Los resonadores vocales son un misterio.
¡Hasta hoy!
En realidad todo este mundo de los resonadores es más sencillo de lo que parece.
¿Quieres un traductor para las palabrejas que se utilizan para hablar de los resonadores?
El Sensei del Cantante tiene una licenciatura en esto.
¿Qué escucharemos en este episodio?
- ¿Qué son los resonadores vocales?
- ¿Cuáles son los resonadores vocales?
- ¿Cómo se utilizan?
- Un montón de ejemplos de modificación de los resonadores.
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Transcripción del episodio
Si has oído hablar de la expresión “resonadores vocales” puede ser que sepas bien de qué va o que tengas un lio gordote en la cabeza.
Si estás en el segundo grupo, no tienes nada de lo que avergonzarte, porque vamos a darle una vuelta de hoja para ver si aclaramos tus dudas.
Te habrán dicho que tienes que dominar tus resonadores para conseguir cantar bien y en cierto modo es así, pero no los vas a dominar como tú crees.
Empecemos por el principio:
¿Qué son los resonadores vocales?
Es el tercer elemento más importante en el canto.
Estos tres elementos son:
Las cuerdas vocales, el aire y los resonadores.
Cuando el flujo de aire pasa a través de las cuerdas vocales genera unas ondas de sonido que se mueven dentro de nosotros, rebotando en los espacios que van encontrando.
Estos huecos o cámaras de resonancia con los que se encuentran las ondas de sonido, son los resonadores vocales y es lo que realmente las traduce a lo que después se escucha.
Las personas tenemos oquedades ligeramente diferentes y, entre otras cosas, esas pequeñas diferencias hacen que tu voz suene de una manera o de otra.
Dato curioso: ¿Cuánto más hueca tengas la cabeza mejor sonarás?
¡No! Cuando a alguien le llaman cabeza hueca o le dicen que sólo tiene una neurona, todo eso es ficticio y no influye nada en los resonadores vocales.
¿Qué resonadores vocales hay?
Puede que hayas escuchado que el pecho es un resonador, o la cara, pero por aquí hay algo que no cuadra.
Cuando el aire sube hacia las cuerdas vocales y genera las ondas de sonido, éstas se mueven hacia arriba, nunca hacia abajo.
Eso hace que el pecho no pueda ser un resonador.
Y con la cara hemos de concretar un poco más, porque sí hay resonadores en la cara pero están en sitios específicos.
Los cuatro resonadores que hay son:
La laringe
Que es el primero, pues en ella se encuentran las cuerdas vocales.
La laringe puede ecualizar tu voz potenciando las frecuencias agudas o las graves.
Si tu voz suena chillona estás potenciando las frecuencias agudas y si suena demasiado baja, entonces estás potenciando las graves.
Para ejemplificarlo vamos a utilizar una I.
Si quieres potenciar las frecuencias agudas tienes que decir esta I con una sonrisa y tu voz sonará más chillona, porque tu laringe estará subiendo. (ESCUCHAR EL AUDIO PARA OÍR EL EJEMPLO).
Si por el contrario quieres potenciar tus frecuencias graves prueba a poner la boca en forma de U y hacer voz de bostezo, porque tu laringe estará bajando. (ESCUCHAR EL AUDIO PARA OÍR EL EJEMPLO).
Con el movimiento hacia arriba o hacia abajo de tu laringe consigues estos efectos.
La mejor posición para tu laringe es neutral, ni arriba ni abajo, relajada.
Con esto consigues potenciar ambas frecuencias por igual y conseguir una voz más “redonda”.
(ESCUCHAR EL AUDIO PARA OÍR EL EJEMPLO).
La faringe
Si miras tu garganta en un espejo verás el fondo de tu boca, detrás de la campanilla.
Ahí hay un hueco muy gordote donde resuena el sonido: la faringe.
El famoso sonido de la voz de bruja se llama sonido faríngeo porque se potencia que la voz resuene ahí.
