Entrenar la voz es importante para un cantante, aunque hay muchos que no hacen absolutamente nada para ello.
Esto es por culpa de la obsesión que existe con que la voz es un don y o lo tienes o no.
Pensar eso realmente te cierra un montón de puertas y te deja relegado a tener una voz amateur de por vida.
Por mucho que no se sepa, las grandes estrellas trabajan muchísimo. No sólo sus voces, sino todos los aspectos necesarios para ofrecer un espectáculo a la altura de las expectativas.
Para mí, eso les engrandece.
Algunos cantantes amateur también entrenan sus voces y lo hacen por diversos motivos
Proteger su voz
Un cantante quiere proteger su voz, no necesariamente porque sienta que se está haciendo daño ni nada, sino porque quiere prevenir y que su voz le dure años.
Esto es bastante inteligente, sobre todo para alguien que quiere dedicarse de manera intensa a cantar (es decir, que vaya a cantar bastante a menudo).
Lo cual no implica que quiera dedicarse a cantar de manera profesional.
Curar un daño
Otro motivo es porque ya se haya hecho daño.
Por desgracia este es el caso más frecuente.
Muchísimos cantantes esperan a tener un daño vocal para empezar a entrenar sus voces.
Esto es una verdadera lástima, porque muchas veces cuesta muchísimo salir de la dinámica que te ha llevado a ese punto y si hubieras empezado a entrenar tu voz antes la cosa habría sido más fácil.
Mejorar
Y finalmente tenemos a los que, sea cual sea su nivel, saben que hay cosas que podrían hacer mejor y están dispuestos a entrenar para conseguirlas.
Es algo bastante realista, porque está claro que las habilidades no se desarrollan por arte de magia.
Si no entrenas, no mejoras.
Para cualquier cantante, tanto si acaba de empezar como si lleva un tiempo cantando y suena bien, cualquiera de los motivos encaja.
Del mismo modo, sea cual sea el nivel del cantante siempre hay algunas dudas recurrentes que tienen cuando empiezan a preocuparse por entrenar sus voces.
7 dudas que aparecen al entrenar tu voz para cantar
Como es normal, puedes tener más dudas que estas 7, pero éstas están en los primeros puestos de dudas de entrenamiento:
#1: La respiración
Durante años se ha hablado sobre la respiración para el canto y se ha sobre enfatizado su importancia.
Hasta tal punto se ha exagerado este tema, que los cantantes van muy perdidos con esto.
Creen que hay una manera misteriosa de respirar para cantar mejor.
Yo misma llevaba cantando un tiempo sin entrenar mi voz y decidí apuntarme a clases para mejorar y proteger mi voz.
Una de mis principales creencias era que me iban a enseñar a respirar para cantar y que eso solucionaría todos mis problemas vocales.
Cuando aprender a respirar para cantar no cumplió su objetivo de hacerme cantar mejor, fue cuando empecé a replantearme si esa duda que tenía era legítima. Si realmente es tan importante aprender a respirar de una manera determinada para cantar.
Y ahora sé que es importante respirar de manera relajada, sin que intentar controlar tu diafragma te lleve a tener todo el cuerpo tenso.
#2: La postura
Esto también preocupa mucho a los cantantes, aunque personalmente nunca pensé en ello antes de empezar a entrenar mi voz para cantar.
Fue en mi primera clase cuando mi profesora me colocó y me dijo: así, esta es la postura para cantar.
Y no podía estar más incómoda, porque quería mantener esa postura que ella me había indicado y para ello estaba tensando todo el cuerpo.
Me empezó a preocupar cómo mantener esa postura en mis conciertos, pues tiendo a moverme mucho de punta a punta del escenario y a bailar…
Al final me di cuenta de que todo eso también es una chorrada.
Hay que colocarse de manera natural y cómoda. Siempre teniendo cuidado de no impedir el movimiento normal de la laringe (en el cuello) porque eso sí puede hacerte más difícil cantar.
También, dependiendo del estilo que cantes, si necesitas mucha capacidad pulmonar, vas a necesitar una posición que no te oprima los pulmones, vamos, que se puedan expandir sin problemas.
Pero nada más.
