Tus ojos te engañan; tus creencias y sensaciones, también

Tus ojos te engañan; tus creencias y sensaciones, también

Las sensaciones al cantar son muy subjetivas.

Eso ya lo sabes a estas alturas.

Sin embargo hay ciertas cosas que pueden llegar a confundirte.

¡A ti y a tantos otros!

Porque nuestro sistema de creencias es el que nos impulsa en la vida.

Cuando tomamos una decisión siempre la basamos en ese sistema de creencias.

¿Y qué pasa si una de esas creencias está mal?

En lo que a cantar se refiere, una creencia errónea puede hacer que te quedes atascado en tu avance vocal.

Porque imagínate que estás haciendo una cosa bien, por ejemplo la voz mixta.

Pero tú crees que la voz mixta debe sentirse así o asá.

Si ese así o asá no se parece a lo que estás sintiendo, vas a buscar otra cosa.

Y eso se traduce en dar vueltas buscando algo que ya tenías, así que dejas de avanzar, y lo peor es que incluso por culpa de eso puedes retroceder.

Un caso concreto en el que tu sistema de creencias puede afectarte negativamente

Quiero hablarte de él porque es muy común y grave.

Es la creencia de que al cantar hay que hacer esfuerzo y sentir tensión.

Esto suele pasar cuando forzabas tu voz y estás en el proceso de dejar de hacerlo porque has empezado a entrenar tu voz con un profesor.

Lo que ocurre en estos casos es que probablemente, lo primero que te va a pedir el profesor es que bajes el volumen.

Cuando lo haces de repente sientes una liberación muy grande.

Directamente pasarás a falsete o a voz de cabeza.

Eso está bien, porque de esa manera estás dejando de empujar tu voz de pecho.

Y aunque suenen gallos, todo sigue bien.

¡Recuerda que los gallos no son tus enemigos!

Y por si no lo sabías, empujar la voz de pecho o intentar cantar notas agudas con la misma voz que tienes en las graves es muy perjudicial para ti.

Es lo que te lleva a sufrir daños vocales severos, como los nódulos.

El caso es que con ese cambio del que te hablo, de repente empiezas a sentir que todo es mucho más cómodo. Tan cómodo que tiene que estar mal.

Y como crees que está mal, luchas contra ese cambio.

Es como nadar a contracorriente y sin ni siquiera saber hacia dónde.

Porque si lo que está bien no es ni lo que hacías antes ni lo que haces ahora, entonces ¿qué tienes que hacer?

Puede que aún no hayas llegado a esa orilla, porque la voz mixta va construyéndose poco a poco una vez dejas de forzar.

Pero el problema es cuando ya has llegado a la orilla, estás haciendo voz mixta, pero sigues sin creer que está bien porque es demasiado fácil o cómodo.

Eso te hace pensar que el sonido que resulta es débil.

En este punto te tienes que recordar una cosa muy concreta:

Si partes del punto del que te hablaba al principio, que estabas forzando tu voz, nada va a generarte tanto esfuerzo como aquello. Es decir, que todo te va a parecer mucho más fácil.

Llegados a este punto y para poder seguir avanzando como cantante, tienes que poner a prueba tu objetividad.

Tú piensas que suena débil o que le falta chicha a la canción y no te permites cantarla así porque piensas que está mal.

Yo te reto a que te grabes y te escuches, porque en este momento puede que las cosas no sean lo que parecen.

Quizás no suene tan débil como pensabas.

Es posible que eso que escuchas no sea falsete tal y como pensabas.

Y piensa que si te cuento esto es porque no eres un caso raro.

A la mayoría de personas que fuerzan su voz, al dejar de hacerlo les parece que lo están haciendo mal.

Tiene mucho sentido, porque sus sensaciones de referencia son de hacer mucha fuerza.

Si a ti te pasa esto sólo te pido que te des la oportunidad de escucharte desde fuera objetivamente para valorar el sonido, no la sensación.

¿Y qué pasa si realmente es débil?

En este caso, tampoco está mal que sigas por ese camino.

Si has estado forzando tu voz, tienes que acostumbrarte a lo contrario.

Date tiempo para sentirte a gusto con esas nuevas sensaciones y más adelante ya intentarás darle más chicha. Siempre sin pasarte, claro.

Te he contado este caso concreto, pero quiero que apliques este consejo más allá de que tengas o no esta trayectoria.

Siempre cuestiónate a ti mismo.

Plantéate si las cosas son como las crees o son diferentes.

Esto te hará ser más consciente de muchas cosas en tu propia voz.

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