¿Sientes que tu voz está encarcelada? ¡Date a la fuga!

¿sientes que tu voz está encarcelada?

En lo concerniente a tu voz, muchas veces eres tú quien le pone barrotes sin saberlo.

Yo a esa nota no llego, eso es demasiado difícil para mí… ¿Te suena?

El problema es que nuestro cerebro es muy poderoso y lo controla todo.

Si tú sigues creyendo que no puedes hacerlo, seguramente no podrás.

Así que tienes que hacer un trabajo de romper tus propios moldes para conseguir avanzar.

¡Ojo! No te estoy diciendo que te centres en buscar notas imposiblemente altas.

Sobre todo si aún no puedes cantar las notas agudas normales bien conectadas y sin saltos.

En las canciones no se suelen escuchar esas notas súper agudas más que en algún pequeño detalle, porque no es un sonido agradable si se escucha durante mucho rato.

Si quieres poder utilizar esas notas como detalle, recuerda que tienes mucho trabajo por delante.

Y este artículo no está centrado en esas notas, sino en las que deberías poder cantar sin problema.

Dicho esto, vamos a ver cómo romper esos moldes en 4 pasos:

Primer paso: Aprende más sobre tu voz

Es importante que sepas cómo es tu voz, qué características tiene: tu tipo de voz.

Con esto me refiero al sonido de tu voz más que a tu rango.

Recuerda que tu tipo de voz no lo determina tu rango vocal.

Porque si estás aquí es porque sientes que tu voz tiene límites y por eso no nos interesa saber qué rango tienes, porque probablemente será un rango bloqueado y no te define ni debes dejar que lo haga.

Céntrate en el sonido de tu voz.

Aquí tienes enlaces para chico:

Para saber si eres bajo

Para saber si eres barítono

Para saber si eres tenor

Y enlaces para chica:

Para saber si eres contralto

Para saber si eres mezzosoprano

Para saber si eres soprano

Puedes comparar tu voz con los ejemplos para saber si se parece más a un tipo de voz o a otro.

Algunos te dirán que si llegas a esa o aquella nota eres tal o cual, pero recuerda que es probable que tu rango esté limitado y que sacando a tu voz de la cárcel en la que se encuentra puedas extenderlo.

Tu tipo de voz no cambia por el entrenamiento vocal. Sólo se amplían sus capacidades.

Segundo paso: Saber elegir las canciones para practicar

Ahora que ya sabes tu tipo de voz, tienes que escuchar a cantantes con ese mismo tipo de voz.

Investiga, escucha, compara, porque eso te hace crecer como cantante.

No es cultivo de tu voz propiamente dicho, pero sí es un trabajo importante y muy bueno para mejorar tu calidad y refinar tu oído.

Una vez tengas seleccionado un artista con tu mismo tipo de voz, intenta cantar sus canciones.

Esto es importante porque si por ejemplo eres un chico no puedes cantar canciones de chica y que tu voz suene con las mismas características que como le suena a una chica, porque vuestras voces son diferentes.

Es peligroso que lo intentes porque hablando en términos generales, una nota que para una chica es medio aguda para un chico es aguda.

Si el chico quiere cantar esa nota como canta sus notas medio agudas, lo que va a conseguir es forzar su voz.

También sería peligroso que ese mismo chico pensase que tiene que cantar esa nota en voz de cabeza ya que para la chica es una nota medio aguda, porque puede llevarle a hacer directamente un falsete.

Por eso, lo más seguro para ti en este momento es que practiques con canciones que encajen con tu tipo de voz.

Eso es lo que va a ayudarte a desbloquear tu voz.

Tercer paso: Demostrarle a tu cerebro que sí llega a esas notas

Ahora que te has asegurado de que estás entrenando con canciones que están dentro de tus capacidades físicas (por tu tipo de voz), sabes que deberías poder llegar a esas notas que salen en esas canciones.

Lo único que te lo está impidiendo eres tú a través de tensiones.

No deja de ser un mecanismo de defensa.

Es como estar en una azotea entre dos edificios y ver el suelo bien lejos.

Si tu cerebro decide que no llegas a la otra azotea saltando no lo va a querer hacer, porque de lo contrario morirías.

En este caso también te está protegiendo.

Cree que no llegas y que te vas a pegar una nata, así que te bloquea para que no hagas una locura.

Así que tienes que distraerle para que piense en otras cosas y no se dé cuenta de lo que estás haciendo.

Hay varias maneras de distraer a tu cerebro en este momento, sobre todo para hacer que no piense en que estás subiendo o alcanzando notas.

Todo consiste en mantener una postura relajada, sin estirar el cuello, manteniéndolo en equilibrio y moverte hacia abajo haciendo una reverencia, o bien moverte como si bailaras o manteniendo levantado el brazo y bajándolo justo en el momento del agudo…

Todos estos trucos te ayudan a distraer a tu cerebro, pero aún y así es posible que aún no te salga ese agudo.

Cuarto paso: Utiliza sonidos que te lo pongan más fácil

Para llegar a las notas agudas hay vocales que nos lo ponen más fácil que otras.

Las vocales cerradas como la i o la u son tus aliadas.

Así que prueba a llegar a esos agudos con estos sonidos en lugar de con la letra de la canción.

El lip bubble, si está bien hecho, es bastante bueno para romper los barrotes de la celda en la que está tu voz.

Aunque es un sonido muy simple, te deja llegar a esas notas sin esfuerzo y ese siempre es el primer paso para empezar a sentir más seguridad para cantarlas.

Poco a poco tienes que ir haciendo una transición hacia la letra real de la canción, siempre intentando copiar las sensaciones que tienes al hacer el lip bubble o una vocal cerrada.

¿Y tú? ¿Ya te has escapado? ¿O sigues limando los barrotes con esa lima que te trajeron escondida en una tarta? ¡Cuéntanoslo en la sección de comentarios!

>