¿Llevas tiempo sin sentir que tu voz mejore? ¡Y eso que practicas cada día siempre que puedes!
Si estudias con un profesor de canto, es buen momento para hacerle saber tu preocupación para encontrar la raíz del problema entre los dos.
Pero si estás solo en este camino y no tienes a nadie que conozca tu voz, puede ser un poco más complicado.
Es fácil practicar de manera incorrecta y no ver resultados por ello…
Con los 5 tips que te presento en este artículo pienso de verdad que tu suerte va a empezar a cambiar.
Manera incorrecta #1: Leer, escuchar y ver sin practicar
Si estás leyendo esto es porque te encanta saber más y más sobre la voz.
Probablemente hayas leído ya cientos de nuestros artículos o escuchado decenas de nuestros episodios de El Sensei del Cantante.
Si es así, también habrás leído otros cientos de artículos de otros sitios, y habrás visto otras decenas de vídeos en YouTube.
Eso me gusta, porque significa que el canto y la voz son temas que te interesan, y estás dispuesto a dedicar tiempo y esfuerzo a aprender todo lo que puedas sobre ellos.
Pero la mayoría de la gente se queda ahí, y eso no es suficiente.
¡No es ni el 10% del trabajo!
Cantar es una actividad física y, por muchos conocimientos que tengas, tienes que ponerte manos a la obra para aprender.
Es todo un proceso donde la teoría tiene su cabida, pero más veces que menos esa teoría se convierte en algo inútil por no poder aplicarla.
Pero no es que no se pueda aplicar porque no la conozcas.
No se puede aplicar porque:
- Por mucho que sepas que tienes que mover este cartílago y aquel músculo, la realidad es que no tienes la percepción necesaria para hacerlo a voluntad. Es como las personas que no saben mover una sola ceja. La están viendo, saben dónde está, pero simplemente no tienen el camino neuronal hecho en su cerebro para moverla, y se crea sólo a base de practicar, sin importar que te sepas los nombres de todos los músculos que intervengan.
- Porque el cuerpo necesita tiempo para crear la memoria muscular necesaria. Siguiendo el ejemplo anterior, llegará el día en el que puedas mover más o menos esa ceja rebelde, pero tendrás que hacerlo muchas veces durante un tiempo para poder hacerlo sin que sea un esfuerzo.
Así que, si ya has cubierto ese 10% del camino con la teoría, empieza cuanto antes con el otro 90%.
Te lo agradecerás 🙂
Manera incorrecta #2: Buscar metas (aún) inalcanzables
Está bien querer llegar a ser un gran cantante.
Es bueno, porque todo gran camino nace a partir de un deseo como ese.
Pero hay que ser muy consciente de que es eso, un camino, y hay que recorrerlo paso a paso.
Como ya hemos dicho en otras ocasiones, sé que parece algo muy lógico y de sentido común, pero es más que habitual caer en la trampa de querer correr más de lo que se debe.
Y cuando se corre más de lo que se puede, uno se acaba tropezando y cayendo de morros al suelo.
Por eso, si aún tienes dificultad al cantar canciones fáciles o medianamente difíciles, deja para más adelante temas mucho más avanzados como el whistle register (voz de silbato) o los meslismas.
Una cadena resistente se construye eslabón a eslabón.
Manera incorrecta #3: Fatigarse por practicar demasiado rato seguido
Hay personas que dedican horas y horas al día a practicar.
De nuevo, soy de la opinión de que es una cualidad buena, pero llevada a cabo sin cabeza puede ser contraproducente.
Es muy fácil fatigar los músculos vocales, y cuando esto ocurre llegas a un punto en el que tu técnica vocal no mejora y, de hecho, empeora.
Cuando los músculos necesarios para cantar correctamente no funcionan bien (por la fatiga o por cualquier otro motivo), otros músculos entran en juego para intentar suplir esas carencias, y esto provoca dos cosas:
- Que se generen tensiones musculares innecesarias, lo cual acaba provocando diversos problemas vocales: molestias, afonías, disfonías, pérdida de rango vocal, y con el tiempo, lesiones vocales.
- Que los músculos que deberían utilizarse se vuelven vagos y empiezan a “olvidar” cómo funcionar correctamente.
Pero igual que los músculos vocales se pueden fatigar rápido, también se pueden recuperar rápido.
Por eso es tan importante hacer cortos descansos frecuentes durante tus sesiones de práctica, aunque no sientas la voz cansada.
2, 3 o 5 minutos cada 15 o 20 minutos es un buen ritmo de descanso, pero tienes que ir investigando cuál es tu frecuencia y duración ideal, e irlo comprobando con el tiempo, ya que estos tiempos pueden ir variando.
Manera incorrecta #4: Practicar sin un “porqué”
Practicar canto a ciegas es de las peores cosas que puedes hacer.
Cada vez que hagas un ejercicio de canto o cantes una canción de determinada manera, es muy importante saber el “porqué”.
No me refiero a algo como “hago este ejercicio porque sirve para aprender a cantar notas agudas”.
Primero, porque no existe un ejercicio mágico que sirva para todo el mundo.
Y segundo, porque eso no es un “porqué”.
Para cantar notas agudas hay muchísimas cosas a tener en cuenta y hay que trabajarlas de forma separada primero, y poco a poco ir incorporándolas una a una en tu régimen de práctica.
No, tienes que buscar ese “porqué”.
Esta podría ser una conversación contigo mismo para descubrirlo:
– ¿Por qué me cuesta cantar esta nota?
– Porque la laringe sube y está muy tensa.
Sabiendo esto, podrías hacer ejercicios para bajar la laringe.
Es un principio, pero es fácil quedarse ahí. Hay que seguir indagando:
– ¿Por qué tenso la laringe?
– Porque me falta compresión vocal.
– ¿Por qué me falta compresión vocal?
– Porque estoy utilizando una vocal incorrecta.
¡Bueno! Esto es algo mucho más concreto con lo que puedes trabajar.
Sé que no es fácil hacer estas indagaciones y a veces es imposible porque simplemente no conoces todos los problemas (de ahí la importancia de trabajar con un buen profesor de canto), pero cuanto más te esfuerces en buscar la raíz del problema, más aprenderás sobre tu voz y más oportunidades tendrás de mejorar.
Manera incorrecta #4 + 1: Practicar sin un piano o sin notas de referencia
¿Quién no ha cantado escalas en la ducha?
¿En el coche?
¿Jugando al Candy Crush™?
A no ser que tengas oído absoluto, no sabrás qué notas estás cantando.
Esto es un problema, porque lo más probable es que estés cantando notas que no te hagan mejorar tu técnica.
Es como cantar a capela y sentir que es muy fácil para luego ponerte la pista de karaoke y de repente la misma canción es mucho más difícil, y todo porque la estabas cantando en un tono más cómodo.
Si no tienes notas de referencia, te puedes estar quedando por debajo o por encima de la zona que tienes que trabajar.
O puede ser que te estés saltando las notas centrales, que son las más difíciles.
La única solución para esto es hacerte con un piano, o con Vox Tools, nuestra app para cantantes.
Espero que pruebes todos estos consejos, porque estoy seguro de que notarás la diferencia 😉
Gracias. Todas estas maneras que se me indica son verdades y las voy a poner en práctica para superarme. Uds. como Maestros de canto ya tienen las claves exactas y les felicito por enseñar lo correcto. Por esta razón seguiré practicando según su guía de clases. gracias ….gracias .
Un placer, Herman 🙂