Las posturas antinaturales e incómodas sólo hacen que te sientas fuera de lugar y no te concentres en lo que de verdad importa, cantar.
#3: La alimentación
Otra de las grandes dudas es sí hay algún alimento que haga que tu voz suene mejor o peor.
Cuando entiendes el aparato fonador aparato fonador y cómo está todo situado te das cuenta de que esto no tiene ningún sentido, ya que nada de lo que comas o bebas llega a tocar tus cuerdas vocales, así que no tienen manera de influir en ellas.
Sin embargo, cada persona se conoce y sabe cómo le sientan los alimentos.
Por ejemplo, a mí la menta me despeja mucho las fosas nasales y gracias a tenerlas despejadas respiro más cómoda. Estar más cómoda me hace cantar más a gusto. Sin embargo hay personas a las que la menta les reseca la garganta y esa incomodidad les hace no cantar tan a gusto.
En definitiva, que tienes que probar y quedarte con lo que a ti te funcione mejor, no con lo que te digan que funciona mejor.
#4: Los cuidados
Un poco ligado a lo anterior van los cuidados de la voz.
Hay cantantes que verdaderamente se obsesionan con esto y hacen cosas muy raras, ¡yo incluida!
Y puedes hacer todas las cosas raras que quieras, pero siempre con un objetivo en mente: que tus cuerdas vocales se mantengan lo más hidratadas que sea posible.
Esprays, nebulizadores, saunas faciales, vahos… Todo sirve para conseguir ese objetivo.
#5: La posición de la voz
Muchos cantantes no llegan a plantearse esto de la posición de la voz nunca. Yo por ejemplo, cuando empecé a entrenar ni lo había pensado.
Pero entonces te empiezan a decir que si la voz nasal, que si la voz en la máscara, que si envía la voz aquí o allá…
Y el batiburrillo mental está servido.
Ya no sabes qué hacer ni qué sentir.
Y si no sientes nada (como me pasaba a mí) ya piensas que lo estás haciendo mal, cuando nada tiene que ver.
Puede ser que no sientas nada, porque sientes lo mismo que cuando hablas, no sientes la voz en ningún lugar diferente.
El caso es que la posición de la voz (dónde la sientas) es un resultado, no es algo que debas controlar.
#6: La práctica vocal
Cuando empiezas a entrenar tu voz para cantar deberías saber que para mejorar tienes que practicar.
La duda es cómo practicar y cuánto.
Y la respuesta para esto es que la voz se debe practicar como un instrumento cualquiera, pero con matices.
Cuanto más tiempo le dediques, más mejorarás.
Pero tienes que hacer descansos.
Igual que si tocas mucho rato una guitarra te acaban doliendo los dedos, tus cuerdas vocales también se cansarán si te pasas.
Con la voz, lo que mejor funciona es mucha frecuencia, pero poco rato, no más de media hora sin descansar.
#7: El nivel de esfuerzo vocal
También es una duda muy común el no saber hasta cuánto se puede forzar la máquina.
Porque el nivel de esfuerzo vocal es relativo.
Si tú haces mucha fuerza o tienes muchas tensiones, si las reduces, lo vas a sentir todo mucho más libre, pero eso no implica que sea todo lo libre que se requiere que sea.
Así mismo, si haces demasiado poco esfuerzo a nivel muscular y empiezas a hacer un poco, te va a parecer que de repente suenas demasiado fuerte o estridente y tal vez no lo es tanto como creías.
La manera ideal es pasarse de vueltas.
Por ejemplo, si haces muchísima fuerza para llegar a una nota, intenta llegar a ella con el mínimo de fuerza primero, incluso aunque termines haciendo un falsete.
Eso te va a ayudar a determinar dos extremos entre los que puedes moverte para encontrar un punto medio de comodidad.
Porque si no cambias nada, insistiendo en un mismo nivel de esfuerzo una y otra vez, no avanzas. Lo que haces es reforzar ese nivel, sin encontrar nada nuevo.
Espero que este artículo te ayude a decidir que quieres empezar a entrenar tu voz, sea por el motivo que sea de los que hemos visto al principio.
Ahora ya sabes que todas esas dudas de entrenamiento que tenías no te bloqueaban el paso tanto como pensabas.
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