¿Cómo tiene que ser la voz cantada y hablada?

¿Cómo tiene que ser la voz cantada y hablada?¿Te preguntas qué voz tienes que poner para cantar?

¿Tiene que ser una voz más dulce, más bonita, más varonil?

Es habitual que surjan este tipo de dudas cuando uno intenta cantar.

Y también es habitual intentar que tu voz cantada suene diferente a tu voz hablada.

¿Es esto correcto?

Para saberlo, vamos a analizar un poco la parte mecánica de la voz:

La mecánica de la voz hablada y cantada

Cada engranaje tiene que estar en su lugar.

El elemento mecánico común entre la voz hablada y la voz cantada es el aparato fonador.

Su funcionamiento es simple.

A grandes rasgos, pasa aire a través de los pliegues (también llamados cuerdas) vocales y estos vibran, produciendo ondas de sonido que rebotan por las cavidades (o resonadores).

Para hablar funciona así y para cantar no hay ninguna diferencia.

Pasa exactamente lo mismo.

Si quieres hablar o cantar más fuerte, envías más aire.

¿Cuándo falla este proceso mecánico?

El problema de este sistema es que alguna pieza se salga de su engranaje, es decir, que se descompense alguna parte.

Por ejemplo: que haya alguna tensión que no permita que los pliegues vocales vibren libremente.

En esos casos suele haber un problema por el que cuesta cantar.

Y cuando digo cuesta, me refiero a esfuerzo físico.

Estos fallos en el proceso pueden ocurrir tanto en la voz cantada como en la voz hablada, aunque son mucho más frecuentes en la voz cantada.

Por eso, la voz hablada suele ser la base para trabajar la voz cantada.

Pero…

¿Qué pasa si la voz hablada no es correcta?

Hay muchos casos en los que esto es así.

La mayoría de veces, la descompensación que existe en la voz hablada se duplica al cantar.

Otras veces, por el contrario, el funcionamiento es mejor en la voz cantada que en la voz hablada, aunque es raro de ver.

Seguro que si has llegado hasta aquí te habrá surgido una nueva duda.

¿Cómo sé si hablo correctamente?

Hay algún indicio que puede decirte si hay algún fallo en tu manera de hablar.

  • Si te sueles quedar sin voz después de hablar un rato.
  • Si sientes molestias o carraspera después de hablar o durante.
  • Si tu voz suena apagada o no se te entiende bien cuando hablas.
  • Si sientes fatiga o cansancio después de hablar.
  • Si a menudo te quedas sin aire mientras hablas.

Todo esto son indicadores de que alguno de los engranajes de tu máquina de hablar está funcionando mal.

Esto no quiere decir que la máquina esté rota (aunque no está de más que te lo hagas mirar por un médico), simplemente quiere decir que la máquina no se está utilizando bien.

No te puedo decir qué hacer para solucionar cada uno de los problemas porque, por desgracia, esto no son matemáticas, aunque a mí a veces me las recuerden un poco. 🙂

Ver y oír la voz de un alumno ayuda al profesor a saber si alguno de los elementos se está utilizando mal.

¡OJO! Muchos profesores probablemente culparan de todo a tu gestión del aire, pero eso pasa porque no se molestan en mirar más allá y observar todo lo demás.

Nota curiosa: ese suele ser el menor de los problemas.

¿Y si no tengo problemas al hablar?

Si no tienes problemas al hablar entonces tienes mucho ganado.

Porque tu voz hablada es la misma que tu voz cantada.

Sin embargo, nuestro propio cerebro muchas veces se vuelve en nuestra contra y decide por su cuenta que la voz cantada tiene que sonar de una determinada manera.

Aquí entra en juego el mapa de creencias de las personas.

Las creencias son algo que ni te planteas que puede estar mal.

Es algo que llevas arraigado tan dentro tuyo que para ti es una verdad absoluta.

Cuando realmente se avanza es cuando se pone en entredicho una creencia.

Si logras hallar pruebas irrefutables de que eso es así, bien por ti.

Pero si no lo haces, mejor aún, porque te permitirá avanzar.

En este caso, es genial combatir esa creencia porque es el principio de una solución para tu voz cantada.

