Cuando escuchamos a un cantante que nos gusta mucho, la mayoría de veces no estamos prestando atención a si tiene o no buena técnica, simplemente escuchamos algo que nos resulta agradable.
Muchas personas creen que alguien cuya técnica es perfecta peca de ser poco emocional.
Y que alguien que expresa muchas emociones cuando canta suele andar corto de técnica.
¿Pero hasta qué punto es así?
¿Hay algún modo de compaginar técnica y emoción?
A mi modo de ver, un buen cantante es aquel que es capaz de combinar ambos elementos, de la misma forma que un gato y un perro pueden llevarse bien 🙂
Algunos dirán que para dominar la voz y el corazón, un cantante tiene que haber nacido así, pero esto no es así del todo.
Obviamente, si ha nacido así tiene más posibilidades para destacar, pero si no se esfuerza ni que sea un poquito, ni siquiera pasará de mediocre.
En cambio, alguien que no nazca con la habilidad, sí puede trabajar en ella.
Y las emociones, aunque a algunos les cueste más exteriorizarlas que a otros, si trabajan en la causa de que esto sea así, también pueden llegar a solucionarlo.
Cuando naces con una voz privilegiada
Cuando nadie te ha enseñado nunca cómo cantar y es algo que te nace de dentro, no te sueles preocupar por tu técnica.
Afinas y te mueves por un rango que te resulta cómodo.
Como no te haces daño ni tu voz se resiente, puedes permitirte el lujo de ignorar la técnica y dejarte llevar por tus emociones.
Esto está muy bien hasta que aparece un problema vocal.
En mi caso eran anginas muy frecuentes, en otros casos pueden llegar a ser problemas vocales más graves.
El caso es que de repente ya no puedes cantar como antes, o no siempre.
Si es sólo a veces, corres el riesgo de que te falle en una actuación, y esto un cantante no se lo puede permitir.
Entonces empiezas a plantearte estudiar técnica vocal, pero te da miedo perder tu manera de cantar, con la que ya eres feliz.
Lo que me pasó a mí, fue que al empezar a estudiar pude empezar a cantar notas que antes daba por imposibles y además, empecé a adquirir potencia y seguridad en mi voz.
Como cualquier otra habilidad nueva que aprendes, al principio tienes que estar pendiente de estar siguiendo las normas.
Eso hace que dejes de sentir la canción como antes lo hacías.
¡Pero eso es sólo al principio!
Cuando empiezas a interiorizar la técnica, el resultado es algo automático, que te deja libertad para prestar atención a las cosas que importan.
Es más, estás mucho más relajado porque sabes que tu voz va a responder, así que puedes hacer lo que quieras.
Cuando tienes un don para cantar, estudiar técnica vocal es lo mejor que puedes hacer para potenciarlo.
Si se te da bien, vas a aprender más rápido, vas a hacer cosas que antes no podías y podrás dedicar más energía a transmitir el mensaje como quieres.
En definitiva, vas a poder combinar técnica y emoción y ser un cantante completo.
Cuando tienes el don pero te da miedo mostrarlo
Las personas que somos tímidas sufrimos mucho con esto.
Por un lado, te gusta mucho cantar y disfrutas expresando toda tu emoción en las canciones.
Pero por otro lado, no dejas de juzgarte a ti mismo duramente por cada cosa que haces.
Por ejemplo yo, que soy super tímida, cuando me veo en vídeo siempre pienso que estoy fatal.
Una vez intenté grabarme en vídeo para dedicar una canción a mi hermana.
En la primera grabación que hice, intenté ser muy natural, no pensar que había una cámara grabando.
Al ver la grabación me quedé horrorizada.
¡Oh no! O_o Estoy abriendo un ojo más que otro, me aparecen unas arrugas en la frente…
No puede ser.
Así que en la siguiente toma, intenté mantener los ojos igual de abiertos, intenté tensar la frente para que no me salieran arrugas…
El resultado fue que parecía un robot.
Y hablando… no era yo misma.
Quería parecer tan formal en el vídeo que aparecí tremendamente sosa.
Pero a veces no es necesario ser tímido para que te pase esto.
De hecho, en el ejemplo que te explicaba, lo que yo estaba intentando era controlar cada microexpresión de mi cara.
Si algo tienen las emociones, es que cuando no son sinceras se suele notar.
Para poder expresarlas, no sólo tienes que sentirlas, sino que además, te tienes que permitir a ti mismo mostrarlas sin miedo, en cuanto intentas controlarlas, se convierten en algo falso.
Así que no hace falta que seas tímido.
Sólo con que seas controlador, ya vas a tener problemas con las emociones.
Las emociones son dejarse ir y eso es la antítesis del control. 🙂
Cuando no se te da bien cantar, pero expresas muy bien
Si no tienes buena voz o no consigues afinar, pero a la hora de expresar emociones eres muy bueno, para mí tienes mucho ganado.
Las emociones no son algo que venga en un manual, no puedes aprender a hacerlo siguiendo unos pasos.
Es un trabajo mucho más personal e interior que has de hacer si tienes problemas a la hora de exteriorizar lo que sientes.
Si eso no es un problema para ti, pero sí lo es la técnica vocal, sólo tienes que apuntarte a clases de técnica vocal.
Al final, si le dedicas tiempo y sigues las instrucciones del profesor, lo vas a conseguir.
Seguramente tendrás que hacer algún ejercicio para disociar las emociones, pero no te será difícil volver a ellas, porque se te da bien expresarlas.
Cuando no se te da bien ni lo uno ni lo otro
Cuando alguien te dice: “yo no sirvo para cantar”, suele estar refiriéndose a esto.
Si no tiene facilidad para cantar ni para transmitir emociones, esa persona piensa que es más fácil rendirse antes de empezar.
En el momento en el que te planteas empezar, tienes que ser consciente de cuánto trabajo tienes por delante y valorar si te merece la pena o no.
Puedes conseguir aprender a cantar sin tener buena voz, pero no es fácil.
Si no estás dispuesto a hacer sacrificios, más vale no empezar.
Porque cuesta mucho tiempo, variable en función de cada persona.
Necesitas dedicarle mucho tiempo y esfuerzo.
Además, al principio puede resultar muy repetitivo y aburrido.
Eso sí, si partes de cero en las dos facetas, es importante que empieces por la técnica.
Una vez automatices la parte técnica vas a tener más libertad para centrarte en la parte emocional.
Si intentas hacer las dos cosas a la vez, es cuando te puedes llegar a colapsar.
Lo importante, si ya te has decidido a hacerlo, es que no te rindas y sigas intentándolo.
¡Déjame un comentario y cuéntame en qué punto estás tú!
Imagen: Algunos derechos reservados por jana_geo2004
Muchas gracias por tu sincera aportacion, yo creo que la mayoria de las personas despreciamos la tecnica por ser algo intangible, pero a la larga resulta el soporte de tu vida vocal.
Gracias por tu comentario, Enedina! 🙂