Toneladas de información por aquí, toneladas de ejercicios por allá, …
Métodos para cantar así, métodos para cantar asá, …
Hay mucha, muchísima información sobre la voz en muchos sitios, y puede llegar a ser abrumador y confuso, pero al final prácticamente todo el mundo busca lo mismo: cantar mejor.
Partiendo de esa idea, te he preparado esta lista de 11 cosas que debes buscar sí o sí, sigas la práctica vocal que sigas.
#1: Cantar debe ser fácil
Esta es la máxima que debemos buscar siempre al cantar.
Si cantas mientras estás en un esfuerzo constante por no perder el control, no vas a poder ni centrarte en cantar la canción ni en evolucionar con tu voz.
Al principio es normal estar pendiente de mil y una cosas.
Son cosas nuevas, cosas que son difíciles de hacer, pero que con el tiempo deben ir automatizándose.
Lo importante aquí es no quedarte con lo que ya tienes y seguir buscando la facilidad.
También creo que es importante recalcar que, aunque cantar debe ser fácil, es necesario un mínimo de tensión.
Pero no es una tensión que debas sentir como negativa.
No es una tensión ni en tu cuello, ni en tu espalda, ni en tu cara, …
Es una tensión natural y para nada incómoda, como la tensión que sientes en tus piernas al levantarte de una silla, o en tus brazos al coger a un gatito de 3 kilos.
Aunque mejor aún es compararlo con la tensión que sientes cuando emites una nota cómoda, la más cómoda que puedas.
#2: Conocer el funcionamiento de la voz a gran escala
No necesitas ser un experto en anatomía vocal para poder entender la voz lo suficiente como para saber que no es algo esotérico ni mágico, y que todo tiene un por qué.
Saber que tienes unas cuerdas vocales que son las que generan el sonido te ayudará a esquivar “balas” del tipo “canta con el estómago” o “saca la voz por los ojos”.
Saber que existe la voz de cabeza, la voz de pecho, cuándo usarlas y por qué es necesario para el desarrollo de cualquier cantante.
Conocer a grandes rasgos el funcionamiento del aparato fonador te permitirá utilizar tu propio sentido común para filtrar cosas que oigas o te digan.
#3: Permitir el cambio de voz
Relacionado con el punto anterior, pero lo suficientemente importante como para dedicarle un punto en esta lista.
Si quieres ampliar tu rango y equilibrar enteramente tu voz, es necesario que permitas ese “cambio”.
Puente de voz, passaggio, transición, pasaje, … tiene muchos nombres, pero todos se refieren a lo mismo.
Quedarte anclado tanto a tu voz de pecho como a tu voz de cabeza te dejará atascado en el mismo charco pantanoso para siempre.
Cuanto antes permitas ese “cambio” en tu voz, antes empezarás a encontrar nuevas sensaciones que te llevarán a una voz más rica y libre.
#4: No has de hacer fuerza
Para muchos, hacer fuerza al cantar es normal, necesario e incluso algo digno de admiración.
La verdad es que lo entiendo.
En nuestra cultura está muy ligado el concepto de notas estelares o momentos apoteósicos en una canción con el hecho de que cuesten mucho esfuerzo.
Lo puedes ver en actuaciones de cantantes famosos o en concursos de televisión.
Aunque también puedes ver conciertos de Luciano Pavarotti o Andrea Bocelli donde hacen notas muy difíciles y con muy buen sonido, pero sin que les cueste esfuerzo físico.
Yo no sé tú, pero yo quiero ser como ellos 🙂
Si tú también quieres esa tranquilidad y no tener que hacer fuerza física al cantar para centrarte en lo que realmente importa, la canción, te diré una cosa:
Por más que sigas apretando y forzando, nunca se va a hacer más fácil.
Te lo digo porque a mí me enseñaron así en su día.
Me decían que iba a ser más fácil, pero nunca llegaba ese día.
Si quieres que sea más fácil y no tener que hacer fuerza, debes buscar tú mismo esa facilidad en cada ejercicio y canción que hagas.
#5: No todo se consigue rápido
Este punto lo dedico a los impacientes como yo 🙂
Ser mejor cantante es muy difícil, y no se consigue de la noche a la mañana.
Es un proceso que requiere paciencia y práctica.
No sabría decirte si necesitas más de la una que de la otra, porque necesitas toneladas de ambas 😛
Quiero que tengas esto presente únicamente para que no te desanimes si empiezas el camino.
Algunos te dirán que lo dejes, que no sirves para esto, otros te mirarán con cara de pena por querer hacer algo que no puedes hacer, …
Yo te diré: si es lo que quieres hacer y dejas de hacerlo por los demás, ellos van a seguir tranquilamente con sus vidas como si nada hubiese pasado, pero tú te vas a quedar con ese sueño frustrado de por vida.
¿Qué eliges? ¿Paciencia o frustración?
#6: No hay un final
Sólo sé que no sé nada – Sócrates
Queremos cantar notas inalcanzables, tener más potencia, hacer adornos vocales más difíciles, …
Siempre tenemos alguna meta cuando practicamos canto, pero a medida que pasan los años y sigues metido en ello, te vas dando cuenta de que es un camino que no tiene fin.
Un buen día consigues hacer esa nota que tanto se te resiste, pero al día siguiente la pierdes y no la vuelves a ver en semanas.