Eso sí, como todo sonido temporal que se precie, tiene que utilizarse de manera temporal, nunca se debe usar por costumbre.
Vamos a escuchar un ejemplo.
(ESCUCHAR EL AUDIO PARA OÍR EL EJEMPLO).
La boca
Aquí hay miga, porque este resonador lo podemos modificar muy fácilmente.
Para modificarlo tenemos la lengua, el velo del paladar, la mandíbula y los labios.
Cuando hay tensiones en alguno de estos elementos, la voz se va a escuchar diferente a como debería oírse.
La lengua
Ha de irse moviendo, para articular cada vocal o consonante.
El problema viene cuando se bloquea y por culpa de esto no puede articular lo que debe.
Y hay algunos casos en los que es más fácil que se bloquee.
Vamos a ver un ejemplo.
Si quieres decir la sílaba GA y encoges tu lengua hacia atrás vas a encontrarte con que te cuesta mucho de pronunciar y hasta te ahogas. Por no decir que el sonido se va a apagar.
(ESCUCHAR EL AUDIO PARA OÍR EL EJEMPLO).
En cambio, si te aseguras de que la punta de la lengua esté en todo momento tocando los dientes de abajo por detrás, vas a sentir mucha más libertad y un sonido más claro.
(ESCUCHAR EL AUDIO PARA OÍR EL EJEMPLO).
El velo del paladar
Separa la cavidad de la boca y las fosas nasales.
Junto con la lengua puede articular algunas consonantes.
Si hay tensión en él, también va a cambiar el sonido de tu voz.
Para las vocales españolas siempre está elevado, pero nunca de manera exagerada.
Si lo elevas de manera exagerada, además de poder hacerte daño, el sonido que vas a obtener es un sonido más acampanado. (ESCUCHAR EL AUDIO PARA OÍR EL EJEMPLO).
En cambio, si no lo elevas nada, tendrás un sonido más nasal. (ESCUCHAR EL AUDIO PARA OÍR EL EJEMPLO).
Puntualizar que ese poquito que se tiene que elevar no lo vas a notar casi. Es incluso menos perceptible que la sensación de aguantar la respiración.
La mandíbula
Una de las tensiones más difíciles de eliminar es la de la mandíbula.
Si la mantenemos casi cerrada va a apagar mucho nuestra voz. (ESCUCHAR EL AUDIO PARA OÍR EL EJEMPLO).
Si la dejamos caer en cambio, el sonido será mucho más natural. (ESCUCHAR EL AUDIO PARA OÍR EL EJEMPLO).
A no ser que estemos utilizando consonantes labiales, como la B, en cuyo caso, mira cómo sonaría dejándola caer y no permitiendo que los labios se conecten entre sí. (ESCUCHAR EL AUDIO PARA OÍR EL EJEMPLO).
Utilizar la B con la boca casi cerrada tampoco es lo suyo, porque entonces apagamos el sonido de la vocal. (ESCUCHAR EL AUDIO PARA OÍR EL EJEMPLO).
La mandíbula ha de moverse libremente, partiendo siempre de que la posición inicial es dejándola caer y que sólo tiene que subir para articular las consonantes que así lo requieran. (ESCUCHAR EL AUDIO PARA OÍR EL EJEMPLO).
Los labios
Son el último de los elementos que pueden transformar el resonador de la boca.
Respondiendo a una duda muy común, tú puedes tener la mandíbula abajo pero tus labios juntos.
Fíjate en la posición de tu boca cuando vas a silbar, porque justamente es esa.
Las dos posiciones más importantes de los labios son la sonrisa y los morritos.
Como te explicaba hace un rato, esto influye también en la posición de la laringe, haciendo la sonrisa que la laringe suba y los morritos manteniéndola más a raya.
No se trata de poner ni sonrisa ni morritos, como siempre, buscamos un punto medio.
Fíjate en cómo cambia una U si la empezamos con morritos y llevamos a una sonrisa. (ESCUCHAR EL AUDIO PARA OÍR EL EJEMPLO).
La nariz o cavidad nasal
Y este es el último resonador.
