Algunos profesores de canto usan términos muy enrevesados para explicar conceptos que en realidad deberían ser sencillos.
Y si ya hay algunos términos que son difíciles de entender para los alumnos, que no conocen la anatomía de la laringe, imagínate que encima utilicen tecnicismos.
Ya de por sí hay algunos términos que no tienen sentido pero que todos hemos aceptado, como voz de pecho o voz de cabeza, porque algún nombre había que ponerles, pero hay algunos otros para los que existe el término sencillo y sin embargo algunos profesores se empeñan en usar el complicado.
¿Por qué los profesores utilizan el nombre más complejo?
La verdad es que no lo entiendo, porque la función principal de un profesor es hacerse entender por sus alumnos.
No obstante, tengo dos teorías de por qué pasa esto.
Para que parezca que saben más
Si utilizas un término que otro no entiende parece que tú seas más listo.
Pero debes tener en cuenta que estás hablando con personas y les estás formando.
Cuando estás formando a alguien, el objetivo primordial es que entienda de lo que estás hablando. Deberías utilizar términos que entienda esa persona.
Si quieres que se note tu gran sabiduría, usa tecnicismos cuando hables con tus colegas, pero no con tus alumnos.
Para ocultar su ignorancia
Mi segunda teoría es que no saben de lo que están hablando y se limitan a repetir términos al tuntún como una cortina de humo.
Les haces una pregunta, no saben qué responder y te sueltan la palabreja para que así seas tú quien no sabe y no ellos.
Es posible que ni ellos entiendan lo que te están explicando, así que si te encuentras con un caso así, con un profesor que empieza a farfullar términos que no has oído en tu vida, no te quedes en silencio sintiendo que estás escuchando otro idioma.
Debes preguntar y preguntar hasta que te lo aclaren.
En estos casos, lo que suele pasar es que la primera vez que preguntas te sueltan otra palabreja que tampoco vas a entender.
Exije siempre que te expliquen las cosas de manera que las puedas entender.
Por ejemplo, si te dicen: “canta esto con voz modal”, pregunta y te dirán: “con voz de pecho” y si tampoco lo entiendes, sigue preguntando y al final te dirán “con tu voz hablada”.
Ahí ya sabrás lo que tienes que hacer.
¿A ti también te cuesta entender lo que te están pidiendo que hagas?
No es ninguna locura. Esto es un habitual de las clases de canto.
Hay dos tipos de indicaciones que a un alumno le cuesta entender y seguir: las confusas y las imposibles.
Por ese motivo, esos dos tipos de indicaciones no deberían darse.
Un alumno está en las clases para aprender, y no aprenderá nada si no puede seguir las indicaciones de su profesor.
Indicaciones confusas
Se trata de indicaciones como: “¡pero proyecta!” o “¡pero envía la voz a la máscara!” o “el sonido tiene que ser más horizontal”…
Ninguna de estas instrucciones son claras, porque no son objetivas.
Para los alumnos y para el resto de la humanidad, oír esto es cómo oír otro idioma.
Son cosas que no sabes cómo hacer, sobre todo si no te dicen cómo.
Al alumno hay que darle instrucciones que pueda seguir, no que tenga que interpretar cómo seguir.
El hecho de que interprete bien cómo seguirlas no tiene que ver con que ese alumno sea más listo que otro, a veces es pura suerte.
Yo recuerdo que a mí en mis clases me pedían que hiciera algo extraño como enviar la voz a la máscara y yo no sabía cómo hacer eso, pero lo que hacía era hacerlo igual pero con más volumen y me decían: “muy bien, muy bien, así”.
O por casualidad hice lo que me estaban pidiendo o me lo decían porque no sabían que otra indicación darme para que hiciera lo que se suponía que tenía que hacer.
Indicaciones imposibles
Y por otro lado están las indicaciones que un alumno no puede seguir.
Por ejemplo, no te pueden pedir que bascules el cricoides porque tú no tienes control directo sobre este cartílago.
Lo que sí te pueden pedir es que permitas el cambio de registro, aunque suene un gallo.
Eso siempre es mejor que forzar tu voz y es una indicación que puedes entender.
Tampoco te pueden pedir que uses tu diafragma, porque ya lo estás usando. Cada vez que respiras, tu diafragma entra en uso. Como no puedes no usarlo, es absurdo que te pidan que lo uses.
Ni te pueden pedir que cantes con los genitales (sí, eso también lo dicen), o que coloques la voz aquí o allá…
Sí te pueden pedir que aumentes o bajes el volumen, eso sí es una instrucción que puedes seguir.
Me gusta mucho lo que hacéis los dos de los consejos de canto que me fascina un montón por eso quiero dar las gracias a los dos Esther y a Carlos
Muchas gracias, Gema 🙂
Gracias. Muy lindo tu comentario. Muy acertado lo que dices.
Buenas! Muchas gracias por el artículo. Me sentí identificado con los profesores que te dicen «muy bien, muy bien» aunque estás aumentando el volumen y forzando más la garganta aunque no tanto como para que se den cuenta desde fuera. Uno sabe que eso no puede estar bien y aún así ellos te marcan que estás enviando la voz a dónde hay que enviarla.
Estoy aprendiendo canto lírico hace ya unos años y estoy tratando de ir compartiendo lo que voy aprendiendo en un nuevo blog sobre aprender a cantar y comunicar cantando. Me gustaría que pudieran ayudarme en ese sentido! Y quizás pueda aportarles en algo.
Gracias de nuevo!
Sé a qué te refieres. Incrementar el volumen tiene su momento, pero no debería ser una herramienta comodín.