Esta vez no quiero hablarte de técnica, pero sí quiero hablarte de cosas que pueden afectarla negativamente.
Si vives tu día a día sin demasiado cambio pero hay días en los que tu voz parece la de otra persona, es posible que alguna de las 7 amenazas vocales que te presento aquí te esté atacando.
¡Y puede que ni lo sepas!
Menos mal que tenemos al Sensei de nuestro lado…
El Sensei está dispuesto a ayudarte…
- Compartiendo contigo su experiencia acerca de 6 amenazas más puñeteras
- Dándote ejercicios ancestrales para combatirlas
- Revelándote la séptima amenaza, la amenaza que puede llevar al traste todo tu trabajo
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Transcripción del episodio
Quiero hablarte de ciertas situaciones que pueden afectar negativamente a tu voz.
Normalmente hablamos de los problemas creados por una mala técnica, porque es la raíz de la gran mayoría de los problemas vocales.
Pero esta vez vamos a tratar situaciones que son ajenas a la técnica vocal, para que trates de prevenirte contra ellas y así intentar evitarlas.
Aunque como no siempre se pueden evitar, también te daré algunos ejercicios que suelen venir bien para algunas de estas situaciones.
Una vez más, recuerda hacer estos ejercicios con cabeza.
Son ejercicios genéricos que pueden no ser los adecuados para ti, o también puede que los hagas incorrectamente, así que si en cualquier momento te causan molestias o dolor, para inmediatamente.
Amenaza #1: Tu entorno
Si tu voz parece que está loca porque cada día está de una forma diferente pero no te sales de tu rutina de ejercicios, lo primero que hay que mirar es ver cómo tratas a tu cuerpo.
Ya deberías saber que fumar es muy malo para la voz, y puede ser perfectamente la raíz de tus problemas.
Aunque no fumes, considera también si eres fumador pasivo.
Los cambios de temperatura drásticos también afectan negativamente a la voz y a la salud en general.
Los aires acondicionados son mortales.
Resecan el ambiente y además se tiende a ponerlos a una temperatura muy baja en verano.
Los ambientes ruidosos en donde te quieres hacer oír y sin darte ni cuenta acabas gritando, también son muy malos.
Ya ves por donde voy, ¿no?
Como cantante, es tu obligación estar al tate de todo lo que te rodea y te puede afectar a la voz.
No hay ejercicios que te ayuden con esto, aunque la alternativa es mejor: evitarlo todo.
Evita cualquier elemento de tu entorno que pueda afectar a tu salud vocal.
Amenaza #2: Todo lo que te metes entre pecho y espalda
La alimentación también es muy importante, y de esto tienes un control bastante directo.
Algo muy común causado por ciertos alimentos para ciertas personas es la mucosidad excesiva en la voz.
El picante, el azúcar y los lácteos son los alimentos que provocan mucosidad a la mayoría de las personas, pero no son los únicos.
Por ejemplo, a mí el melón me sienta fatal.
No sólo me produce mucosidad sino que también me produce irritación en toda la garganta.
Es un rollo, pero como ya lo sé, lo evito.
Tienes que prestar atención a las reacciones de tu cuerpo a ciertos alimentos para saber cuándo puedes permitirte comerlos y cuándo no.
Si tienes un exceso de mucosidad, trata de calentar la voz muy suavemente con sonidos faríngeos.
Por ejemplo, con este ejercicio:
(El ejercicio está en el audio)
Hay otros alimentos que te pueden producir pesadez, gases, sequedad en la boca, …
No es que afecten directamente a tu voz, pero sí afectan a tu bienestar, por lo que acaban afectando de forma indirecta.
Contra todo eso no hay ejercicio que valga, así que ya sabes, ¡presta atención!
Y finalmente, no beber suficiente agua también puede ser el causante de un mal funcionamiento de la voz, o de un funcionamiento incómodo.
Incluso de una mucosidad densa.
No hace falta que te pongas hasta arriba de agua cada día, pero no beber nada durante horas no te ayudará.
Beber mucho alcohol puede deshidratar tu cuerpo, y también generar mucha mucosidad.
¡Tenlo presente!
Amenaza #3: El reflujo
El gran enemigo silencioso de los cantantes.
Por si no lo sabes ya, el reflujo es lo que pasa cuando los ácidos de tu estómago trepan grácilmente por tu esófago y acaba en tus cuerdas vocales.
Al ser ácido, quema, y quemar así a tus cuerdas vocales es FATAL.
