descubrirás como nunca se puede estar demasiado relajado.
Mi experiencia con la Técnica Alexander
Por poner un ejemplo cotidiano, cuando trabajaba en una oficina siempre acababa el día con un dolor de hombros bastante molesto, y no entendía por qué.
Me intentaba sentar como dicen que hay que sentarse, con la espalda y la cabeza recta, el monitor a cierta altura, con el respaldo de la silla recto para poder reposar la espalda, … pero nada, siempre me acababa doliendo.
Empecé las sesiones de Técnica Alexander para seguir persiguiendo mi meta de aprender a cantar, y en el primer día con Xavier me llevé una sorpresa inesperada.
Te cuento:
Al principio de la clase midió mi altura y no me quiso decir por qué.
Yo estaba flipando, me pareció muy curioso.
Me hizo caminar por la habitación, me hizo sentarme en una silla, me hizo tumbarme en una mesa, … todo esto mientras me ponía una mano en el hombro y otra en el cuello, después una en el pecho y otra en la mano, y cada vez que lo hacía notaba como mis tensiones iban desapareciendo.
Lo mejor de todo es que yo no era consiente de tenerlas.
La sensación que tuve al sentirlas desvanecerse no podría describirla bien con palabras, pero era como quitarse un peso de encima, literalmente.
Al acabar la sesión, Xavier volvió a medir mi altura y imagínate mi asombro al ver que crecí un centímetro.
Era la prueba irrefutable de que al entrar en la sala estaba encogido en mí mismo, algo increíblemente común en todos nosotros.
Pero lo mejor es que al salir de allí notaba que caminaba con más facilidad, veía de forma diferente (no sé explicarlo mejor) y, aunque parezca que me esté flipando, me sentía más feliz.
Pasaron unas pocas semanas, y yo seguía asistiendo a mi sesión semanal, cada vez con más ganas.
Fue entonces cuando me di cuenta de que mis hombros ya no me dolían al final del día, e incluso descubrí que antes también me dolía la espalda, porque notaba que ahora no me dolía.
En lo referente a la voz, también noté algunas mejoras, aunque no tan grandes como en el resto del cuerpo.
Obviamente no hubieron incrementos de rango vocal ni de calidad de la voz, ya que para eso hay que trabajar en técnica vocal, pero sí notaba menos presión en el cuello al hablar, me notaba más libre.
Por aquel entonces tocaba la batería con una banda, y las mejoras fueron muy notables.
De nuevo, más libertad, menos cansancio.
También influyó en mi forma de ser.
Notaba más seguridad en mí mismo (lo cuál puede ayudarte con el miedo escénico).
Conclusión
Sé que mi opinión suena muy entusiasta, y la razón de ello es porque realmente lo soy.
Recuerda que nunca te recomendaría algo que no funciona.
Hace tiempo que quiero volver a asistir a sesiones de Técnica Alexander, y es por eso que me he animado a escribir esto para ti, para informarte de su existencia y para que tú también te puedas beneficiar.
Si tienes oportunidad, te recomiendo que te apuntes para recibir algunas sesiones.
En la primera notarás cambios, pero si eres un poco constante notarás muchos más.
Hay muchos profesores en todo el mundo, así que seguramente encontrarás uno en tu ciudad.
Suena interesante, pero… por ninguna parte de tu artículo ni de las webs de los profesores encuentro el precio de las clases (a lo mejor es porque estoy muerto de sueño y a estas horas ya no coordino xDD). Podrías informarme al respecto?
Un saludo.
The Wanderer.
No he puesto nada del tema precios porque creo que los han cambiado desde la última vez que fui.
Si estás interesado en ir con alguno de ellos lo mejor es que les escribas directamente. Son muy majos y seguro que te informan sin problema.