Siento que se me va a quebrar la voz

siento que se me va a quebrar la voz

¿Te ha pasado alguna vez que estabas hablando y a tu voz se le ha ido la olla?

¡Puf! ¡Se quiebra!

¿De dónde ha venido eso?, piensas.

Si estás con amigos puede ser hasta divertido, pero si estás cantando puede resultar un tanto embarazoso.

El Sensei no quiere que te preocupes por eso, así que vamos a ver qué puede hacer hoy por ti…

¿Cómo evitaremos esos quiebres?

  • Lo primero es saber por qué ocurren
  • 7 posibles causas de esos quiebres
  • Algunos consejos para disminuirlos

Ahora también puedes seguir el podcast El Sensei del Cantante en Apple Podcasts, Google Podcasts, Spotify, Amazon Music y SoundCloud, desde tu navegador o smartphone.

Transcripción del episodio

Ese temido momento.

Ese en el que estás sosteniendo la nota del clímax de la canción y a la vez te estás preparando para lo peor, para ese momento en el que tu voz se va a quebrar.

Aunque también te puede pasar de vez en cuando, durante cualquier charla.

Está ahí, acechando… puede pasar en cualquier momento y sin avisar…

Bueno bueno, estoy dramatizando por hacer un poco el tonto 🙂

Es algo que a todos nos ha pasado y nos seguirá pasando, pero si es algo que te pasa con mucha frecuencia, vale la pena que echemos un vistazo al asunto.

Ya sabes que conocer tu voz es muy importante si quieres seguir progresando como cantante.

¿Por qué ocurre este quiebre en la voz?

Este “gallo” ocurre porque las cuerdas vocales cambian de coordinación muscular de forma abrupta.

El caso más claro es cuando pasas de voz de pecho a falsete, pero puede ocurrir incluso al utilizar voz mixta, si ésta no está equilibrada.

Seguro que no te sorprenderá que te diga que razones puede haber unas cuantas.

Vamos a darnos un paseo por todas ellas y, si aplica, iremos viendo algunas cosas que puedes hacer para ver si la situación mejora.

Posible razón #1: Tienes la voz dañada

¡Que no suenen las alarmas!

Por una parte estoy hablando de daños graves, como los archiconocidos nódulos.

Pero también estoy hablando de una simple inflamación que te pueda causar un resfriado común.

Desde el momento en el que tus cuerdas vocales no están sanas, es muy fácil que estos quiebres aparezcan, ya que los músculos no pueden funcionar correctamente.

¿Qué puedes hacer contra esto?

Si tienes una lesión grave, tratarla con un médico.

Si tienes una lesión menor, tratarla con un médico o reposar la voz hasta que se recupere.

Si no tienes nada pero no hay causa aparente para este problema, hazte un chequeo vocal con un médico cualificado para saber seguro si tienes algún tipo de lesión.

No tiene más misterio.

Si quieres saber más sobre las lesiones vocales, puedes visitar la sala del templo número 36 (también conocida como episodio número 36) de El Sensei del Cantante.

Posible razón #2: Tu voz está cambiando

Si eres joven, de entre 10 y 15 años, es posible que estés pasando la pubertad.

Durante este cambio hormonal, tu voz también sufre cambios, y especialmente en los chicos puede causar estos quiebres.

Puedes estar hablando con tu “voz de niño” y de repente tu voz cambia a “modo adulto” y viceversa.

No es algo de lo que tengas que preocuparte, pero si ya cantabas desde la infancia, es posible que esto te ponga obstáculos.

Con tu voz adulta te costará cantar notas agudas, de nuevo, especialmente a los chicos, y tendrás que volver a aprender cómo cantarlas.

Es importante que evites cantar como lo hacías antes, porque las reglas del juego han cambiado, y si no te adaptas puedes hacerte daño.

Dicho esto, no hay que descartar la posibilidad de que tengas suerte y lo sepas hacer bien de forma natural.

Es poco común, pero puede pasar.

Sólo asegúrate de no estar forzando tu voz, porque de no ser así, con el tiempo, cantar será algo de lo que puedas disfrutar cada vez menos.

Posible razón #3: La presión de aire que ejerces es irregular

Entramos en un aspecto más técnico.

Si el flujo de aire que utilizamos al cantar no es constante, por una parte la voz sonará rara, y por otra parte no estaremos permitiendo que los músculos vocales puedan trabajar libremente.

Pongamos como ejemplo que quieres regar tus macetas utilizando una manguera.

Lo que harías sería abrir la llave de agua al empezar y luego no la tocarías hasta después de acabar.

De esa forma, el flujo de agua será constante y podrás controlarlo cómodamente.

En cambio, si te dedicaras a abrir y cerrar compulsivamente el paso del agua, el chorro sería inconstante y regarías de todo menos las plantas.

Sí, eso incluye al perro.

En esta metáfora, la llave de agua es tu flujo de aire.

¿Cómo puedes regular ese flujo de aire?

Con un ejercicio que nos encanta: el lip bubble.

(Escuchar el ejemplo en el audio)

Pero el lip bubble, como todo, también puede fallar.

Fíjate que el sonido es completamente constante, y que no estoy haciendo esto:

(Escuchar el ejemplo en el audio)

Debe ser fluido.