Después de unos meses de que hayas podido estabilizar más o menos esa nota, descubres que la puedes hacer de forma más fácil.
¡¿Cómo es posible?! ¡Antes me parecía muy fácil pero ahora veo el sobreesfuerzo que estaba haciendo! – Un tío
Luego descubres que puedes conseguir un mejor sonido, que te cuesta menos tiempo calentar la voz, que al acabar de cantar sientes menos molestias, …
Es el cuento de nunca acabar.
#7: Dedicar tiempo para practicar
Como te decía antes, la práctica es fundamental.
Pero tienes que ser un poco estricto con este asunto para no perder el rumbo.
Por un lado, si dedicas poco tiempo el problema es evidente: no vas a conseguir las repeticiones suficientes como para que los buenos hábitos que quieres adquirir se instalen en tu sistema nervioso.
Por otro lado, si dedicas demasiado tiempo seguido a practicar, puedes provocar el efecto contrario en tu voz y retroceder tu avance.
Si fatigas tu voz, llegará un momento en el que esta no pueda con el trabajo que le estás exigiendo y empezarás a instalar malos hábitos.
Es mejor más frecuencia y menos duración que al revés.
#8: Practicar con cabeza
No sólo es importante el tiempo que le dediques a practicar.
También es importante qué tipo de práctica haces en ese tiempo.
Tiene que ser un tiempo de calidad.
Al principio, si no conoces muy bien tu voz, necesitarás algún tipo de guía para saber qué es lo que necesitas en cada momento.
Pero también es importante cómo haces los ejercicios.
¿Los haces en tu hora de comer pero tienes los asuntos del trabajo en tu cabeza?
¿O estás más preocupado de que te oigan otras personas que de tus ejercicios?
Si tienes la cabeza en otro sitio, es posible que no te des cuenta si haces algo mal, y si eso ocurre, las probabilidades de que repitas ese error una y otra vez durante tu práctica son muy altas.
¿Qué consigues?
Instalar malos hábitos que luego tendrás que quitar.
#9: Cuidar tu voz
Sin llegar a límites obsesivos, es necesario que tengas un cuidado especial de tu voz.
A nadie le gusta coger un constipado, pero para un cantante o un profesional de la voz es un poco peor.
Tienes que pasar un puñado de días en la cama, lleno de mocos y con los ojos llorosos, eso no te lo quita nadie, pero después de “recuperarte” necesitas unos días más para que tu voz vuelva a estar como antes.
La voz es de las últimas cosas que se recupera después de un golpe así.
Por otro lado cosas como fumar, trasnochar, estar en ambientes con mucho ruido, hablar a voces, … son cosas que también debes evitar para cuidar tu voz.
#10: Tú también puedes mejorar
Si quieres ser mejor cantante o aprender a cantar, este punto debe formar parte de tu mentalidad.
Si no estás plenamente convencido, el camino puede ser mucho más duro.
La mente también juega un papel muy importante en el proceso de aprendizaje y mejora, no podemos olvidar eso 🙂
Pero, ¿qué te voy a contar que no haya contado antes aquí? 😉
#11: Grábate y escúchate
Si no estás acostumbrado a escuchar tu voz desde fuerza de tu propia cabeza, seguramente esto te costará al principio.
A nadie le gusta su propia voz cuando la escucha en una grabación por primera vez.
¿Esa es mi voz? ¿Yo sueno así? – Un tío
Pero eso es sólo la primera razón.
Si juzgas tu voz por lo que oyes desde dentro de tu cabeza, por ejemplo mientras cantas una canción, es muy difícil que te puedas fijar en todos los detalles.
En cambio, si te escuchas desde una grabación, puedes percibir cosas que se te han escapado al grabarte.
A veces, algo que crees que suena muy bien en realidad no suena tan bien.
Esto te ayuda mucho a relacionar el cómo te oyen los demás con el cómo te oyes tú.
El resultado es que desarrollas una percepción mucho más objetiva de tu voz en tiempo real, mientras cantas, de forma que sabes cómo te oyen los demás en todo momento.
¡Buf! Eso han sido muchos puntos 🙂
Pero si te ayudan a tener un poco más claro tu camino como cantante, ¡me doy por satisfecho!
¡Empieza a poner en práctica cada uno de estos puntos y disfruta más de tu voz! 😀
Imagen: Algunos derechos reservados por Konstantin Lazorkin
Agradecida de todos sus consejos, muchos de ello me han servido, pero estoy confundida con la voz de pecho y la voz de cabeza.
Me alegro de que te gusten, Elisabeth 🙂
Has mirado los enlaces del artículo para saber más sobre esos dos términos? Te los dejo aquí de nuevo:
https://vokalo.es/glosario#vozdepecho
https://vokalo.es/glosario#vozdecabeza
No te olvides de que puedes utilizar también el buscador de la web!
muy interesante y esclarecedor son estos consejos (11). Ayudan bastante a conocer mas y mas nuestra voz , y mejorarse a si mismo.!!!
Gracias, Jorge 🙂
hola, has hablado que la práctica es muy importante. Que ejercicios me recomiendas hacer diariamente para la voz, es decir, los de calentamiento, algunos específicos etc… Gracias. Muy buen artículo…
Depende mucho de qué necesite tu voz. Mira esto: https://vokalo.es/blog/ejercicios-de-canto