El que no suele gustar a la gente porque el sonido no es tan bonito cuando está ahí.
Aún y así, muchos cantantes lo utilizan para llegar a las notas agudas más cómodamente, a costa de tener un sonido más nasal.
Si lo que quieres es ese sonido, está bien, pero que sea por estilo, no por obligación.
En el momento en el que no puedes utilizar tu voz de otra manera, la técnicamente correcta, que no incluye un sonido nasal, entonces hay algo que debes trabajar.
Hay consonantes que requieren que el sonido vaya a esta cavidad, y son la N, la M y la Ñ.
Para realizar estas consonantes, la cavidad de la boca se cierra, ya sea con la ayuda de los labios o de la lengua, y las ondas de sonido deben ir hacia la nariz, su otra vía hacia el exterior.
Al ser esta cavidad más pequeña el volumen de tu voz será menor que el que tendrías utilizando la boca.
Fíjate en qué haces cuando quieres gritar: abres bien la boca. Imagínate cómo sería gritar con la boca cerrada.
Por eso los malos de las pelis le tapan la boca a sus víctimas, para que no les oigan gritar.
¿Qué debes evitar a toda costa?
El peor enemigo de un cantante respecto a los resonadores vocales es querer controlarlos a la fuerza.
Fíjate en que todo cuanto te he contado tiene su base en la relajación.
Las ondas de sonido van a hacer el viaje correcto por tus resonadores a no ser que se lo impidas.
Intentar manipular la laringe para que el sonido sea de una u otra manera, intentar llevar el sonido aquí o allá…
Todo eso hace que entren en juego elementos que no tienen que entrar.
Y me dirás: ¿entonces cómo aprendo a usarlos?
El primer paso es aprender a relajarlos.
Por ejemplo, si quieres sentir la resonancia en la boca y te lías a intentarlo a la fuerza, lo más probable es que no lo consigas.
En su lugar, te llevarás una fea tensión de lengua, que sólo conseguirá ahogar aún más tu sonido, cuando quizás lo único que hacía falta era reducir el volumen para empezar a eliminar tensiones.
Por si esto fuera poco, es posible que nunca consigas sentir la resonancia en la boca, sencillamente porque hay personas que no sienten la resonancia en ningún sitio.
Hay personas que saben que lo están haciendo bien por el sonido que escuchan, no por dónde lo sienten. Si ese es tu caso, ya te puedes volver majareta intentándolo toda tu vida, que nunca lo conseguirás.
No te agobies con eso y deja de manipular tu voz, esa es la manera.
Para acabar, te dejo con un truco infalible para saber si estás utilizando el resonador nasal cuando no toca.
Has de utilizar una frase que no tenga consonantes nasales, ni M, ni N, ni Ñ.
Por ejemplo: “Esther se va a la playa”.
Tapa tu nariz como si quisieras bucear y no supieras aguantar la respiración y di la frase.
Si el sonido no cambia de tener la nariz tapada a destapada, significa que no estás utilizando el resonador nasal. (ESCUCHAR EL AUDIO PARA OÍR EL EJEMPLO).
Si cambia, entonces es que sí. (ESCUCHAR EL AUDIO PARA OÍR EL EJEMPLO).
Intenta practicar hasta que no suene diferente y ahí habrás conseguido dejar de manipular algo.
Imagen: Algunos derechos reservados por Phil_NZ
Esther, ¡mil gracias! Ya yo sospechaba que había algo raro con mucho de lo que se enseñaba en el canto comúnmente, temas confusos que no me terminaban de cerrar, es más, me confundían más, sobre todo con los ejercicios que se enseñan. ¡Me aclaraste mucho! Sobre todo con un trabajo que tenía que hacer acerca de los resonadores. Me alegra contar con la información que he encontrado en esta página, ¡mil gracias! Ésto era lo que necesitaba entender 😊. De verdad muchas gracias. ¡Saludos!
Qué bien, María! Me alegro mucho de haberte ayudado!! 🙂