Normalmente es causado por la alimentación, y suele manifestarse como un ardor muy intenso en el cuello o justo debajo de éste.
Es una sensación muy incómoda y característica, pero si no la conoces puede ser que la estés pasando por alto, como me pasó a mí.
Tienes un artículo acerca del reflujo en nuestro blog, por lo que si crees que te puede estar pasando, te recomiendo que le eches un vistazo.
El caso es que cuando el reflujo afecta a la voz, ésta suele estar mucho más pesada de lo habitual, por lo que no es mala idea calentarla desde otro punto de vista.
Utilizar una voz faríngea también suele venir bien, pero buscando liberar el registro agudo lo antes posible.
Por ejemplo, con este ejercicio:
(El ejercicio está en el audio)
Amenaza #4: Alergias ambientales
Hay un montón de cosas que pueden causar alergias: el polen, los gatos, los ácaros del polvo, …
Contra todo esto poco puedes hacer, especialmente contra los gatos.
Lo suyo es que te trates las alergias con un médico.
O si no tienes pero sufres los síntomas típicos de una alergia, te hagas las pruebas para ver si tienes.
Recuerda que éstas se pueden desarrollar en cualquier momento con los años.
Si además sufres asma, ten en cuenta que los sprays inhaladores a veces resecan mucho el aparato fonador, por lo que no está de más que te hidrates bien si los utilizas.
Las alergias suelen inflamar las cuerdas vocales, así que para mejorar un poco su estado debes empezar a moverla muuuy suavemente, con sonidos poco agresivos para tu voz.
Este ejercicio es un buen ejemplo:
(El ejercicio está en el audio)
Amenaza #5: Tu propio cuerpo
Hay reacciones de tu cuerpo a ciertas situaciones que son completamente inevitables.
Constipados, menstruación en las chicas, infecciones, …
Depende del estado en el que te encuentres, la mejor solución puede ser simplemente guardar todo el reposo posible y beber muchos líquidos para ayudar al cuerpo a deshacerse de todo lo que tenga que deshacerse.
Si no estás TAN mal pero a tu voz le cuesta moverse y está vaga, hay que empezar a moverla, pero a su propio ritmo y con cariño.
Así:
(El ejercicio está en el audio)
Amenaza #6: Estado emocional frágil
La cabeza puede ser un gran aliado y a la vez un gran enemigo.
El estrés y el agobio pueden producir reacciones físicas en tu cuerpo.
Reacciones que pueden afectar directa o indirectamente a tu voz.
El bruxismo es una de ellas.
En pocas palabras, el bruxismo es una acción involuntaria de apretar los dientes entre sí, produciendo mucha tensión en la mandíbula.
Puede llegar a provocar dolores de cabeza bastante intensos.
¡Y todo por comerte la cabeza!
Si crees que tienes bruxismo, consúltalo con tu médico, porque hay formas de aliviarlo.
Este ejercicio también te puede ayudar con eso:
(El ejercicio está en el audio)
Los agobios y la presión también te hacen meter prisa a procesos que requieren su tiempo, como por ejemplo calentar la voz.
Si estás viviendo una época de estrés y vas atropellado, oblígate a darte tiempo de práctica vocal sin agobios.
Es importante que te tomes el tiempo necesario para mantener tu voz en forma, porque querer ir más rápido de lo que tu voz necesita o está preparada puede producir el efecto contrario.
Finalmente, dormir poco o no dormir bien también puede afectar mucho a la voz.
En este caso, uno de los ejercicios que ya hemos visto antes te puede venir bien:
(El ejercicio está en el audio)
Amenaza #7: No poner tu fe en la técnica vocal
A mi modo de ver, esta es la mayor amenaza de todas.
Cuando tu voz no se encuentra en buen estado, posiblemente por alguna de las amenazas anteriores, la reacción que tenemos casi todos es la de tratar de arreglarlo a la fuerza.
¿Hoy no tienes tanto volumen como normalmente? Pues nada, a meter tralla.
¿Ayer llegabas más agudo que hoy? ¡Sin problema! Empujas un poquito y ya llegas.
Total… ¿quién se va a dar cuenta?
Es un error normal, y por eso es una amenaza tan grande.
Si no confías en el camino de la técnica vocal y el lado oscuro te tienta, puede que consigas tu meta a corto plazo, pero luego vendrán las repercusiones negativas.
Lo mejor de todo es que evitarla es fácil: presta atención a cómo estás enfocando cada nota que cantes.
Si tienes honestidad contigo y con tu voz, sabrás si te estás adentrando en el lado oscuro.
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