Posible razón #4: Ejerces demasiada fuerza para ejecutar las notas

Ya sabes que las tensiones de los músculos innecesarios para cantar son un problema, ya lo hemos hablado con anterioridad.

Pues existe la posibilidad de que también sean la causa de estos quiebres de voz.

Tu laringe, tu lengua, tu mandíbula, … cualquier tensión en alguno de ellos puede ser el causante.

Si no tienes la opción de trabajar con un profesor de canto que pueda ayudarte, y tampoco sabrías decir muy bien qué tensiones tienes (cosa bastante normal, por cierto), la opción que te queda es probar cosas.

Baja el volumen, canta y haz tus ejercicios vocales sacando la lengua y asegurándote de que no se mete adentro sin que te des cuenta, relaja tu mandíbula permitiendo que caiga hacia abajo, casi bostezando, …

Todo esto es lo referente a los músculos vocales externos, pero también puede ser que la causa esté en tus cuerdas vocales.

Es posible que, aunque ya seas capaz de mezclar tu voz de pecho con tu voz de cabeza, esa mezcla no sea la correcta y, o bien estás utilizando demasiada tensión vocal, o bien demasiado poca.

En cualquier caso, el quiebre se va a producir justo por lo contrario: o bien ejerces poca tensión vocal y añades demasiada, o viceversa.

De ahí el cambio de la calidad en el sonido.

Quiero recalcar que estoy hablando de grados de tensión pequeñísimos.

No estamos hablando de músculos tan grandes como lo son los bíceps.

La diferencia no es entre levantar 10 y 20 kilos.

Más bien en levantar 1 o 2 gramos.

Son ajustes muy pequeños, pero que a la voz le afectan mucho.

Posible razón #5: Tus cuerdas vocales están débiles

No está de más recordar que las cuerdas vocales no son músculos que deban hipertrofiarse para crecer.

No estoy hablando de que tengas que muscular tus cuerdas vocales.

Estoy hablando de que no tienen la suficiente tensión.

Cuando esto pasa, tu voz de pecho es inestable, y al no poder resistir la presión de aire normal al hablar, los músculos ceden y tu voz pasa a falsete.

Si estos quiebres te pasan mucho al hablar, es muy posible que mejorar este aspecto de tu voz resuelva el problema.

Por otra parte, también se puede manifestar de otra forma.

Si tu voz es débil y airosa al hablar, también tienes que trabajar en equilibrar tu voz de pecho.

Aún no lo hemos hecho, pero tenemos planeado hablar sobre cómo trabajar tu voz de pecho en este podcast de aquí a dos episodios, en el número 67.

Finalmente, hay otra posibilidad de por qué tus cuerdas vocales están débiles: que no hayas calentado.

Si te despiertas y sin mediar palabra te pones a cantar a lo loco, tus cuerdas vocales van a flipar.

Tan relajadas y tan tranquilas en un momento, y de repente se encuentran en medio de la batalla, en pijama y con un casco mal puesto.

Hemos dicho tantas veces que tienes que calentar la voz que sólo te voy a remitir al episodio número 8 de El Sensei del Cantante.

Posible razón #6: Estás mejorando como cantante

¿Cómoooo? ¡No tiene sentido!

Pues sí, ¡sí lo tiene!

Si ya cantabas y no se te quebraba la voz, pero ahora estás entrenando en descubrir y trabajar tu voz mixta, es posible que empiecen a aparecer esos quiebres.

Esto puede pasar si antes cantabas con demasiada fuerza, tirando de tu voz de pecho para todo.

Ahora que estás empezando a permitir que tu voz de cabeza sea igual de importante que tu voz de pecho, te encuentras en una de las partes más difíciles: gestionar esa mezcla, hacer equilibrios.

En este punto es importante intentar no controlar esos quiebres a base de fuerza, porque estarás volviendo a donde estabas.

La meta ahora es la de aprender a gestionar esos dos registros vocales para que trabajen conjuntamente.

Poco a poco, tú y tu cuerpo iréis encontrando ese equilibrio y al final se convertirá en algo natural.

Posible razón #7: Tu vibrato es demasiado rápido

Si crees que no te pasa ninguna de estas cosas, es posible que lo único que ocurra es que tu vibrato es demasiado rápido y por eso te tiembla la voz al cantar.

Hasta tiene un nombre: caprino.

¡La buena noticia es que arreglar esto es muy sencillo!

El primer paso consiste en sostener las notas sin ningún tipo de vibrato.

Es decir, hacer la nota plana.

Si sientes que no eres capaz de dejar de hacer el vibrato, lo más probable es que tu voz tiemble por una de las anteriores razones que te he mencionado.

Una vez puedas sostener la nota sin vibrato, lo que tienes que hacer es volverlo a incorporar, pero muy lentamente.

Un buen vibrato debe oscilar entre 4 y 6 veces por segundo, por lo que puedes probar a “vibrar” 1 o 2 veces por segundo y poco a poco ir incrementando hasta llegar a 5 o 6.

Esto te va a dar un mejor control de tu voz y de tu vibrato, y te desharás de ese temblor en tu voz.

Imagen: Algunos derechos reservados por photoabs

>