Los peligros del exceso de control al practicar canto

Los peligros del exceso de control al practicar cantoUna de las cosas que hacen que aprender a cantar sea difícil es que hay elementos que no son fáciles de controlar.

Y en un afán por quererlos controlar, puedes poner tu avance en grave peligro.

Porque ya lo hemos hablado otras veces: cantar tiene que ser fácil.

En el momento en el que tienes que hacer un esfuerzo para cantar, es que hay algo que no está bien.

Encontrar el equilibrio entre hacer y dejar de hacer es lo más difícil de todo.

Porque en el canto, intervienen músculos tan pequeños que ni siquiera eres consciente de ellos.

Intentar controlar esos músculos tan pequeños te puede llevar a controlar los músculos de los que sí eres consciente, los que son más grandes y los que estás acostumbrado a utilizar cada día.

Y controlar los músculos más grandes, de los que sí eres consciente, te puede llevar a sufrir toda clase de males:

  • Dolores de espalda, de cervicales, de cabeza.
  • Tensión en la lengua, en la mandíbula, en la laringe.
  • Molestias en la garganta.

El problema es que «querer hacer”, la mayoría de veces te lleva a “hacer” más de la cuenta.

7 claves para evitar ese exceso de control

#1: Observarte en un espejo

Lo primero es siempre reconocer el problema.

Si te observas en un espejo mientras practicas te darás cuenta de si te estás pasando de esfuerzo.

Si te pones rojo, si se te marcan las venas del cuello, si vocalizas de manera exagerada… todo ello son indicadores visuales de que hay un esfuerzo extra que no debería estar ahí.

#2: Intentar hacer el mismo esfuerzo cuando cantas que cuando hablas

Intenta leer la frase que vas a cantar sin interpretarla ni cantarla, sólo leída, hablada.

Mírate en el espejo mientras lo haces y quédate con las sensaciones que tienes a nivel de esfuerzo.

Cuando te pongas a cantar debes intentar mantener el mismo nivel de esfuerzo.

Ten cuidado y no sobre actúes al leer la frase, dila lo más plana posible, como un robot.

#3: No buscar un ideal de sonido

El ideal siempre suele ser el resultado final.

Si todavía te falta camino hasta ese final, puedes despistarte prestando demasiada atención:

Demasiada atención a si suena bonito o feo

Hay casos en los que es necesario utilizar sonidos temporales como la voz de bruja o la voz de bostezo.

No son sonidos que queden bonitos para utilizarlos de manera final al cantar una canción, pero sí pueden ser herramientas necesarias en un momento de práctica para llegar a una sensación correcta.

Si no te gusta el sonido de tu voz al poner la voz de bruja o la voz de bostezo y no lo haces, siendo necesario para tu avance, el resultado está bastante claro: no vas a avanzar.

Soy consciente de que a veces es por vergüenza, porque estás delante de un profesor y te sientes ridículo, pero tienes que sobreponerte a eso, porque si estás haciendo las clases de canto es precisamente para avanzar como cantante y si no sigues las instrucciones del profesor con toda tu voluntad y sin cohibirte, entonces estás boicoteando tú mismo tu avance.

Demasiada atención a cómo debería ser

Por otro lado, sobre todo en chicos que llevan forzando la voz mucho tiempo, he visto una lucha inconsciente contra una voz más ligera.

Al aligerar la voz ya les parece que están haciendo falsete y lo más probable es que no sea así y lo que estén haciendo es una voz de pecho más ligera.

Es fácil perderse en ese camino, porque en cuanto dejas de forzar un poco te da la sensación de que está mal porque el sonido es demasiado débil.

De nuevo estás buscando un resultado final donde no puede haberlo, porque el primer paso para dejar de forzar tu voz es dejarla totalmente sin fuerza, desandar el camino para aprender a andarlo de manera correcta.

Si no consigues dejar la voz totalmente sin fuerza, no podrás iniciar el camino correcto y tu avance se verá seriamente comprometido, una vez más.

En conclusión: Si es el momento de dejar la voz libre, no luches, evita centrarte en cómo suena y si es el momento de utilizar un sonido temporal, no tengas miedo de hacerlo.

