Ya sea porque has estado en época de exámenes, porque has pasado por una enfermedad, o porque te has ido de vacaciones, después de hacer un parón en tu entrenamiento vocal todo parece cuesta arriba.
Tienes otras cosas en la cabeza que te ocupan todo tu tiempo… ¡y te olvidas por completo de tu voz!
Y es que la vida es más fácil si no tienes que esforzarte para conseguir las cosas.
Y sabemos que cantar no es fácil, que es necesario esfuerzo y fuerza de voluntad para controlar tu voz.
Si antes estabas dispuesto a sacrificarte para conseguirlo, ¿qué ha cambiado?
¿Por qué es tan difícil retomar una actividad después de las vacaciones?
Esta pregunta es muy fácil de responder.
Te has olvidado de la parte buena de esa actividad y piensas sólo en lo cómodo que estabas sin hacerla.
Me recuerda mucho a cuando después de unas semanas de sofá vuelvo al gimnasio.
Mi resistencia no es la misma, no puedo levantar el mismo peso que antes, y lo peor de todo: ¡al día siguiente no puedo ni moverme! :/
Pero lo que más duro hace este tipo de situaciones no es el aspecto físico, sino más bien el psicológico.
La barrera psicológica del «lo he perdido todo»
Te da la sensación de que has retrocedido, que tienes que volver a empezar desde el principio y esto se hace muy duro.
Y lo que es peor, no quieres enfrentarte a un retroceso.
Porque te gustaba lo que estabas consiguiendo con tu esfuerzo y el punto en el que estabas.
Es terrorífico pensar que tienes que volver a encontrar todo el camino desde el principio.
Es como cuando estás jugando al juego de La Oca y te toca volver a la casilla inicial. 😮 ¡Fastidia un montón!
Hay muchas personas que en ese punto dejan el juego y muchos cantantes que dejan de cantar por miedo a tener que volver a empezar.
¿Hasta qué punto tus miedos son infundados?
Si realmente estabas trabajando duro en tu voz y estabas consiguiendo cosas, no vas a volver a la casilla inicial como en La Oca.
Tu memoria muscular es más poderosa de lo que crees.
De hecho, ni siquiera volver al gimnasio después de un tiempo de sofá es partir de cero.
Si has aprendido bien, sabes cómo tienes que colocarte sin ni siquiera pensar en ello y eso ya es mucho.
Vas a volver al mismo punto en el que estabas en menos tiempo que cuando empezaste.
Con la voz pasa lo mismo.
No habrás seguido avanzando y puede ser que retrocedas un poco, pero no vas a volver a la casilla de partida si lo que habías trabajado hasta ahora lo hiciste correctamente.
Visto esto, ¿qué puedes hacer para destruir la barrera psicológica?
Si estás trabajando con un profesor, es muy fácil continuar, porque basta con que quedes con él para una clase.
A partir de ahí podéis seguir trabajando donde lo dejasteis y comprobarás que no has retrocedido tanto como pensabas.
Aún y así, esto también da miedo, porque tienes que enfrentarte a ti mismo.
El miedo de haber vuelto al inicio te frena y puede ser que lo vayas retrasando tanto que al final acabes por salir corriendo sin mirar atrás.
Recuerda que tienes a una persona que va a luchar contigo, codo con codo, para dejar tu voz donde tú la quieres.
Pero aún es más duro si estás trabajando tu voz de manera autodidacta, porque no tienes el apoyo de otra persona.
En cualquiera de los dos casos tienes que recordarte por qué empezaste a hacerlo en un principio y repetirte el mantra del cantante una y otra vez.
Piensa en la primera clase después de las vacaciones como un calentamiento que va a durar toda la sesión.
Ese calentamiento te va a ayudar a volver al punto donde lo dejaste y a partir de ahí ya puedes seguir avanzando.
Así no es tan duro, ¿verdad? 🙂
¿Es posible evitar un retroceso vocal?
Puedes mantener tu voz en un estado lo más parecido posible al estado en el que se encontraba antes del parón.
No seguirás avanzando si no entrenas, pero sí que puedes conseguir mantenerte igual y afianzar lo que tenías.
Cuida tu voz
Aunque estés de vacaciones no tienes que descuidar los aspectos básicos del cuidado de tu voz.
Por ejemplo, si habías dejado de fumar, no vuelvas a ello porque estás de vacaciones.
No grites, no tomes alimentos que te produzcan reflujo…
Si no haces burradas, no tienes por qué retroceder con tu voz.
Te podría seguir dando consejos para cuidar tu voz, pero eso es otro artículo y ya está escrito
Ejercicios de mantenimiento
Si el parón viene por obligación, porque tienes exámenes, porque te vas de vacaciones y donde vas a estar no puedes practicar…, puedes mantenerte de manera más fácil haciendo sólo algunos ejercicios diariamente.
Seguro que algún momento habrá en el que puedas hacer 5 minutos de ejercicios.
Elige los que mejor se te dan, los que menos pereza te den y hazlos en cada momento que puedas (en la ducha, mientras haces la cena, en un paseo…).
Lo importante es que elijas esos ejercicios con una idea muy clara: mantener vivo el objetivo a corto plazo que tienes con tu voz.
Te pondré un ejemplo para que me entiendas mejor.
Si en lo que estabas trabajando antes del parón es en estabilizar tu laringe, eso es lo que tienes que tener en mente al elegir ese par de ejercicios que te vas a llevar de vacaciones. :p
Disfruta del descanso
Pero en cualquier caso, no te sientas culpable contigo mismo por tomarte unas vacaciones en tu entrenamiento vocal.
Hacer vacaciones no tiene por qué ser malo.
Es más, puede beneficiarte física y psicológicamente.
Te da la oportunidad de desconectar de todo, hacer un «reset».
Eso te ayuda a cargar las pilas y lo que es más importante, a renovar tus objetivos.
Te recuerda por qué quieres trabajar tu voz y cuando lo tienes claro puedes volver a la carga con más fuerza.
Espero que leer este artículo te haya inspirado para darte ese empujón que necesitas para retomar tu aprendizaje vocal donde lo dejaste y ser ese gran cantante que anhelas ser.
¡Yo tengo fe en ti! 🙂
¿Me ayudas a mover este artículo en tus redes sociales? ¡Muchas gracias!