Si consigues poner en duda una sola creencia sobre tu voz cantada, sin concesiones, entonces podrás empezar a mejorar.

Como profesora me enfrento a esto todo los días.

Hablando con un alumno le digo algo que va contra una de esas creencias que tomaba como verdad sin cuestionarse siquiera, empieza a planteárselo y ahí tenemos un punto de inflexión.

Hay personas que son más difíciles de sacar de esa creencia que otras y otras que aunque lo intenten conscientemente aún no han convencido a su cerebro de que dé otra orden.

Todo esto es normal y requiere tiempo, más o menos dependiendo de la persona en cuestión.

No hay que cambiar la voz para cantar

Si cambias tu voz para cantar, estás cambiando alguno de los elementos que hacen que el engranaje funcione correctamente y bien engrasado.

Eso provocará fallos.

Si tu voz hablada funciona correctamente, básate en ella, porque tiene una melodía.

Al hablar utilizas notas musicales, no hablas sólo en un tono (aunque esto también existe y es otro de los problemas que se pueden dar al hablar).

Las notas por las que sueles moverte al hablar son las de la voz de pecho, a no ser que alces la voz o rías muy agudo.

Si al hablar te mueves por esas notas y no te encuentras con ninguno de los indicios que te comentaba más arriba, ni siquiera al hablar a más volumen, entonces significa que lo estás haciendo bien.

Significa que esas notas de tu voz de pecho las estás utilizando de manera correcta.

Así que, ¿por qué tendrías que modificarlas para cantar?

No tienes que hacerlo.

Habla tus notas de voz de pecho cuando cantes, a ver qué sensación tienes.

Es muy probable que des con la agradable sorpresa de que las notas agudas te cuestan menos así.

Un caso típico que nos pasa a las chicas

Las chicas a veces al cantar queremos poner una voz más dulce y hablar las notas de la voz de pecho al cantar nos parece que las vuelve más duras o que hace el sonido más feo.

Haz la prueba y grábate haciéndolo de esa manera, pero al mismo volumen.

Si quieres cantar esa parte a menos volumen, hazla como si hablaras pero más bajito.

A veces es necesario escuchar el resultado desde fuera para saber si realmente suena tan duro como nos parece.

Si escuchando desde fuera te parece que no suena tan mal como te pensabas has dado con un punto de inflexión, pues has cambiado una creencia.

Sin embargo, va a ser difícil que cambie del todo, porque la mayoría de veces que escuches tu voz no va a ser a través de una grabación, sino que va a ser mientras cantas.

Eso va a hacer que pierdas la fe, aunque ya te lo hayas demostrado muchas veces.

La manera de seguir acostumbrándote es seguir escuchando tu voz cantando las notas graves con voz hablada.

Escúchate mucho mucho hasta acostumbrarte a ella y ya verás como al final ni te darás cuenta de que al cantar simplemente no cambias nada de lo que haces al hablar, será natural y automático.

Si tenías esta duda y te he ayudado a aclararla, ¡comparte!

Imagen: algunos derechos reservados por Thomas Claveirole

  • Joaquin dice:

    Hola! Tengo 15 años y tengo un problema con mí voz. Sucede que a lo largo de mí vida siempre hablé con mí voz de cabeza, y hace unos pocos días me di cuenta de que esto era incorrecto (además de que me escuchaba muy bajo y a veces me costaba un poco), así que decidí empezar a hablar con mí voz de pecho. Ahora sucede que dicen que parece que estoy afónico. Encima también tengo problemas porque mí voz de pecho y de cabeza son muy diferentes y no las puedo usar inmediatamente. No lo sé, agradecería una pequeña ayuda, intentaré verme por un fonoaudiólogo.

    • Tal vez al intentar hablar con tu voz de pecho has forzado demasiado y antes lo estabas haciendo bien aunque con una voz de pecho ligera, pero no lo puedo saber a ciencia cierta sin tratar tu voz.

      Sí te recomiendo que te pongas en manos de un profesional, porque a tu edad es crucial que te lleve alguien que pueda orientarte directamente y conociendo tu voz, porque ahora es cuando puedes adquirir malos hábitos. Suerte!

  • >