#4: No prestar atención a la interpretación hasta que llegue el momento

Fijarte en cómo estás interpretando la canción cuando aún estás aprendiendo a cantar bien técnicamente, es un error.

Tienes que tener en cuenta que hasta que no domines la canción técnicamente hablando (que afines bien todas las notas, que no fuerces la voz, …) no puedes prestar atención a la interpretación, a si transmites o no lo suficiente.

Te pondré un ejemplo:

A veces alguno de mis alumnos me canta una canción y observo que está abriendo mucho sus vocales, por lo que su laringe sube y el sonido es más estridente.

Les pido que pongan la boca en forma de “U”, pero se resisten. Me dicen: “¡Pero no voy a cantar con los morros así!”

Y de nuevo, están perdiendo de vista que esa instrucción es una herramienta, no es un resultado final.

Conclusión: no debes resistirte a utilizar las herramientas que te ayuden a llegar antes a tu destino.

#5: No obsesionarte con la afinación

Sí, a veces no es tan importante como otras cosas.

Que de una escala de 13 notas desafines una o dos de por en medio no es tan importante al principio.

Y digo de por en medio, porque son precisamente las que desafinarás, las que caigan justo en los cambios de voz.

No es que no escuches bien la nota y por eso la desafines, es que aún no tienes claro cómo cantarla, no sabes si debes hacerlo en voz de pecho o voz de cabeza.

Es mejor desafinarlas que intentar hacerlas en voz de pecho o voz de cabeza porque creas que han de ser de una u otra manera.

Llegado el momento, tu profesor te puede llegar a indicar si la tienes que hacer de una o de otra manera, pero el resultado final es que no has de hacer ni la una ni la otra, sino encontrar un equilibrio entre ambas.

Eso lleva tiempo de ensayo/ error.

Y ese ensayo/ error lo has de ir encontrando a base de practicar, sin buscarlo a la fuerza.

#6: No intentar sentir lo que se supone que debes sentir

Sé que puede llegar a ser confuso, porque te han dicho o has leído que tienes que sentir la voz aquí o allá, o incluso te habrán dicho que tienes que “poner” o “colocar” la voz aquí o allá.

Todo esto puede confundirte mucho y es el peligro más grande para ejercer un exceso de control sobre tu voz.

Recuerda lo que decimos siempre: no todo el mundo siente las mismas cosas de la misma manera.

Intentar sentir las cosas como otra persona dice que las siente o como otra persona te las quiere hacer sentir te puede llevar al estancamiento o el retroceso vocal.

#7: No confundir el exceso de control con la falta de concentración

Una de las mejores maneras para avanzar como cantante es practicar cada día.

Al practicar debes poner atención en lo que estás haciendo.

Lo puedes hacer mientras haces otras cosas, pero no de cualquier manera.

Todo esto es importante y la concentración lo es todo.

Estar concentrado quiere decir:

Ser consciente de los tonos que quieres entrenar

Y no me refiero a la afinación exacta de cada nota, antes ya te dije que eso no es tan importante como otras cosas.

Lo que sí es importante es que si quieres cantar una canción busques el mejor tono para ti y no te desvíes de él.

Es fácil desviarte del tono si cantas a capella, sin la pista instrumental.

Si te cuesta encontrar y mantener el tono, no te recomiendo que prescindas de ella.

Tener en mente el objetivo del ejercicio en todo momento

Si estás haciendo un ejercicio donde tienes que utilizar voz de bruja y a mitad del ejercicio se te olvida y dejas de utilizarla estás perdiendo el foco.

Si pierdes un elemento tan importante como la herramienta que estás utilizando para hacerlo, entonces el ejercicio no te servirá tanto como si mantuvieras la concentración.

Mantenerte atento a cualquier tensión

En este punto se ve muy clara la diferencia entre el exceso de control y la concentración, porque puedes mantenerte muy concentrado en evitar el exceso de control.

Justamente es lo que quiero que te quede en la mente al terminar de leer este artículo.

Es lo que me gustaría que consigas aplicar a tu próximo entrenamiento vocal.

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Imagen: Algunos derechos reservados por subadei

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